Alajuela clama justicia tras tiroteo: “Nos acostamos temprano para no ser alcanzados por una bala”
La violencia que golpea a San Rafael de Alajuela generó una fuerte reacción en redes sociales, luego del tiroteo registrado ayer lunes cerca de la escuela Julia Fernández Rodríguez, donde un hombre perdió la vida.
Una de las voces que se levantó fue la de Liss Quesada, vecina del cantón, quien compartió un sentido mensaje en su cuenta de Facebook, donde lamentó cómo la sangre y el miedo se han convertido en parte de la vida cotidiana de la comunidad.
"Mi pueblo, grita justicia, y yo lo grito con él. Mi pueblo hermoso, San Rafael, era un pueblo para amar. Se tiñe de rojo cada semana, y el rojo no es fiesta ni Pascua, es sangre que corre en las calles. Hoy, la calle ya no guarda risas, guarda silencio, miedo y pólvora. El suelo se tiñe de rojo y las madres lloran hijos que no volverán", escribió Quesada.
En el texto, la mujer recordó a otras víctimas recientes de la violencia. Cuestionó además la crudeza con la que familiares deben enfrentar la pérdida de sus seres queridos.
"Hace unas semanas fue Machito. Le dispararon por la espalda. Se dice que lo confundieron. No era él a quien buscaban, y esas balas no eran para él. Ni debieron ser para nadie. Ayer fue Emanuel. Siete disparos lo arrancaron de la tierra, siete veces le negaron el futuro. Y su madre corrió, corrió como solo corre una madre, pensando que la velocidad de su amor podía revivirlo. Pero fue más rápido un celular. Fue más rápido el morbo que la compasión. Ella vio a su hijo primero en la pantalla de otro, antes de alcanzarlo con sus propios ojos, como si la crueldad necesitara testigos, como si el dolor mereciera viralizarse. Lo encontró aún tibio, aún esperando ese último abrazo. Pero por más rápido que corrió, ya no pudo encontrarlo vivo".
Finalmente, la vecina concluyó con un clamor que asegura es compartido por toda la comunidad.
"Dios mío, ¿qué está pasando con mi pueblo? ¿Dónde quedaron las noches en que jugábamos escondido hasta tarde en la calle, sin miedo a que una bala nos encontrara? Ahora nos acostamos temprano, como si el sueño pudiera protegernos de la muerte. Nos acostamos temprano no para descansar, sino para no ser alcanzados por una bala que no es para nosotros y no debería ser para nadie.
San Rafael, mi pueblo, grita justicia y yo lo grito con él porque si callamos, nos matan dos veces: una con la bala, otra con el silencio".
El tiroteo de ayer lunes dejó a un hombre sin vida tras recibir múltiples impactos de bala en el pecho. La Cruz Roja Costarricense confirmó que al llegar al sitio la víctima ya no presentaba signos vitales.
Las autoridades mantienen abierta la investigación para esclarecer las circunstancias y dar con los responsables.