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Cultura

Cero Uno, la galería de arte donde las ideas se transforman en acompañamiento

Por Camila Castro | 6 de Sep. 2025 | 5:17 am

En Costa Rica abundan rincones que, aunque sabemos que existen, muchas veces desconocemos lo que guardan en su interior. Entre ellos destacan las galerías de arte, espacios que abren sus puertas a decenas de artistas que merecen ser vistos y escuchados. En un recorrido para adentrarnos en este mundo, nuestro primer hallazgo fue Espacio Cero Uno, un lugar dedicado al arte contemporáneo: creado por artistas y para artistas.

Espacio Cero Uno se ubica en el corazón de Costa Rica, en el centro de la capital, y es gestionado por cinco artistas. Este lugar no solo brinda la posibilidad de exponer, sino que acompaña a los creadores desde el inicio de sus proyectos.

El espacio ofrece residencias artísticas de aproximadamente tres meses en un taller contiguo a la galería. Allí, los residentes trabajan junto a los gestores del proyecto, quienes los orientan y acompañan en el proceso creativo. Muchas veces, los artistas llegan con una idea inicial y terminan desarrollando una propuesta completamente distinta, pues este lugar les abre la oportunidad de experimentar más allá de la simple exhibición.

Un aspecto fundamental es que Cero Uno se dedica exclusivamente a realizar exposiciones individuales, con el fin de mantener una relación más cercana con cada artista y fomentar un fuerte sentido de hermandad.

La idea no es que la obra esté lista únicamente para ser expuesta, sino que el artista pueda experimentar nuevos pensamientos, formas y conceptos durante su residencia. Hemos tenido la grata sorpresa de que muchos llegan con una idea y salen con otra distinta después de experimentar con nosotros, comentó Alejandro Ramírez, uno de los líderes del espacio.

En los últimos años, Cero Uno se ha transformado también en un espacio abierto para la comunidad: un lugar donde cualquiera puede leer un libro, estudiar o simplemente disfrutar de un entorno cultural seguro.

Ramírez subraya que el lugar ha logrado consolidarse como un centro cultural gracias a actividades complementarias como presentaciones de libros, proyecciones de películas, lecturas y charlas.

Uno de los proyectos que más ilusión les genera actualmente es el trabajo con personas de la comunidad LGBTQ+, quienes, en muchos casos, se han visto obligadas a abandonar sus espacios de origen debido a su identidad. Allí encuentran un lugar seguro donde participan en talleres que se convierten en obras artísticas expuestas en distintos puntos de San José, un proyecto que pronto podrá apreciarse en las calles josefinas.

Ramírez destaca que la intención del espacio no es solo atraer al público que entra a la galería, sino también al que circula alrededor, para que todos tengan la oportunidad de vivir experiencias artísticas y reconocer el valor del arte: "Eso por lo que tantas personas viven y dan alma, vida y corazón. Porque el arte no es solamente cultura, es también lo que llena de vida a los demás".

Las dos palabras con las que este espacio se define son experimentación y acompañamiento, debido al apoyo constante que brindan a los artistas.

Respecto a cómo formar parte de Cero Uno, Rodríguez explicó: "Los artistas que integramos este proyecto nos fijamos mucho en colegas de nuestro gremio y solemos invitar a quienes creemos que pueden aportar al espacio. Siempre buscamos abrir puertas para que los creadores experimenten y jueguen junto a otros artistas. Si alguien quiere exponer, que se acerque, y a partir de ahí vemos cómo suceden las cosas".

Para los gestores de este lugar, el arte está profundamente ligado a la sociedad, porque consideran que el pueblo también es cultura. Aunque en muchas ocasiones se prioricen otros aspectos, para ellos el arte es esencial para la convivencia: "Yo, Alejandro, sin el arte no quisiera ni quiero existir, porque es lo que me mueve; hacer gestión o crear mi propio arte me motiva profundamente", afirmó.

Rodríguez agregó la importancia de mantener lazos de hermandad con otros espacios culturales del país, pues el trabajo conjunto permite alcanzar con mayor facilidad un objetivo común: ofrecer lugares seguros donde las personas puedan experimentar, emocionarse, reír y llorar.

Finalmente, para quienes aún no han visitado Cero Uno, Rodríguez lanzó una invitación: "Que no le tengan miedo al arte contemporáneo. Queremos que la gente se acerque y logre entender este lenguaje, que para nosotros es lo más hermoso".

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