Con un solo pulmón, le grita al mundo y desafía a la Ciencia

Cuando Alex André Solís Barrantes cumplió 20 años, un 31 de diciembre del 2014, convocó a sus familiares y amigos. Como es costumbre, ese día cantaría la canción de cumpleaños frente a un queque y luego apagaría las velas.

Pero ese mismo día tenía otro motivo por el cual celebrar. En realidad era el principal: había vencido todo diagnóstico de la Ciencia y la Medicina.

Trece años atrás, este vecino del centro de Cartago y su familia recibían una fuerte noticia.

"A su hijo le queda un año de vida", le dijo en ese entonces el médico a su madre Yanela Barrantes, quien apenas empezaba a entender la enfermedad que padecía su hijo: Polineuropatía Desmielinizante Progresiva.

"Fue un fiestón enorme cuando él cumplió los 20", contó su madre. ¿Cómo no? No le daban esperanzas. En aquel momento le recomendaron a Alex irse para la playa, pero él decidió quedarse en la escuela, correteando mientras los músculos de su cuerpo, todos ellos, perdían poco a poco las fuerzas. 

-->"Un día en preescolar, cuando aún no usaba silla de ruedas pero mi andar era torpe y me caía con facilidad, mi pie cedió frente a un grupo de estudiantes que empezaron a cantar: la cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, lalalalá.

Yo me puse muy, muy triste y llegando donde mi mamá le conté entre lágrimas. Ella respondió: “no podemos cambiar a todas las personas y hacerlas ver que tenés una discapacidad, pero sí podemos cambiar nosotros y ser fuertes. Que los comentarios de esas personas no te afecten, si conocés tus debilidades y te reís de ellas, nadie podrá lastimarte"

Entre travesuras, logros y caídas ya Alex pasa de los 21 años. Sus manos se mueven sin control y sus piernas ya no lo sostienen ni le permiten corretear… Pero su fuerza de voluntad lo convierte en un exitoso estudiante de Ingeniería en Computación, que anhela llegar a Google o Blizzard; que da una lección de fortaleza cada vez que habla y ríe al mismo tiempo.

Hoy vive con un solo pulmón, luego de que el otro colapsara. El particular sonido de su voz se debe a la paralización de un grupo de cuerdas vocales.

Y a pesar de estas dificultades, el miedo nunca lo acompaña, pero sí el sueño de aliviar su dolor.

"André sin Dolor"

El deterioro de sus músculos provoca que los nervios de su columna se salgan de lugar y esto provoca que al estar sentado los dolores se vuelvan cada vez más insoportables. 

Incluso, el semestre trasanterior dejó sus estudios, en el Tecnológico de Costa Rica (TEC), pues al estar en su silla el dolor se acentuaba. 

Por esto es que Alex debe someterse a un tratamiento médico. Consiste en "quemar" estos nervios ubicados en su espalda mediante agujas electrificadas que incrustan en su cuerpo.

El tratamiento cuesta 45 mil dólares en  el Aventura Hospital & Medical Center, ubicado en Miami, Estados Unidos, pues en Costa Rica no se hace.

"De los 45 mil dólares me hacen falta… (piensa mientras ve hacia el cielo) ¡45 mil dólares!".

Es por esto que ha iniciado la campaña "André sin Dolor", cuyo fin es recolectar el dinero que aliviará el constante dolor de espalda, nalga y pierna que sufre al estar sentado.

Al igual que a sus 7 años, no dejará de luchar y de guerrear. Pero esta vez necesita de su ayuda.

Si usted quiere colaborar, en esta página encuentra más información sobre las formas de ayudarle.