De bicampeón a crisis: la realidad de un Herediano sin “alma”
A inicios de temporada, en el Club Sport Herediano (CSH) se hablaba de tricampeonato y de hacer historia.
Sin embargo, con el pasar de los días y las jornadas, ese discurso ha cambiado drásticamente.
Ahora, en octubre y con solo cinco fechas (15 puntos) por delante, el equipo necesita un auténtico milagro para poder defender su corona de campeón.
Y no es para menos: son sétimos en la tabla de posiciones, están lejos de la zona de clasificación y el grupo luce lleno de dudas.
Incluso, tras la última caída ante Liberia, su capitán y principal líder en el campo, Elías Aguilar, habló de vergüenza deportiva.
"Lejos de buscar la clasificación, hay que tener un poquito de vergüenza deportiva. No puede ser que estemos en los últimos lugares; hemos dejado de hacer muchas cosas…".
Contra la pared y sin margen de error
Los malos resultados del Herediano en este semestre han venido acompañados de decisiones cuestionables en el banquillo.
La primera fue la designación de Pablo Salazar, quien terminó marchándose por la puerta de atrás, con más pena que gloria.
El mismo camino tomó Hernán Medford, quien también quedó fuera del "Team" por malos resultados.
Esto obligó a que Jafet Soto regresara al banquillo, pero la historia ha sido la misma: un "equipo sin alma", como él mismo aseguró.
Ahora, luego de tres entrenadores y 13 jornadas completas, el Herediano está contra la pared y sin margen de error.
Incluso, en las últimas cinco jornadas deberá cerrar con un 100 % de rendimiento y cruzar los dedos para poder clasificar.
El problema es que en el camino aparecen rivales directos, por lo que la misión se antoja casi imposible.