5 claves que explican la polémica alrededor del plan de Israel para controlar Ciudad de Gaza
El gabinete de seguridad de Israel aprobó un plan para intensificar la guerra y tomar el control de Ciudad de Gaza, un territorio palestino que lleva meses bajo asedio y que tiene la mayor concentración urbana dentro de la Franja. La decisión provocó una ola de críticas internacionales, advertencias de organismos como la ONU y protestas dentro del propio Israel.
El primer ministro Benjamin Netanyahu sostiene que la operación busca derrotar a Hamás, el grupo islamista que gobierna Gaza desde 2007, y recuperar a los rehenes israelíes retenidos. Sin embargo, expertos, activistas y gobiernos temen que la escalada militar desate una catástrofe humanitaria y provoque un aumento considerable en las víctimas civiles.
A continuación, cinco claves para entender el controvertido plan.
1. Los cinco principios del plan israelí para Gaza
El gabinete de seguridad aprobó una estrategia basada en cinco "principios" para poner fin al conflicto:
- Desarmar a Hamás.
- Devolver a todos los rehenes, vivos o fallecidos.
- Desmilitarizar la Franja de Gaza.
- Establecer control de seguridad israelí sobre el territorio.
- Crear una administración civil alternativa que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina.
Según la oficina del primer ministro, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se preparan para tomar el control de Ciudad de Gaza mientras brindan ayuda humanitaria fuera de las zonas de combate.
Netanyahu afirmó en una entrevista con Fox News que el objetivo es "liberar" a la población de Gaza del "terror de Hamás" y entregar la gestión a un gobierno civil árabe. El líder israelí, aseguró, no quiere "gobernar ni conservar" el territorio, sino mantener un perímetro de seguridad.
A pesar de estos anuncios, persisten dudas sobre el momento en que comenzará la ocupación y sobre cómo funcionará la ayuda humanitaria, cuyo mecanismo aún no está claro.
2. Ciudad de Gaza: el corazón densamente poblado de la Franja
Ciudad de Gaza es la mayor y más poblada urbe dentro de la Franja de Gaza. Antes del conflicto, albergaba a cerca de un millón de personas, casi la mitad de los habitantes del territorio. Su importancia estratégica radica en su densidad poblacional, su papel económico y su ubicación en el norte del enclave.
Tomar el control de Ciudad de Gaza significa ocupar el centro neurálgico de la Franja, con todas las dificultades que supone avanzar en una zona urbana densamente poblada y devastada por bombardeos y combates previos.
El plan israelí contempla que, para poder ingresar, los residentes deberán desplazarse hacia el sur, en medio de una crisis humanitaria que empeora día a día.
3. Un desplazamiento masivo y una crisis humanitaria en aumento
Desde el inicio del conflicto, en octubre de 2023, miles de palestinos han sido desplazados en reiteradas ocasiones y muchos viven en campamentos improvisados, con acceso limitado a servicios básicos.
El plan israelí obligaría a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares para facilitar la ocupación de Ciudad de Gaza, lo que aumentaría la ya grave crisis humanitaria.
Organismos internacionales y países como Turquía han denunciado que esta estrategia busca "desplazar por la fuerza" a la población palestina, poniendo en riesgo su supervivencia y convirtiendo Gaza en una tierra inhabitable.
4. La amenaza para los rehenes y la oposición dentro de Israel
La ofensiva representa un grave peligro para la vida de los aproximadamente 20 rehenes israelíes retenidos en Gaza.
El Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas alertó que la expansión de los combates pone en mayor peligro a quienes aún permanecen retenidos.
Además, dentro de Israel crece la oposición al manejo del conflicto. A inicios de agosto, 600 exfuncionarios de seguridad pidieron detener la guerra, advirtiendo que la operación ya cumplió los objetivos militares y puede convertirse en un "fracaso" que dañe la reputación internacional del país.
El jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, también mostró reservas y presentó un plan alternativo rechazado por el gabinete por considerarlo insuficiente para derrotar a Hamás.
5. Aislamiento diplomático y un futuro incierto
El plan israelí recibió condenas de gobiernos y organizaciones en todo el mundo.
La ONU urgió a detener la ofensiva, alertando que causará más desplazamientos y sufrimiento.
Alemania anunció la suspensión de exportaciones de armas para uso en Gaza, marcando un giro en su política. La Unión Europea, Reino Unido, Turquía, China y otros países pidieron un alto al fuego inmediato.
Estados Unidos mantiene una posición menos crítica. Reportes indican que Washington habría dado luz verde a Netanyahu, aunque evita pronunciarse con firmeza públicamente.
A pesar de la aprobación, muchos detalles permanecen inciertos. No se conoce el inicio exacto de la ocupación ni el calendario para establecer una nueva administración civil. Netanyahu mencionó entregar el control a "fuerzas árabes", posiblemente Jordania o Egipto, aunque ninguno ha aceptado formalmente esa responsabilidad.
La prensa israelí informa que la primera fase contemplaría evacuar a los habitantes de Ciudad de Gaza en dos meses para luego avanzar en la ocupación militar.
El plan se anunció en medio de negociaciones estancadas para un alto el fuego y un acuerdo humanitario.