Ambientalistas denuncian contaminación en Crucitas ante Salud
Se estima que para extraer un gramo de oro se requieren al menos 14 gramos de mercurio
La Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza (Fecon) presentó una denuncia ante el Ministerio de Salud, por la contaminación con mercurio en Crucitas, en Cutris de San Carlos. La organización exigen a las autoridades sentar responsabilidades sobre los dueños de la finca implicada, para que remedien el daño ambiental en la zona.
El mercurio está calificado como una sustancia altamente tóxica y que plantea especiales problemas de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud. En Cutris, la crisis acumula meses, luego de que nunca se realizara la mina que avaló el gobierno de Óscar Arias de la empresa canadiense Infinito Gold.
Fecon llamó la atención a que el uso de mercurio resulta en un peligro para los mineros, sus familias y las comunidades vecinas. Se estima que para extraer un gramo de oro se requieren al menos 14 gramos de mercurio.
Un informe de la Universidad Nacional (UNA), finalizado desde setiembre, destacó que los coligalleros están usando mercurio para amalgamar el oro que extraen de forma ilegal de Crucitas. La actividad contamina ríos, cuencas, mantos acuíferos y peces.
Henry Picado, presidente de la Fecon, recordó que la minera planeaba sacar 33 millones de metros cúbicos, mientras tuvieran la concesión. Por eso reclamó que el impacto ambiental planteado por Industrias Infinito era al menos 200 veces mayor que lo que representa el problema actual de la minería ilegal.
Sin embargo los procedimientos habrían sido distintos. Óscar Arias declaró de interés público el proyecto minero. Pero el Tribunal Contencioso Administrativo lo frenó en el 2010. La decisión del expresidente aún se discute en tribunales.
"Hay que recordar que Industrias infinito planteaba tener un impacto sobre una extensión mínima de 123 hectáreas, con profundidades de hasta 75 metros", dijo Picado.
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Desastre tóxico
El nitrato de mercurio se produce en la separación química de la amalgama empleada en Crucitas, que se deposita en los sedimentos de los ríos y suelos. Fecon aseguró que la acción bacteriana y bajo ciertas condiciones, se puede convertir en mercurio orgánico, especialmente metil-mercurio.
Este es es de gran toxicidad para las personas, ya que puede acumularse en los organismos acuáticos. Actualmente aún se desconoce la valoración exacta de cuántas hectáreas, de las 123 originales, han sido impactadas.
Según los datos del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Minero Crucitas, los sitios que podrían tener oro, no solo están en la Finca Ninvoyet, sino también en otras fincas aledañas. Por esta razón la Fecon solicitó al Ministerio de Salud aplicar las normas constitucionales; el Convenio de Minamata sobre el mercurio; y la Ley para la Gestión Integral de Residuos (GIRS).
"Este conjunto de parámetros legales establecen las responsabilidades de los administrados y del Ministerio de Salud, en relación con la prevención, mitigación y remediación de los suelos contaminados", explicó el abogado ambientalista Alvaro Sagot.
Agregó que es importante el Reglamento sobre valores guía en suelos para descontaminación de sitios afectados por emergencias ambientales y derrames. "Es una norma de vital importancia para sentar las responsabilidades incluso de los propietarios; lo anterior, pues las normas señalan que los dueños deben responder independientemente de la intensión o no de contaminar en sus fincas", concluyó.