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Estado de la Nación: Mercado laboral costarricense castiga a las madres

Por Alexánder Ramírez | 13 de Nov. 2025 | 9:45 am

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

El mercado laboral costarricense castiga a las madres con barreras de inserción y mayor empleo informal.

Así lo concluye el Informe Estado de la Nación 2025, cuyos hallazgos fueron divulgados este jueves.

El estudio señala que la maternidad es uno de los principales factores de desigualdad en el mercado de trabajo.

Las mujeres que son madres enfrentan más obstáculos para insertarse, mantenerse y progresar laboralmente. Esta penalización se agrava conforme aumenta el número de hijos e hijas, limita la autonomía económica y reproduce brechas estructurales que frenan el desarrollo equitativo del país.

La mayoría de las mujeres en edad laboral son madres (70 %). No obstante, su tasa de participación laboral es significativamente más baja que la de los hombres (46 % frente a 70 %) y desciende dos puntos adicionales después de la maternidad (44 %).

Casi la mitad de las madres (47 %) trabaja en la informalidad, sin acceso a derechos laborales ni seguridad social. En comparación, solo el 27 % de las mujeres sin hijos se encuentra en esa condición.

"Esto evidencia que la maternidad empuja a muchas mujeres hacia empleos precarios o mal remunerados, o bien, las excluye completamente del mercado laboral", señala el documento.

Menos oportunidades

Natalia Morales, investigadora del Programa Estado de la Nación, explicó que la mayor probabilidad de empleo en las madres se traduce en puestos de menor calidad.

"Las madres acceden a trabajos concentrados en actividades tradicionales, con baja remuneración y que demandan menores niveles de escolaridad. Las brechas de inserción laboral entre mujeres también dependen de la edad y la cantidad de hijos e hijas, pues entran en juego diversos requerimientos de cuido infantil. Decidir quién asume el cuido puede ser muy costoso, tanto en términos emocionales como económicos, lo que desmotiva a muchas a trabajar fuera del hogar", afirmó.

El informe detalla que entre más hijos se tienen, menor es la probabilidad de tener empleo, y la desventaja es más pronunciada cuando los hijos son pequeños. Incluso, las madres con educación universitaria enfrentan una reducción significativa en sus oportunidades laborales.

Las barreras laborales que enfrentan las madres incluyen también una menor remuneración: aun con características similares a las de los hombres o a las mujeres sin hijos —como nivel educativo, experiencia laboral o tamaño de empresa—, la brecha negativa de ingresos se asocia directamente con la maternidad.

A esto se suma que las madres dedican el doble de horas diarias al trabajo no remunerado (cuido y tareas domésticas) que los hombres, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (INEC, 2022).

Para muchas, la única opción compatible con sus responsabilidades familiares es el empleo informal, que ofrece flexibilidad a costa de estabilidad, ingresos y derechos.

En este contexto, la informalidad actúa como un amortiguador frente a las limitaciones del sistema de cuido y la falta de corresponsabilidad en el hogar, pero a costa de profundizar la precariedad y perpetuar la desigualdad.

Menos participación

El informe indica que, aunque la tasa de desempleo bajó a 7,5 % en 2024, este descenso refleja la salida del mercado laboral de muchas personas en edad económicamente activa, en su mayoría mujeres.

"La participación femenina se reduce porque dejan de buscar empleo ante las dificultades estructurales: la falta de redes de apoyo, las jornadas incompatibles con las labores de cuido y los salarios insuficientes", advierte el estudio.

El país muestra menos desempleo estadístico, pero también menos participación laboral femenina.

Según el Estado de la Nación, esta situación limita la productividad y priva a Costa Rica del talento y la capacidad de sus mujeres.

El informe recomienda fortalecer las políticas de corresponsabilidad social y familiar, ampliar los servicios de cuido y garantizar empleos de calidad compatibles con la crianza.

Además, hace un llamado a visibilizar el trabajo no remunerado y reconocerlo como parte esencial del bienestar colectivo.

"Revertir estas tendencias requerirá que la próxima administración implemente políticas que articulen empleo, educación, cuido y equidad de género, capaces de desmontar la penalización de la maternidad en el mercado laboral costarricense", concluye.

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