Decomisos de medicamentos contrabandeados aumentaron 662% en un año
El contrabando de medicamentos en Costa Rica alcanzó cifras alarmantes en el último año, según datos del Colegio de Farmacéuticos.
Entre junio de 2024 y junio de 2025, las incautaciones de productos ilegales crecieron un 662 %, pasando de 48.097 a 366.947 unidades. Solo en junio de 2025 se realizaron decomisos históricos, incluyendo 57.000 unidades en un operativo en San José.
En el primer cuatrimestre de 2025 se incautaron 193.568 unidades, más de cinco veces las registradas en el mismo periodo de 2023, cuando fueron 44.780.
Los decomisos en la frontera también reflejan la magnitud del problema. En enero de 2025, en Tablillas de Los Chiles, se decomisaron 4.000 unidades ingresadas de forma irregular.
En junio de este mismo año, en Delicias de Upala, se decomisaron 5.546 unidades valoradas en más de ₡7.5 millones. La mayoría eran antibióticos y analgésicos transportados en condiciones insalubres y sin control de calidad.
Los peligros
A raíz de esta situación, el Colegio de Farmacéuticos de Costa Rica lanzó un llamado urgente a la ciudadanía para evitar la compra de medicamentos en outlets, parques, pulperías u otros puntos de venta no autorizados.
La institución advirtió que esta práctica representa un riesgo grave para la salud pública y compromete la seguridad de los tratamientos.
Según explicó el Colegio, los medicamentos comercializados en lugares no autorizados no garantizan condiciones sanitarias ni de calidad. Estos productos pueden estar deteriorados, adulterados o falsificados, y muchos carecen de registro sanitario.
Además, se exponen a condiciones inadecuadas como sol, humedad o transporte sin refrigeración en los casos que lo requieren. Esto provoca la ruptura de la cadena de frío, indispensable para conservar la efectividad de algunos medicamentos.
En contraste, las farmacias mantienen un resguardo controlado de los productos, bajo supervisión de profesionales en farmacia, quienes garantizan su seguridad, conservación y correcto uso. Fuera de estos establecimientos, esa garantía desaparece y los fármacos pueden convertirse en un riesgo directo para los pacientes.
"Comprar medicamentos en establecimientos no autorizados como, parques o por redes sociales no es un ahorro para el paciente, es más un riesgo que un beneficio. Estos productos no tienen garantía de calidad, pueden estar adulterados y, en lugar de mejorar la salud, pueden poner en peligro la vida de las personas que utilizan estos.", señaló la Dra. Tamara Mora, fiscal del Colegio de Farmacéuticos.
El uso de medicamentos adquiridos en el mercado informal puede provocar desde efectos adversos menores —como dolor de cabeza, náuseas o infecciones— hasta intoxicaciones graves e incluso la muerte.
Otro de los peligros señalados es el aumento de la resistencia antimicrobiana, una problemática mundial que surge cuando los pacientes no responden a tratamientos debido al uso de productos adulterados o de dudosa procedencia.
El Colegio de Farmacéuticos enfatizó que las farmacias son los únicos establecimientos autorizados para vender medicamentos en el país.
La institución instó a la ciudadanía a comprar exclusivamente en farmacias, verificar envases y sellos de seguridad, y denunciar ante el Ministerio de Salud cualquier punto de venta sospechoso.