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Ciencia

Cambio climático impactará el mundo del fútbol: 10 estadios superarán límites seguros de temperatura

Por Ambar Segura | 9 de Sep. 2025 | 4:11 am

El 11 de junio de 2026 arrancará la Copa Mundial de Fútbol 2026, pero según un nuevo estudio científico esta podría ser la última tal y como la conocemos.

Un reciente estudio científico, llamado "Campos en Peligro", reveló que podría ser la última vez que se juegue un Mundial en América del Norte sin una adaptación climática.

El análisis, desarrollado por Football for Future, Common Goal y Jupiter Intelligence, estimó que 10 de los 16 estadios que albergarán partidos durante el Mundial excederán los límites climáticos seguros para el juego.

Pero, ¿cuáles serán los estadios más vulnerables?

Monterrey en México, Miami, Houston y Dallas, en Estados Unidos, encabezan la lista. De hecho, para el 2050 enfrentarán entre 100 y 160 días de calor. Además, se suman riesgos como inundaciones repentinas, vientos extremos y escasez de agua.

Específicamente, para 2050 el estadio de Monterrey tendrá 108 días que excederán los 32°C WBGT. Esta medida corresponde al alto nivel de estrés térmico ambiental y combina la temperatura, humedad, velocidad del viento y luz solar directa para evaluar qué tan caluroso se siente el ambiente para el cuerpo humano.

Además, tendrá 29 días por encima de los 35°C WBGT, en este punto, el juego al aire libre se vuelve inseguro. "Esta tendencia señala riesgos serios y crecientes para la salud de los jugadores, el rendimiento y la viabilidad de la programación del torneo", aseguran los investigadores.

Aunque el 2050 suene lejano, el peligro ya se está manifestando. México enfrentó, entre abril y junio de 2024, tres olas de calor récord y Monterrey alcanzó los 45°C. Cuando culminó la tercera ola, el Ministerio de Salud mexicano registró más de 1.900 casos médicos relacionados con el calor y 90 muertes por insolación y deshidratación.

Calores en el Mundial

El análisis asegura que para cuando el Mundial regrese a Estados Unidos, Canadá o México, los riesgos climáticos exigirán un enfoque distinto sobre cuándo, dónde y cómo se juegan los partidos.

Con el pasar de los años no se podría seguir el mismo modelo de programación en verano, estándares de infraestructura actuales y protocolos climáticos mínimos. Para los investigadores, estos escenarios no son hipotéticos ni distantes y subrayan la necesidad de una planificación urgente y coordinada.

"La crisis climática está redefiniendo el contrato social del fútbol", aseguran.

Estados Unidos organizó la Copa Mundial en 1994 y ahí, el calor extremo ya era una preocupación. Los equipos llegaron días antes para aclimatarse, los partidos se programaron durante las temperaturas máximas del mediodía, y se reportaron incidentes médicos entre los espectadores. Hoy, 30 años después, el planeta se ha vuelto más caliente.

Las temperaturas globales en 1994 ya estaban 0,32°C por encima del promedio 1951–198. Para 2024, esa cifra había aumentado a 1,29°C, marcando un incremento de 0,97°C en solo tres décadas, impulsado en gran parte por la quema de combustibles fósiles.

En 1994, múltiples ciudades anfitrionas ya experimentaban calor intenso:

  • En Dallas, las temperaturas diurnas de verano regularmente excedían 37,8°C
  • En Pasadena, condado de Los Ángeles, los máximos promedio variaron de 27,8°C a 31,7°C
  • En East Rutherford, Nueva Jersey, las temperaturas a menudo superaban 32,2°C, con alta humedad

Durante ese mundial, 34 de los 52 partidos se jugaron durante el calor de mediodía. En la inauguración, 43 aficionados fueron atendidos por agotamiento por calor y 13 fueron hospitalizados.

Carlos Trucco, portero boliviano, aseguró después del partido que las condiciones estaban diseñadas "para matar jugadores".

Por su parte, Carlos Alberto Parreira, entrenador de Brasil, manifestó que: "Para dar 100% de esfuerzo en este clima, tendrías que ser un robot".

La situación se había dado previamente en la Copa del Mundo de 1986 en México. De hecho, Diego Maradona expresó su frustración por las temperaturas.

"Debería ser parte de las reglas, de una vez por todas, que los organizadores tomen en cuenta a los jugadores de fútbol. Sin nosotros, no habría espectáculo… Al menos los horarios de los juegos deberían establecerse en el momento en que jugamos mejor, no cuando hace más calor", comentó.

Ahora, en la Copa Mundial Masculina de 2026, los jugadores enfrentarán condiciones similares. En algunos casos, serán más peligrosas, porque el mundo ahora es casi 1°C más cálido.

Jugadores exigen adaptación

Mark McKenzie, defensor de la Selección de Estados Unidos, aseguró que es importante que el Mundial se realice desde una perspectiva de sostenibilidad. "Este informe puede servir como un verdadero punto de inflexión para que el fútbol dé un paso adelante y cumpla su potencial como catalizador para la acción climática", indicó.

Juan Mata, ganador de la Copa del Mundo de 2010 compartió que no puede ignorar la realidad de la crisis climática.

"La estamos viendo más claramente que nunca, desde olas de calor récord hasta inundaciones como las de Valencia. El fútbol siempre ha unido a las personas, pero ahora también es un recordatorio de lo que podemos perder si no actuamos. Todos tenemos un papel que desempeñar en enfrentar este desafío", dijo.

Para Alexei Rojas, portero del Arsenal es preocupante que aproximadamente el 90% de los estados de la Copa del Mundo para 2050 requerirán adaptación para poder jugar.

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