Logo

Carlos Chinchilla, 420 días de sacudidas: huelga, cementazo y más

Gestión marcada por huelga judicial y salpicones por "cementazo"

Por Pablo Rojas | 16 de Jul. 2018 | 12:29 pm

Carlos Chinchilla Sandí tuvo uno de los pasos más efímeros que ha tenido un presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Chinchilla, un exjuez penal de 55 años, estuvo al frente del Poder Judicial durante tan solo 420 días. Sin embargo, para muchos, este ha sido el período más turbio para la justicia costarricense.

Quien hasta hoy fungió como máximo jerarca judicial asumió el cargo el 22 de mayo del 2017. Obtuvo 17 votos de 22 posibles y se impuso ante Luis Guillermo Rivas, presidente de la Sala Primera, quien fue su contendiente.

Previo a eso, entre 2007 y mayo de 2017, fungió como magistrado de la Sala Tercera; el tribunal a donde llegan en última instancia las causas penales. Para bien o para mal, esta Sala es la encargada de desestimar o condenar…

La gestión de Chinchilla como jerarca empezó cuesta arriba. Rápidamente tuvo que lidiar con una huelga judicial que se extendió durante 13 días y que puso en jaque la realización de autopsias en la morgue. Esto se ganó el repudio de la gente, el descontento popular y empañó la imagen de la institución.

La huelga estuvo motivada por el descontento de los gremios ante las reformas a los regímenes de pensiones.

Cuando apenas salía de las consecuencias de esa huelga, le estalló en la cara el escándalo del "cementazo".

Le estalló porque su nombre es protagonista fundamental en la trama. Cuando aún era magistrado de la Sala Tercera, en febrero de 2017, Chinchilla fue el instructor de la desestimación del polémico expediente donde se investigaban presuntos favorecimientos de los exdiputados Otto Guevara y Víctor Morales Zapata para Juan Carlos Bolaños Rojas, importador de cemento chino.

La decisión de la Sala Tercera, con la instrucción de Chinchilla, se tomó en tiempo récord sin contemplar insumos aportados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Eso valió para que el magistrado, junto con sus excompañeros de la Sala Tercera, fuera denunciado en lo administrativo y lo penal por la Asociación de Investigadores en Criminalística (ANIC).

Su gestión también vivió la sacudida en la cúpula del Ministerio Público tras los salpicones del 'cementazo': la salida de Jorge Chavarría como fiscal general, sucedida por la sanción a Celso Gamboa, su compañero y amigo en la Sala Tercera, despedido por su vínculo con Bolaños Rojas.

Camino polémico…

El 22 de mayo, día de su investidura como presidente de la Corte, Chinchilla se declaró devoto de la Virgen de los Ángeles, fiel creyente en Dios y afirmó que trabajaría para "hacer cosas buenas en el Poder Judicial".

"Hoy me honran con esta designación y se los agradezco de todo corazón. Dios tiene un camino preparado para mí, para todos ustedes y sé que juntos podemos hacer las cosas muy bien.

Les pido que por favor me busquen; si en algún momento hago algo mal o no lo estoy haciendo de la forma correcta, díganmelo, porque es importante y voy a entender", dijo el exjerarca en esa oportunidad, según consta en el acta de la sesión.

Hoy, 420 días después de esa tarde de mayo, Chinchilla se acogió a su jubilación en medio del silencio y esas frases quedan en el olvido.

Deja su cargo 5 días después de que la Corte Plena acordara sancionarlo con una nota escrita por dirigir la polémica desestimación vinculada al 'cementazo'.

Se va con el legado de ser el primer presidente de la Corte Suprema de Justicia en recibir una amonestación.

Como señalan los gremios judiciales, su adiós no terminará por aclarar los nublados de su polémica gestión.

Comentarios
9 comentarios
OPINIÓNPRO