Chaves mintió: Costo del nuevo hospital de Cartago es ₡10 mil millones más barato que estimación hecha por la CCSS
Presidenta de la CCSS cuestionó criterios técnicos de los gerentes
Desde que el Gobierno perdió el poder de decisión sobre el futuro del nuevo hospital de Cartago, se ha dedicado a emitir falsedades con respecto a la readjudicación y a atacar los criterios técnicos de los gerentes de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Tanto Rodrigo Chaves, presidente de la República, como Mónica Taylor, presidenta ejecutiva de la CCSS, han cuestionado la readjudicación a la empresa Van der Laat y Jiménez por el precio de la oferta, pues aseguran que es excesivo; sin embargo, una vez más mintieron.
La compañía presentó una oferta por ¢226.000 millones, mientras que los estudios técnicos de la CCSS estimaron el costo del proyecto de diseño y construcción del hospital de Cartago en ¢236.000 millones. Es decir, el costo adjudicado está ¢10.000 millones por debajo de la estimación de la CCSS, la cual fue aprobada en 2023 por la Junta Directiva que presidía Marta Esquivel, expresidenta ejecutiva.
Taylor y Chaves cuestionan que exista una diferencia de $85 millones entre la oferta de la empresa mexicana que se retiró por dudas con el precio y la de Van der Laat y Jiménez. No obstante, Jorge Granados, gerente de infraestructura de la CCSS, respondió a estos cuestionamientos durante la Junta de Adquisiciones de esta semana:
Se ha dicho que estamos pagando $80 millones más; en realidad, la readjudicación que se plantea a la oferta de Van der Laat más bien está por debajo de la estimación presupuestaria que la Junta Directiva avaló en 2023. La Junta Directiva avaló ¢236.000 millones y la oferta es de ¢226.000 millones, aproximadamente $20 millones de diferencia, explicó Granados.
Además, en estos casos se define una banda de razonabilidad de precio con un límite mínimo y uno máximo. Al quedar la oferta dentro de la banda, se definió como razonable. El límite máximo para este proyecto fue de ¢262.000 millones y el mínimo de ¢212.000 millones.
De igual manera, durante el programa televisado de la Presidencia de la República de todos los miércoles, Taylor aseguró que se debía negociar con otras empresas antes de tomar la decisión de readjudicar, ignorando que la Dirección Jurídica, tras un análisis de la Ley de Contratación Administrativa, explicó en el criterio GA-DJ-7880-2024 que lo procedente era readjudicar según el orden de calificación de las ofertas.
En este caso, Van der Laat y Jiménez presentó la segunda mejor oferta, pues las otras empresas recomendadas por Taylor superaban la estimación de la CCSS. Edica ofertó ¢238.000 millones y Edificar, ¢263.000 millones.
Las cuatro ofertas presentadas para la construcción debían ser evaluadas por la Gerencia de Infraestructura, en la que el 80 % de la calificación se basa en el precio y el 20 % en el plazo.
Prodemex, la empresa originalmente adjudicada que retiró su oferta, obtuvo una calificación de 98,22 %, ya que presentó la propuesta de menor precio. Le siguió Van der Laat y Jiménez, ahora adjudicada por la Junta de Adquisiciones, con una calificación de 83,01 %.
La oferta de Prodemex era de ¢178.000 millones, pero la propia empresa alegó problemas con el precio para justificar su retiro.
Transcurrieron casi tres años desde que se dio la invitación y, finalmente, se adjudicó en definitiva el concurso. Durante este tiempo, la situación macroeconómica del país ha variado sustancialmente, en especial porque el colón se ha reevaluado respecto del dólar de manera dramática. A pesar de ello, el pliego de condiciones no prevé un mecanismo de reajuste de precios para las ofertas presentadas en dólares y a pagar en colones, como es nuestro caso, indicó Francisco Obando, representante legal de la empresa.
Van der Laat y Jiménez también dudó del precio ofertado por Prodemex e incluso presentó un recurso de apelación ante la Contraloría General de la República (CGR) contra el acto de adjudicación, argumentando que la oferta de la empresa mexicana era demasiado baja y, por ello, irrazonable.
Este martes, los gerentes de la CCSS tomaron la decisión de readjudicar a Van der Laat. Originalmente, la decisión iba a ser tomada por la Junta Directiva, pero, por una moción de representantes de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), pasó a ser responsabilidad de la Junta de Adquisiciones, un ente técnico conformado por los gerentes de la institución.
De hecho, el Gobierno se opuso a este cambio, pues con él se dificultaba su capacidad de intervención en el avance del hospital. Debido a que el traslado del análisis fue aprobado, Rodrigo Chaves sumó a su lista un nuevo enemigo: la Uccaep, ya que, por moción de esta, perdió poder sobre el hospital de Cartago.
¿Por qué urge un hospital en Cartago?
Antes de que se tomara la decisión de readjudicación, Guillermo Mendieta, director del Hospital Dr. Maximiliano Peralta Jiménez en Cartago, expuso a los gerentes las razones por las que los cartagineses merecen una nueva infraestructura lo antes posible.
Según Mendieta, desde hace 25 años el hospital alcanzó su máxima capacidad de ocupación. “No se ha podido trabajar porque la infraestructura no nos permite crecer”, aseguró.
Además, detalló que la construcción del edificio actual inició en 1880 y que desde 1992 no se ha realizado ninguna ampliación.
Algunas de las áreas críticas por falta de infraestructura son quimioterapia, hemodiálisis, maternidad, oftalmología, el tercer piso, encamados, emergencias, laboratorio clínico y sala de operaciones, entre otras.
Dentro de las salas de operaciones hay problemas con el aire acondicionado, lo que causa que constantemente se suspendan cirugías y que los pacientes deban esperar más tiempo en las listas de espera.
ese a que el servicio de emergencias tiene capacidad para 60 personas, comúnmente se aglomeran hasta 100, e incluso algunas deben esperar fuera del hospital.
El hacinamiento afecta la privacidad y dignidad de los pacientes, exponiéndolos a situaciones incómodas y estresantes, lo que impacta negativamente en su bienestar físico y emocional, retrasando su recuperación, concluyó Mendieta.