CCSS reporta atenciones de niños de 5 años que ingirieron líquidos de vapeadores
Si una persona vapea, pero lo deja, algunos de los daños podrían revertirse
En los últimos dos años, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha atendido casos de niños, por ejemplo de cinco años, que ingirieron líquidos utilizados para vapear.
Así lo confirmó la doctora Marny Ramos, coordinadora del Programa de Enfermedades Asociadas al Consumo de Tabaco de la CCSS, quien explicó que estos líquidos pueden resultar atractivos para los niños pequeños por su olor y sabor.
Si eso está al alcance en la casa, representa un riesgo muy alto, porque un trago de este líquido tiene una concentración de nicotina bastante elevada, explicó la experta.
Además, Ramos relató que han detectado casos de niños de diez años que han usado vapeadores. También se observa en la institución que, a partir de los 14 años, aumenta la cantidad de atenciones por trastornos relacionados con el vapeo, lo cual podría estar relacionado con el ejemplo que reciben los menores en sus hogares, escuelas o colegios.
Dicha situación es preocupante, ya que los pulmones y el cerebro de estos menores aún no han terminado de desarrollarse. Según explicó Ramos, la nicotina que contienen estos dispositivos genera dependencia a cualquier edad, pero sus efectos son más delicados en niños y jóvenes.
El cerebro termina de desarrollarse después de los 20 años. El problema es que esto puede generar trastornos conductuales y de aprendizaje, problemas de ansiedad y depresión, afirmó.
El número de atenciones médicas en consulta externa por trastornos relacionados con el vapeo en menores de 20 años en Costa Rica aumentó de forma alarmante entre 2021 y 2024, según datos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Mientras que en 2021 se registró solo un caso, en 2022 la cifra subió a 11; en 2023, se elevó a 565; y en 2024, alcanzó los 1.816 casos, lo que evidencia un crecimiento continuo y acelerado.
Daños en todo el cuerpo
La sustancia que genera adicción a estos dispositivos es la nicotina, la cual está presente en muchos que incluso indican no tenerla, según estudios realizados por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa).
De acuerdo con Ramos, esta sustancia afecta diferentes órganos y sistemas del cuerpo humano. Por ejemplo, aumenta la presión arterial, el ritmo cardíaco y causa tos crónica.
Causa cambios a nivel cardiovascular que va a generar en personas jóvenes la posibilidad de tener infartos a edades más tempranas. También, accidentes cerebrovasculares (derrames). A nivel vascular, causa que llegue menos irrigación de sangre a las piernas.
La nicotina crea intolerancia a la glucosa, entonces a la larga va a predisponer a enfermedades como diabetes. Con respecto a los pulmones, todas las sustancias químicas tóxicas que contienen los dispositivos, se van depositando en los alveolos y ocasionan una inflamación crónica, restringiendo la capacidad pulmonar. Según se ha visto a nivel internacional pueden provocar cambios en el ADN de las células, entonces podría predisponer a cáncer a futuro, detalló Ramos.
Si una persona vapea, pero lo deja, algunos de los daños podrían revertirse. En las clínicas de cesación de la CCSS, Ramos ha observado como la capacidad pulmonar mejora.
El Dr. Jeancarlo Córdoba, de la Red Nacional Antitabaco (Renata), advirtió que el vapeo no es una práctica inofensiva, ya que su uso se asocia con múltiples daños en el organismo, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos previos.
A nivel pulmonar, según Córdoba, el vapeo puede provocar desde inflamaciones crónicas de las vías respiratorias hasta enfermedades graves, como el EVALI (enfermedad pulmonar asociada al uso de productos de vapeo), documentada en Costa Rica principalmente en menores de edad. También aumenta la vulnerabilidad a infecciones respiratorias.
El vapeo entre adolescentes no es una moda inocente, es una forma de iniciar adicción a la nicotina que puede marcar negativamente el desarrollo de su salud física y mental. No minimicen el problema. Hablen con sus hijos desde la empatía, escuchen sus razones, y busquen ayuda profesional para acompañar el proceso. Prevenir a tiempo puede salvarles la salud, manifestó el médico.