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Antigua técnica china salva vidas a través de materia fecal

Efecto es casi "milagroso" contra la bacteria Clostridium Difficile

Por Joselyne Ugarte | 27 de Jun. 2018 | 5:56 am

Aunque podría sonar desagradable, una antigua técnica utilizada en China en el año 1950, salva vidas en los hospitales de Costa Rica. Conocida en ese país como "sopa amarilla", el trasplante de materia fecal tiene una respuesta muy positiva para el tratamiento de la diarrea causada por la bacteria Clostridium Difficile.

El primero en implementarla fue el Hospital San Juan de Dios (HSJD), luego de que en el 2013 se reportara la muerte de al menos 5 personas que permanecían internadas en ese centro médico por la infección con la bacteria. Los hospitales San Vicente de Paúl en Heredia y el Nacional de Niños, también reportaron en algún momento la presencia del microorganismo. Recientemente, en mayo de este año, el San Juan informó sobre el aislamiento de 5 personas con la bacteria.

La Clostridium apareció en el mundo entre 1999 y el 2000 y es la principal causa de diarreas a nivel hospitalario.

Se genera por el mal uso (abuso) de medicamentos o antibióticos (principalmente), pero también hay factores de riesgo, como el envejecimiento (es más común en mayores de 65 años), la hospitalización, sonda para alimentación, ausencia de lavado de manos, contaminación de superficies, presencia de otras enfermedades previas y el contacto con portadores asintomáticos. En Costa Rica, 2 terceras partes de los casos se dan en los hospitales y una tercera parte en las comunidades.

Tratamiento efectivo

Esta bacteria, que es el principal agente patógeno causante de diarreas asociadas a la atención de la salud, se detecta por medio de exámenes de laboratorio, explicó el doctor Fernando Morales, director del hospital Nacional Geriátrico Raúl Blanco Cervantes.

Ese centro médico aplica el tratamiento de trasplante fecal desde el 2015. En 2 años registraron 138 pacientes con la bacteria: 107 fueron tratados con antibióticos y 31 con el trasplante fecal (en 8 de estos últimos tuvieron que practicarlo 2 veces).

Diana Paniagua, enfermera del hospital Nacional Geriátrico, explicó que el trasplante se aplica a los pacientes cuando no tienen una respuesta positiva a la primera línea de tratamiento que son los antibióticos Metronidazol, Vancomicina y Fidaxomicina.

El trasplante, se hace luego de conseguir el consentimiento informado de los familiares del paciente. Se eligen a 2 personas cercanas quienes son sometidas a exámenes de Hepatitis B y C, del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y de heces para descartar que tengan algún germen infeccioso y se elige a una de ellas.

"El día de la donación el donante debe recolectar la deposición completa de las heces de la mañana. Pueden utilizar laxantes para traer las heces frescas porque así deben ser. La traen al hospital junto con insumos adicionales como una cuchara y un colador ya que los necesitamos para el procedimiento pero no los tenemos comúnmente en los laboratorios. Ahí se hace una preparación en una cámara, se trata de una mezcla con solución fisiológica", explicó Paniagua.

La infusión se le aplica al paciente por medio de una sonda ya sea en la nariz o en el ano. El doctor Morales aseguró que cuando se hace por medio de la nariz el paciente no percibe ningún tipo de olor, pues es como cualquier otro medicamento.

Los resultados son casi que inmediatos. Además de salvar la vida del paciente, otra de las ventajas es que disminuye el plazo de aislamiento de la persona y por ende, disminuye los costos hospitalarios.

"Todos tenemos una flora intestinal que reside dentro del colón. Todos tenemos una cantidad necesaria de bacterias que se encargan de procesar, metabolizar la digestión, al usar un antibiótico la flora se ve impactada en menor o mayor grado. El Clostridium puede estar dentro de la flora intestinal presente dentro de la flora en un porcentaje menor inhibida por las bacterias. Al estar el paciente sometido al tratamiento la flora se pierde y la Clostridium se pierde. El trasplante trata de restablecer la flora, pues no hay un medicamento para esto", explicó Morales.

Cualquier persona

Según los médicos, prácticamente cualquier persona independientemente de su edad, que haya tenido la infección y que no haya respondido a las medicinas, puede ser sometida al trasplante. En algunos pacientes han tenido que repetir el procedimiento, pero es la minoría.

Hasta el momento el tratamiento ha reportado pocos efectos secundarios. "Lo que hemos documentado es muy poco. El paciente podría tener diarrea luego del trasplante (…) Pueden producir eructos, pero hasta el momento no han sido relevantes", finalizó Paniagua.

 

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