Circuitos, motores y más: niñas ya construyen su sueño de convertirse en ingenieras
Desarrollan gusto por construir, armar, probar y descubrir
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Bianca Daniela Arce y Mariangel Delgado tienen 8 y 11 años. A su corta edad ya saben que la ingeniería les apasiona. Desde hace 2 meses asisten a talleres para aprender más sobre esta rama, que ellas esperan en el futuro se convierta en su profesión.
Bianca Daniela es vecina de Quepos y asiste a clases de ingeniería electrónica los sábados en San José. Al curso llegó gracias a la beca María Eugenia Díaz (madre de Franklin Chang) de Engeneering for Kids, para niños con alta dotación. Es un programa del Ministerio de Educación Pública (MEP).
La menor cuenta que a través de estas clases comenzó sentir interés por el funcionamiento de circuitos. "Como por ejemplo, los LEDs y todo lo que tenga que ver con ingeniería", dice.
La estudiante con orgullo comenta que en el taller creó un bote que funciona con baterías, "tiene un motor para que la hélice pueda girar y el aire lo empuje en el agua. Cuando sea grande quiero ser ingeniera electrónica y crear algo que ayude a personas con discapacidades", explica.
Darling Donaire, madre de Bianca Daniela, dice que apenas se enteró que su hija podía asistir a este taller, de inmediato se dio cuenta que esto la beneficiaría.
"Es una niña muy curiosa y por eso tomamos la decisión con su papá de hacer el esfuerzo de traerla a San José una vez a la semana. De hecho, el curso le ha despertado más la curiosidad. Ella desde muy pequeña armaba y desarmaba juguetes y con este taller ha aprendido mucho (…) Por eso creo que el sacrificio vale la pena", dice.
Linternas y motores
Mariángel Delgado vive en Liberia y también aspira ser ingeniera cuando termine el colegio. Todos los sábados se levanta a las 2:00 a.m. para llegar a tiempo al taller de ingeniería electrónica en San José.
La joven reconoce que le atrae la ingeniería. "En el curso he aprendido mucho sobre las áreas que me interesan. Por ejemplo, cómo funciona una linterna o diferentes tipos de motores (…) Me gusta construir cosas (…)", dice.
Kathia Medrano es la madre de Mariángel y menciona que su hija desde pequeña ha sido muy creativa. "Por eso busqué este taller (…) Al principio vi que ella sentía cierta incertidumbre por saber quiénes eran los profesores o compañeros, pero después se relajó. La idea es ayudarla a cumplir un sueño y eso se trabaja día a día con disciplina", afirma.
La madre de la menor señala que el taller le ha dado más seguridad a su hija. "Ella ha desarrollado más habilidades y la he visto descubriendo e investigando. (…) Traerla a este taller es un trabajo en equipo. En la familia todos nos unimos en este proceso de aprendizaje", indica.
Lógica y resolución de problemas
Carla Gómez es ingeniera química y profesora de Engeneering for Kids y explica que imparten proyectos especializados de 12 ingenierías distintas, cómo ingeniería química, mecánica, ambiental, robótica, programación de videojuegos, espacial, entre otros.
"Lo que hacemos es enseñarles los conceptos básicos de ciencia, tecnología y matemáticas, aplicados a un nivel para niños", explica. Los niños que asisten a estos talleres tienen de 4 a 6 años y de 7 a 12 años.
"Están en una edad donde aprenden todo muy rápido. Son cómo esponjitas porque absorben todo. Es la época ideal para enseñarles cómo resolver problemas y utilizar la lógica. Por ejemplo, cómo emplear un proceso de diseño que utilizan los ingenieros para desarrollar un problema.
Nosotros enseñamos ingeniería, pero son habilidades que ellos pueden extrapolar a otras ramas. Tal vez no todos los niños sean ingenieros, pero la lógica que desarrollan con estos programas les puede ayudar mucho en un futuro", concluyó.