Chancha Negra: Una leyenda que transforma vidas…
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La Chancha Negra es un colectivo feminista cuyo nombre nació de una leyenda nicaragüense, que habla de una mujer que se convierte en chancha cuando la acosan o la violentan.
La agrupación la integran 9 mujeres de entre 24 y 28 años y existe oficialmente desde hace un año y medio. Allí ellas trabajan con metodologías participativas, principalmente, teatro espontáneo con la intención de incidir en la transformación social.
"Para tratar de reivindicar las luchas cotidianas de las mujeres en todas sus realidades, es que buscamos aplicar estas metodologías y trabajar con grupos diversos", dice Laura Tenorio, integrante de Colectiva Chancha Negra.
Alina Cedeño también es parte de la agrupación y destaca el aporte de las metodologías del encuentro, la participación y la acción.
Según la joven, la herramienta más potente que tienen en este momento es el teatro espontáneo, que consiste en la posibilidad de que las mujeres sean protagonistas de su propia historia "y para ello, nosotras representamos esas historias. Es como una forma de darle voz y cuerpo a las emociones, sensaciones y a sus diversas realidades".
El teatro espontáneo utiliza elementos del teatro callejero, de la psicología, del psicodrama que es de ahí de donde viene realmente y hace una fusión. "Y por esa razón, nunca llegamos con una obra hecha, sino que convocamos con un tema, la gente llega y ahí trabajamos espontáneamente (…)", explica Laura.
María José Murillo, otra integrante del colectivo, comenta que hasta ahora han trabajado con grupos de mujeres y colectivos feministas, pero también con escuelas, docentes y municipalidades, "y algunos de los temas que hemos desarrollado son violencia, diversidad sexual, acoso callejero y lucha política de las mujeres".
En poco tiempo el trabajo de la Colectiva Chancha Negra ha comenzado a darse a conocer. Y para ello, la joven cuenta que se preocupan por su capacitación, "de forma paralela a nuestras carreras, nos hemos ido formando en teatro espontáneo, yendo a cursos, salido del país a formarnos".
Las chicas además se reúnen los viernes para ensayar, "tratamos de prepararnos muy bien para cada función", menciona Laura.
Ejercicio de memoria histórica
Alina rescata que en el teatro espontáneo ninguna función es igual a la otra. Esto debido a que trabajan con historias de la gente, y en ese mismo sentido, "nosotras decimos que hacemos micropolítica porque las personas tienen la posibilidad de contar su historia, lo que le es negado muchas veces a ciertas poblaciones. Y además, es un gran ejercicio de memoria histórica (…) Es importante sentarnos, escucharnos y retomar la tradición oral de narrar".
Laura explica que también ve la labor que realizan como micropolítica porque los protagonistas son las personas que van a las funciones y que son especialmente mujeres, "la idea es que ellas sean quienes llenen esos espacios y no con historias que les inventan, sino con su propia cotideanidad".
María José Cordero es una aliada del colectivo. Ella apoya a estas jóvenes en sus actividades y menciona que conocerlas y ver el trabajo que efectúan ha sido una experiencia transformadora.
"Ellas son un grupo de mujeres con una fuerza increíble (…) Son como un árbol, tienen vida, no se sueltan y la Chancha Negra trabaja así… en colectivo", explica María José Cordero.