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A 3 meses de su captura: ¿Cómo avanza la extradición de Celso, Pecho de Rata y Profe?

Por José Adelio Murillo | 25 de Sep. 2025 | 5:42 am

El pasado 24 de junio, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) logró la captura de dos sujetos incluidos en la lista de los 12 principales cabecillas del narcotráfico en Limón: el exconvicto Edwin Danney López Vega, alias Pecho de Rata o Diosito, así como el exministro y exmagistrado Celso Manuel Gamboa Sánchez.

Horas después, los agentes judiciales detuvieron por segunda vez en cuestión de una semana a Jonathan Guillermo Álvarez Alfaro, alias Profe o Gato, supuesto empresario señalado por lavar dinero proveniente del narcotráfico.

En este caso en particular, las detenciones sorprendieron a los tres sujetos, pues no se trataba de una investigación nacional lo que motivaba su arresto, sino de una solicitud de la Administración para el Control de Drogas (DEA), entidad que los investigó por el trasiego internacional de cocaína.

Han transcurrido tres meses desde las capturas, pero ninguno de los detenidos ha sido remitido a Estados Unidos, país donde enfrentan una acusación penal por asociación ilícita y distribución internacional de grandes cantidades de droga.

Por primera vez en el proceso, la decisión ya está totalmente en manos del juez que tramita la solicitud. Los equipos legales de los extraditables confirmaron que este miércoles venció el plazo de 20 días para responder, de forma positiva o negativa, a la petición.

Tal como reveló CR Hoy, el fiscal del Distrito Este de Texas, Wesley Wynne, visitó Costa Rica en agosto y aprovechó para presentar formalmente la solicitud de remisión de los tres extraditables a su jurisdicción con el fin de llevarlos a juicio.

A partir de esa fecha comenzó a contarse el plazo de 20 días hábiles para que las defensas presentaran sus pruebas de descargo y sus alegatos sobre el proceso de extradición, explicó Michael Castillo, abogado de Gamboa.

"Los primeros 10 días que ya vencieron eran para aportar prueba de descargo con relación a los hechos que acusa la DEA y la misma prueba que sirva eventualmente en caso de que se apruebe la extradición para que sea valorada por el gobierno americano.

Los últimos 10 días son para contestar por el fondo sobre el por qué procede o por qué no procede la extradición con relación a Celso. Ya es un tema que que debemos nosotros los abogados emitir criterio por el fondo e indicando todas las situaciones de hecho y derecho por las cuales creemos que no procede en este caso la extradición con Celso", explicó el jurista.

Posteriormente, el juez tendría un plazo de 10 días para resolver. En caso de desacuerdo, las defensas contarían con tres días para apelar ante un tribunal superior, el cual no tiene plazo establecido para resolver.

No son rápidos

El director del OIJ, Randall Zúñiga, explicó que es normal que los procesos de extradición tarden, incluso en los primeros seis casos de costarricenses requeridos por la justicia internacional, debido a la cantidad de trámites judiciales que deben cumplirse.

Según Zúñiga, una extradición voluntaria —cuando la persona acepta ser llevada a otro país— puede tardar entre cuatro y seis meses mientras se formaliza la documentación.

"Existen dos meses de tiempo desde el momento en que se detiene a la persona hasta el momento en que el país solicitante entrega la documentación. Existen 60 días para que el país pueda aportar las evidencias que tenga.

Posteriormente a eso, se hace la indagatoria y parte interna, la persona indicará si quiere o no irse al país. Si quiere irse es mucho más expedito, pero si no quiere irse como ha sido como ha sucedido en todos estos casos, se debe iniciar todo un proceso judicial", explicó Zúñiga.

El jerarca recalcó que este fenómeno no es exclusivo de Costa Rica, sino común en otros países. Como ejemplo citó el caso de un costarricense detenido en Europa a finales de diciembre de 2024, requerido por EE. UU., cuyo trámite sigue en curso.

Se trata de Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, detenido en Europa el 29 de diciembre de 2024 tras una orden internacional gestionada por la DEA en coordinación con el OIJ.

Desde entonces, el proceso continúa y aún no ha sido extraditado a EE. UU. Aún está pendiente que una corte en Londres decida su futuro.

"Ya estamos casi finalizando el mes de setiembre. Vemos que ya han transcurrido casi 10 meses desde esa actividad y aún esta persona no ha sido extraditada desde Londres hacia Estados Unidos.

En el caso de Costa Rica, cuando el juez recibe la información que le brinda el país solicitante, tiene que revisar que la misma esté apegada a la normativa nacional y que no se den tratos crueles, por ejemplo que no exista pena de muerte ni se le pueda condenar de por vida a prisión, entre otras cosas", explicó Zúñiga.

En promedio, las extradiciones de extranjeros tardan cerca de un año, y lo mismo podría ocurrir con los primeros casos de costarricenses requeridos tras la reforma legal que permitió la extradición de nacionales acusados de narcotráfico o terrorismo.

Los extraditables

Según el expediente de extradición —cuyos detalles CR Hoy reveló en primicia apenas 24 horas después de las capturas—, la DEA perfila a Gamboa como coordinador regional del Cártel del Golfo, con nexos en Colombia, Panamá, Guatemala, Honduras y México.

También lo vincula con el Cártel de Sinaloa y el Clan del Golfo, organizaciones con las que supuestamente coordinaba la adquisición de cocaína para almacenarla en Costa Rica y enviarla al norte.

De acuerdo con este medio, en septiembre de 2023 Gamboa aseguró a dos de sus supuestos socios —en realidad, informantes de la DEA— que el actual gobierno le permitía introducir cocaína al país.

Alias Pecho de Rata, exconvicto por narcotráfico, fue el primero en ser detenido y podría convertirse en el primer costarricense extraditado desde el país. Fue capturado por el OIJ en una de sus propiedades en Cahuita, Limón.

En diciembre de 2023 salió de prisión tras cumplir una condena de ocho años por narcotráfico, luego de ser vinculado con un decomiso de más de 300 kilos de cocaína.

Un informe de la DEA que respalda la solicitud de extradición señala que López —también identificado como Rey de Cahuita— utilizaba una finca en Sixaola para recibir aviones cargados de droga.

Se trataba de dos propiedades con salidas directas a playa Gandoca y al río Sixaola, a solo diez minutos de tránsito, puntos identificados como rutas de ingreso de cocaína y que quedaron más vulnerables desde 2023 ante la ausencia de Guardacostas.

Las fincas no estaban inscritas a nombre de López Vega, sino arrendadas por la sociedad Hermanos López Tyndall, integrada por sus hijos y en la que él figuró como fiscal. La DEA asegura que esa sociedad aún está controlada por sus familiares, y que las propiedades abarcan unas 95 hectáreas.

Una fuente confidencial (CS-1) declaró que López Vega había adquirido una propiedad en Sixaola para recibir aeronaves con cocaína y que mantenía estrecha colaboración con Gamboa Sánchez, incluso en operaciones de lavado de dinero a través de un equipo de fútbol profesional en Limón.

El tercer extraditable, Jonathan Guillermo Álvarez Alfaro, de 46 años, es señalado por la DEA como líder de una organización narcotraficante que opera en Norte, Centro y Sudamérica desde al menos 2008.

Ganadero de profesión, figura como uno de los principales responsables de coordinar envíos de cocaína desde Costa Rica hacia Estados Unidos desde al menos 2014. Según el expediente, su organización habría generado unos 1,2 millones de dólares en ganancias ilícitas.

Con base en testimonios de colaboradores y en comunicaciones interceptadas legalmente a sus asociados, las autoridades determinaron su participación en un cargamento de 328 kilos de cocaína incautado en San José el 21 de julio de 2016.

Ese día, gracias a la inteligencia obtenida de las interceptaciones y otras fuentes, la policía vigiló a dos de sus socios que conducían una camioneta Toyota Hilux cargada de cocaína. Al detener el vehículo, hallaron 149 kilos de droga ocultos y arrestaron a los ocupantes.

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