Director de ILIA: talento humano y redes 5G son las claves del avance del país en índice de IA
El talento humano local y la conectividad a redes 5G fueron los factores claves que marcaron la diferencia para que el país avanzara en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) 2025 en el que subió cuatro lugares.
Costa Rica se ubica en la quinta posición regional dentro del grupo de países "adoptantes", con un puntaje de 53,83; el año pasado se ubicaba en puesto número 9.
Según el reporte, el país obtiene una puntuación destacada en la categoría de talento humano, donde se ubica en el tercer lugar regional.
El estudio también menciona un desempeño superior al promedio de la región en capacidad de cómputo y en la adopción de IA generativa.
De igual manera reconoce la clasificación del procesamiento de datos como actividad sostenible en la taxonomía nacional, señalándole como un factor que puede atraer inversión en infraestructura digital.
Estas son parte de las conclusiones del más reciente informe elaborado por Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) de Chile.
Para ahondar más sobre el tema, CR Hoy entrevistó a Rodrigo Durán Rojas, gerente de CENIA y director ejecutivo del ILIA, quien destacó que Costa Rica subiera doce puntos con respecto al informe anterior.
El país pasó del lugar nueve al cinco en el índice, ¿qué elementos lo hacen dar ese salto tan importante con respecto a las demás naciones de la región?
En el caso de Costa Rica son varios factores donde hay mejoras significativas estadísticamente, aunque no tan grandes, son mayores que el resto de los países, mejoras de dos o tres puntos en algunos indicadores frente a otros países que se mantuvieron o retrocedieron.
Hay tres elementos principales donde Costa Rica tuvo un desempeño significativamente superior al resto de los países de la región. Uno tiene que ver en la parte de conectividad, hay una mejora significativa en los indicadores que evaluamos, en penetración de 5G.
Lo que pasa es que antes no había ni siquiera 5G, entonces hubo un avance ahí, también en accesibilidad a dispositivos y otros indicadores de conectividad.
El segundo espacio donde hay una mejora que es probablemente el más relevante es en el área de talento humano, específicamente en formación profesional de Inteligencia Artificial.
Ahí Costa Rica exhibe el mejor puntaje regional y también el crecimiento más rápido frente al resto de los países de la región.
Eso es la penetración de habilidades de Inteligencia Artificial en distintas industrias del país.
Y el tercero -en el que habría que hacer una revisión más exhaustiva- en los últimos tres años uno evidencia una madurez y un fortalecimiento del ecosistema de generación de conocimiento de Inteligencia Artificial específico en la región.
Es decir, la cantidad de doctores, de magíster y de programas específicos que habilita la presencia de especialistas de alto nivel, ha tenido un impacto real en la disponibilidad y el acceso a estos programas de formación y por lo tanto, a una mayor presencia de especialistas hoy y sobre todo en el futuro.
Ahora, el acceso a los datos que le dan aquí en el país ¿se ha facilitado, se ha mejorado, son datos abiertos? ¿eso ha incidido también en la calificación en la que se ha subido?
Claro, pero a ver, ahí la mayoría de los países de la región tienen una mejora importante tanto en gobernanza como en capacidades de datos. Costa Rica, al igual que el resto de la región, sigue adoleciendo del uso e impacto de estos datos.
Es decir, ahí todavía hay un desafío que tiene que ver con que si bien están claras las normas del juego para acceder a los datos, hay talento, hay redes, hay conocimiento de dónde se almacenan estos datos, todavía está pendiente el cómo yo soy capaz de disponibilizarlo de una forma que sean accesibles para no solamente la ciudadanía, sino que especialistas que quieran desarrollar modelos con ellos.
La IA como todas estas nuevas tecnologías es muy demandante en energía, en uso del agua. Costa Rica tiene un potencial con esos dos elementos, una buena grilla de distribución eléctrica, una matriz de energía renovable y además posee el recurso que es el agua para el enfriamiento de equipos. Se habla, por ejemplo, de un hub de semiconductores que no se ha desarrollado. ¿Podría ser potencial también ese tipo de elementos naturales para desarrollar un hub de Inteligencia Artificial en un futuro a nivel regional?
Sí y no. Y creo que es el mismo desafío que enfrenta Chile. Porque aparte de las condiciones que señala, Costa Rica está más cerca de los polos de producción de conocimiento y almacenamiento de datos.
Entonces, uno podría pensar que el desarrollo de data center acá, si lo compara con Chile, por ejemplo, requiere menos cables, tiene menos vulnerabilidad en ese sentido.
El problema que tiene Costa Rica igual que Chile, es que es un país altamente sísmico.
Entonces, eso es un desafío técnico, pero también ingenieril de que un data center en un país sísmico, en una zona más sísmica, tiende a ser más vulnerable y más caro por la parte de infraestructura civil que tiene que construir, todas las normas técnicas que requiere para hacer la base. Pero es un data center más vulnerable.
Lo segundo es que estos data center sean de entrenamiento, almacenamiento, inferencia, se requiere redundancia, es decir, necesita que exista otro centro de datos de similares características en caso de un ciberataque, un apagón, o algo así.
Pero son cosas que si uno ve la foto general, son detalles al lado de la oportunidad que significa el desafío del que hablaron otros panelistas y es que el cuello de botella para el crecimiento de la Inteligencia Artificial en el mediano plazo de aquí a los próximos 6 años no viene por el acceso a chips o al cómputo, viene por el acceso a energía.
Actualmente hay un tema geopolítico con la fabricación de chips y las unidades de procesamiento gráfico (GPUs). ¿Cómo podría incidir eso en el desarrollo de nuevas oportunidades en la región en América Latina?
La administración de Trump cuando asume en enero, elimina prácticamente todas las órdenes ejecutivas que había emitido Biden.
Salvo un par, una de ellas tiene que ver con un fenómeno que se llama el AI Diffusion Act, que establecía restricciones para la exportación de chips a países que no estuviesen alineados con Estados Unidos. Además, establecía restricciones a la colaboración bilateral a países que estuviesen alineados con China también en temas de Inteligencia Artificial.
Entonces, eso dice mucho de que hay una disputa geopolítica donde el acceso a chips, a cómputo, a recursos está circunscrito a la adhesión a ciertos principios políticos.
Al mismo tiempo, Estados Unidos hoy día ha dejado de mirar a América Latina con el cierre de USAID y otras iniciativas como un socio tan relevante, quizás en el Caribe y Centroamérica es distinto, pero al menos la región latinoamericana es así.
Y eso ha repercutido en que se ha abierto una opción en la que el gobierno chino y universidades e instituciones de China que están utilizando con harto entusiasmo.
Entonces se están acercando a organizaciones como el CENIA y otras equivalentes, con propuestas de acceso recursos, a cloud, a infraestructura que probablemente en el mediano plazo y corto plazo incluso tengan eco y nosotros veamos una creciente influencia en esta disciplina de la visión más a la China que a la que estamos acostumbrados que es esta visión más norteamericana y europea.
Los grandes jugadores de la IA, los que desarrollaron esta tecnología, ahora están diciendo: hagamos un paréntesis. ¿Cree que va a haber algún tipo de pausa en Inteligencia Artificial? ¿Ustedes lo han visualizado así o más bien se va a potenciar, es decir, va a ser un catalizador para nuevas tecnologías emergentes?
Creo que no, hay que distinguir ahí dos niveles. El nivel que es más de investigación de deeptech, de evolución de estos modelos donde hay una carrera geopolítica por alcanzar y por lo tanto, creo que no hay una posibilidad muy alta de que tenga una detención, porque hay presiones políticas para que continúen.
Y además hay muchos recursos, la inversión que ha recibido Open AI, Anthropic, Claude, o todos que tiene modelos, es porque detrás de ello hay una apuesta de quién logra llegar primero a un modelo que sea llamado Inteligencia Artificial General (AGI).
Entonces, no creo que haya antecedentes para un freno en la parte más exploratoria de frontera, ni tampoco en la parte de adopción, que creo que en esa es donde vamos a ver una aceleración transversal mucho más pronunciada de lo que estamos acostumbrados a ver en el último tiempo y esa aceleración va a manifestarse en mayor inversión, mayor adopción y en mayor uso por parte de las empresas del sector público de la tecnología en todo el mundo y en América Latina también.
¿Podríamos estar a las puertas de una próxima burbuja de IA con tanta inversión multimillonaria?
Creo que sí. Pero al mismo tiempo, si se piensa en la burbuja de las punto com del 2000 y hoy día ves las empresas más importantes del Standard & Poor's o del Fortune 500 y son todas empresas tecnológicas.
Entonces, creo que sí, hoy día puede que estamos inflando ese globo muy rápido. Y lo vamos a ver probablemente durante el 2026 que muchas de las inversiones que se hicieron por parte de fondos de capital con un retorno de riesgo que tenía cierto umbral, no van a rentar lo que querían rentar y esa no rentabilidad sin duda va a generar un retiro de las inversiones, un freno en el flujo de inversión por un periodo de tiempo de uno o dos años.
Pero eso, insisto, creo que es cortoplacista, porque en el mediano plazo, de aquí a 10 años, vas a atender a una convergencia donde las valores que ves hoy día de las empresas van a ser insignificantes, cómo pasó con la burbuja punto com, Amazon, PayPal o cualquier otra compañía fundada en los 90 en principios de los 2000 que se enfrentaron a la burbuja de las punto com, hoy día son parte de las que salieron adelante.
Rodrigo Durán participó en el Primer Diálogo Regional de Políticas Públicas de Inteligencia Artificial realizado en el país. Puede ver aquí las presentaciones que hizo en el evento.