Abogada reparte sonrisas entre los niños como payasita: “Es mi terapia”
Superó la depresión y ahora emprende para poder sobrevivir
Karla Isabel Mora, una abogada y notaria de profesión, ahora reparte alegría y sonrisas entre los niños de Limón. En conversación con CRHoy.com, esta vecina de Limón centro contó que para ella esa es una terapia.
"Esto a mí me desconecta, lo disfruto demasiado porque soy yo, puedo ser yo en mi versión jocosa, alegre, positiva", aseguró la experta en leyes.
De hecho, para lograr hacer realidad su sueño de ser abogada, Mora tuvo que financiar los estudios universitarios con su talento como payasita, vendiendo globos en el Parque Vargas, en la provincia caribeña, hasta que logró graduarse en 2003.
Se percató de dicho talento por casualidad, cuando tenía tan solo 14 años. Según relata, pasaba las tardes en las esquinas del barrio Pacuare, en esa provincia, contándole historias y cuentos a sus amigos.
"Hasta que un día pasó una señora y me dijo ‘¿usted no anima fiestas?', porque me veía siempre rodeada de niños, a quienes les contaba cuentos, hacíamos juegos, etc. Yo le dije que no, pero insistió en que había una actividad de Japdeva para Pacuare, y así fue mi primer evento", aseveró.
Desde ese momento, dice, se dio cuenta de cuánto disfrutaba hacer ese trabajo, por lo que decidió continuar desarrollándose en esa área. "Luego animé el cumpleaños de mi sobrino que ahora tiene 27 años. Ella me financió mi primer traje, y así empecé a hacer fiestas como payasita".
"Ahí me di cuenta que lo disfrutaba mucho, siempre me ha gustado mucho compartir con los niños", agregó.
Depresión
Karla Isabel reconoce que, muchas veces, las personas que hacen reír llevan por dentro retos y pruebas. Por eso, afirma que su labor como payasita es una verdadera terapia para ella que la hace salir adelante.
En 2006, sufrió un atropello por un conductor que se "brincó" un alto, resultando severamente herida y provocándole incapacidad. Esto provocó que fuera cesada de su cargo en la jefatura interina de una institución de protección de la niñez, a donde llegó, precisamente, por el amor que tiene a trabajar con esa población.
El despido y el accidente la hicieron caer en una depresión que la consumió por varios años, y de la que le costó salir. La incapacidad, y el no tener trabajo, la hizo no poder pagar la colegiatura y así no poder ejercer.
A eso se suma el haber sufrido una relación sentimental con violencia doméstica psicológica, por lo que fue hasta el 2013 cuando, tras la separación, puso manos a la obra y se dedicó a su labor de payasita con la que logra subsistir.
"La mente me jugó una mala pasada, me deprimí. Ahora me estoy reconstruyendo. Quiero darle una mejor calidad de vida a mis hijos, como en todo, con esto a veces hay días malos y días buenos, pero no puedo dejar de trabajar, sino no como", dijo.
Con esto, además, su sueño es poder ponerse al día, saldar la deuda con el colegio profesional, y volver a ejercer la profesión por la que tanto luchó.
Navidad
Mora es una verdadera artista, se dedica no solo a ser payasita, también canta, baila, hace peritoneo y más cosas. Por ejemplo, para esta época innovó con un traje de Santa Claus con lo que espera seguir dando alegría a los niños.
Espera para los siguientes días, trabajar en el Parque Vargas, aprovechando la iluminación navideña. También ofrece sus servicios para Baby shower, fiestas de cumpleaños, repartición de volantes, y hasta despedidas de soltera.
Para contratar a Mora, puede comunicarse a ella al número telefónico: 8339-0107.