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Cronología: Así fue el paso a paso y los lugares donde mantuvieron en cautiverio a empresario secuestrado

Por José Adelio Murillo | 16 de Nov. 2025 | 3:18 am
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La banda conformada por al menos 13 personas habría orquestado un plan previo para distribuirse funciones, coordinar y ejecutar el secuestro de Jorge Alberto "George" Angulo Solano, así como amenazas de muerte hacia el empresario, en las cuales exigieron el pago de diez (10) monedas Bitcoin o su equivalente en efectivo, un total cercano a los ₡100 millones.

La acusación presentada por la Fiscalía Adjunta de Delincuencia Organizada (FAEDO), a la cual CR Hoy consiguió acceso, pretende someter a esta supuesta agrupación criminal a juicio por el secuestro extorsivo de Angulo y de otro empresario, Jaime Guardián Moreno, perpetrados en 2023.

El documento judicial explica que todo comenzó aproximadamente el 1.º de enero de ese año, entre las 8:37 a. m. y las 11:34 p. m.

El dueño de una cadena de gimnasios se desplazó desde su casa de habitación, localizada en Rohrmoser, San José, hasta Puntarenas, propiamente al sector de Jacó en Garabito. Luego retornó nuevamente a su vivienda el mismo día.

Esto fue aprovechado por los acusados Kevin Vargas Miranda, Juan Mauricio Granados Granados, Osvaldo Ulate Garro y Alejandro Picado Torres, quienes —según el esquema acordado previamente y la designación de roles— efectuaron labores de vigilancia, seguimiento y control del agraviado durante su desplazamiento.

Para esto, Vargas se mantuvo desde días previos en el sector de Herradura, también en Garabito, en un punto de control, mientras que Granados, Ulate y Picado se encargaron de dar seguimiento al objetivo durante el recorrido, según el Ministerio Público.

El 3 de enero del 2023, a eso de las 10:30 p. m., los acusados Ronald Leiva Ríos, a bordo de un vehículo Toyota Corolla azul; Ulate, en un Hyundai Accent color bronce; así como otras personas no identificadas, en un Nissan Tiida gris, siguieron a la víctima, quien conducía su vehículo personal desde las inmediaciones de Plaza Mayor hasta su casa de habitación en Rohrmoser, con el fin de asegurarse de que él estuviera utilizando el vehículo.

El 5 de enero del 2023, a las 8:30 a. m. aproximadamente, en San Pedro de Montes de Oca, inmediaciones de la Rotonda de la Hispanidad, Angulo llegó a su lugar de trabajo, ubicado en el gimnasio "George Angulo Fitness".

Al estacionar su carro y sacar artículos personales del carro, se aproximó un vehículo Mitsubishi Montero gris, con placas que no le pertenecían, conducido por el acusado Granados. Junto a él viajaban Bayron Estiben Madrigal Calvo y un grupo de aproximadamente cinco personas más, aún no identificadas, quienes descendieron.

Sin ser autoridad policial, utilizaron ropas negras y chalecos con el logo del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Se identificaron como agentes judiciales, abordaron al blanco del crimen y lo sometieron con armas de fuego.

El empresario comenzó a forcejear con los secuestradores. A raíz de esto, se aproximó un segundo vehículo Toyota Corolla, también con placas falsas, conducido por el acusado Leiva, quien iba acompañado de al menos cuatro sujetos más.

Todos, igualmente vestidos como policías judiciales sin serlo, sometieron al agraviado y lo subieron al Toyota Corolla. Una vez dentro, el ofendido fue privado de libertad y sacado del sitio.

Para someterlo, lo golpearon en la cabeza y el rostro con las empuñaduras de las armas que portaban, le colocaron una capucha negra y lo amenazaron con fusiles de asalto y armas cortas. Asimismo, lo despojaron de sus pertenencias, entre ellas dos teléfonos celulares Samsung.

Mientras Granados, Leiva, Madrigal y otros miembros del grupo ejecutaban el "levante" dentro del parqueo del gimnasio, otros integrantes se mantenían en las afueras realizando labores de vigilancia y seguridad perimetral para garantizar el resultado del secuestro.

Una vez que el ofendido fue secuestrado, lo trasladaron a la provincia de Cartago por la ruta Florencio del Castillo, donde lo movilizaron entre tres distintos sitios de cautiverio, aún no identificados.

 

Varios sitios de custodia

El primer sitio se ubicó en algún lugar de la Vieja Metrópoli, donde Angulo permaneció por aproximadamente dos horas en una estructura similar a un cuarto, cercana a un jardín y custodiado por tres a cinco miembros de la organización.

Allí, los secuestradores utilizaron los celulares del ofendido para contactar a su hermano, a quien le exigieron inicialmente ₡300 millones a cambio de la liberación. Luego, trasladaron nuevamente al ofendido con el rostro cubierto hacia el segundo sitio.

Tras una hora de viaje, llegaron a una zona de clima frío. En una estructura de dos pisos, lo hicieron subir por unas gradas y sentarlo en un colchón. Le dieron agua y, según escuchó, en la parte inferior había una bodega con presencia de ratas.

Permaneció poco tiempo allí, pues luego lo volvieron a subir a un vehículo y lo sacaron del lugar. Después de una hora y media de trayecto, llegaron al tercer sitio de cautiverio, una zona inicialmente fría y luego más cálida.

Lo ingresaron a un cuarto al que se accedía por un área con zacate. La habitación tenía una ventana, se escuchaba el paso de un tren y también gallinas en las cercanías. Ese fue el lugar donde más tiempo permaneció y donde los secuestradores grabaron un video apuntándole a la cabeza con armas largas y manteniéndolo esposado.

Finalmente, los secuestradores acordaron con el hermano de Angulo el pago de diez monedas Bitcoin (BTC) o su equivalente en efectivo —cerca de ₡100 millones— y amenazaron con matar a la víctima si no se efectuaba.

El 6 de enero del 2023, previo a las 8:20 p. m., tras recibir el pago, los secuestradores subieron al agraviado a una microbús y lo trasladaron por una hora y cincuenta minutos por calles de lastre, en una zona fría.

Luego lo hicieron bajar, lo obligaron a ingresar a un "charral" con los ojos vendados y le ordenaron permanecer quince minutos sin moverse. Tras retirarse, Angulo se quitó la venda y se percató de que se encontraba en Río Frío de Sarapiquí, donde fue auxiliado por vecinos que alertaron a las autoridades.

El nivel de estructuración y distribución de funciones entre los supuestos responsables fue tal que el Ministerio Público y los tribunales decidieron procesar el caso como crimen organizado.

Durante el mismo periodo, y con el fin de coordinar las capturas de Angulo y Guardián, los acusados utilizaron distintas líneas y aparatos telefónicos, que cambiaban constantemente para evitar ser detectados.

En total se contabilizaron 19 teléfonos celulares utilizados para la comunicación interna y 18 números telefónicos empleados para contactar a las familias de los raptados y ejecutar las negociaciones extorsivas.

El expediente fue asumido por el Juzgado Penal de la Jurisdicción Especializada en Delincuencia Organizada (JEDO), que tiene pendiente informar si el caso es elevado a juicio. La audiencia preliminar se realizó en octubre y se está a la espera de la resolución del Juzgado.

Según las autoridades judiciales, se trata de una banda de secuestradores que primero retuvo a George Angulo, propietario de una cadena de gimnasios con sedes en varias provincias.

La víctima es hijo del exdiputado Jorge Alberto Angulo Mora. Varios sospechosos registraban antecedentes por agresión con arma, asaltos, posesión de armas no permitidas y privación de libertad.

La banda estaba conformada por dos subgrupos: uno ejecutaba los secuestros y otro manejaba el cobro de los rescates. La exigencia de pagos mediante criptomonedas, la comunicación fragmentada por aplicaciones de mensajería y el lenguaje empleado fueron claves para detenerlos.

Para la policía judicial llamó la atención que la mayoría de los detenidos perteneciera al subgrupo encargado de coordinar los pagos en criptomonedas. El OIJ detalló que comenzaron a realizar gastos menores tras recibir los fondos, destinándolos a compras diversas.

Varios miembros del grupo fueron ubicados en Jacó, donde estaban vacacionando con sus familias. La mayoría se hospedaba en dos cabinas y una pareja fue detenida en un apartamento del mismo cantón de Garabito.

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