Avanzando hacia la economía circular desde los sistemas alimentarios
Nuestro estilo de vida actual está poniendo en riesgo no solamente la calidad de vida de las personas, sino en el largo plazo, la vida misma en el planeta. Los científicos han afirmado que la transformación de los sistemas alimentarios es una de las herramientas más poderosas para cambiar el rumbo y avanzar hacia un desarrollo sostenible.
Entendemos por sistema alimentario al conjunto de actividades y actores involucrados en el procesamiento, transporte, consumo y gestión de residuos de los alimentos. Vale decir que se relacionan con todos los aspectos de la existencia humana, afectando no solamente nuestra salud física, sino también la del medio ambiente y la sociedad.
Según estudio publicado en la Revista Científica Nature Food, a nivel mundial, los sistemas alimentarios en su configuración actual son responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estas emisiones se producen a lo largo de todas las etapas de la cadena alimentaria, desde su producción, hasta el consumo; así como a partir de los deshechos que se generan, tanto por alimentos que se pierden o desperdician, como por residuos relacionados con su procesamiento y distribución.
Esta situación pone en nuestras manos el desafío de buscar diariamente mejores opciones para garantizar el futuro del planeta y la calidad de vida de las personas. Adoptar enfoques más sostenibles, seguros y resilientes en el modelo de procesar, envasar y distribuir los alimentos sin aumentar la cantidad de residuos generados, es una prioridad impostergable. Este es un esfuerzo que no recae solo en las empresas y los gobiernos, sino que todos, como parte del sistema alimentario, debemos unirnos en esta transformación en la que cada eslabón de la cadena juega un papel significativo para reducir el impacto medioambiental.
Avanzar en la trasformación de la sostenibilidad en la industria de alimentos en lo que respecta a envasado y procesamiento es fundamental. Desde este enfoque la economía circular es una de las áreas clave, sobre todo teniendo en cuenta que según las previsiones del Banco Mundial, los residuos mundiales aumentarán un 70% de aquí a 2050 si no se adoptan medidas urgentes. Actualmente, más de un 90% de los materiales extraídos terminan desperdiciados, según reporte de las Naciones Unidas.
Esto implica pasar de la tradicional economía lineal, basada en un modelo de "tomar-hacer-desperdiciar", hacia una economía que promueve la reducción, reutilización, el reciclaje y la valorización.
Desarrollar el envase de alimentos más sostenible del mundo es parte del camino a seguir; un envase de cartón elaborado solamente con materiales renovables o reciclados de origen responsable que sea totalmente reciclable y deje una huella de carbono menor. Esto contribuirá a proteger y restaurar el clima, los recursos y la biodiversidad de nuestro planeta, además de promover una producción y distribución neutras en carbono. Estos envases deben ser convenientes y seguros, ayudando así a garantizar un sistema alimentario resiliente.
Diseñar para el reciclaje
Para abordar la problemática de gestión de residuos, un paso importante, es diseñar para el reciclaje. Con este propósito en mente están diseñados los envases de cartón asépticos para bebidas. De esta manera, al estar compuestos aproximadamente por un 75% de fibra de papel se pueden reciclar en un proceso con agua y agitación, similar al que llevan a cabo en los molinos de fabricación de papel y cartón. Esto permite crear alianzas con estos molinos para que reciclen los envases, lo que abre la puerta a una economía circular de bajo carbono.
Adicionalmente, en una economía circular, la utilización de recursos renovables como materias primas juega un papel crucial, ya que reducen la demanda de recursos limitados y el impacto medioambiental de su extracción. Por esta razón consideramos crucial invertir en la innovación, buscando alternativas de plásticos de origen vegetal, como es la caña de azúcar, así como la sustitución del aluminio y el aumento del contenido de fibra. En esta línea, se están llevando a cabo pruebas con una barrera a base de fibras para sustituir el aluminio en los envases asépticos. Los primeros resultados sugieren que esta barrera podría reducir las emisiones de CO2 en comparación con los envases asépticos tradicionales.
Con el aumento de los residuos a nivel mundial y los impactos negativos de los sistemas alimentarios en el medio ambiente, es imperativo actuar ahora. Todos debemos asumir nuestra responsabilidad y trabajar juntos en esta transformación hacia un futuro más sostenible y equilibrado. Como consumidores, podemos elegir productos y envases que sean sostenibles y reciclables. Además, debemos informarnos y educarnos sobre la importancia del reciclaje y las prácticas sostenibles.
La población costarricense ha demostrado un fuerte compromiso con este tipo de prácticas y se mantiene a la vanguardia en la región en cuanto a volumen de reciclaje. De 81 millones de envases de cartón para bebidas recuperados en Centroamérica y el Caribe en el año 2022, más de 60 millones fueron recolectados en Costa Rica. Asimismo, el país cuenta con una nueva planta recicladora para producir cajas de cartón con fibra de estos envases, un importante aliciente para continuar avanzando hacia la economía circular.
Luchar contra el cambio climático y proteger el medio ambiente requiere de un enfoque integral y la adopción de prácticas más sostenibles desde la producción, hasta la distribución y consumo de alimentos. El reciclaje, la valorización de residuos y la transición hacia envases más sostenibles son prácticas que están a nuestro alcance y pueden redundar en una importante contribución en este camino.
Gerente de sostenibilidad de Tetra Pak Centroamérica y Caribe