Guima: una vida bañada de fútbol
No le da un valor determinante al triunfo o la derrota: por eso trabajar como técnico.
Está a punto de reincorporarse como director técnico del Mumbai City F.C, en la populosa ciudad de Bombay y en la máxima liga profesional de la India, pero le hace cariño a la idea de regresar a Costa Rica. ¡Y no para descansar! Quiere volver a dirigir un seleccionado tico.
Hablar de éxitos futbolísticos en nuestro país implica mencionar a Alexandre Guimaraes (Guima), quien ha brillado como jugador, comentarista de televisión, técnico de la selección mayor y gestor del histórico "aztecazo".
Nació el 7 de noviembre de 1959 en la localidad brasileña de Maceió, Alagoas. Llegó a Costa Rica a los 11 años de edad junto a su padre, Luis de Souza Borges, su madre María Alice Guimaraes y sus tres hermanos: Carlos, Guillermo y Ana.
Hoy está casado con Lina Mora y es padre de Mauro y Celso, este último también futbolista, militante del Deportivo La Coruña de la Liga Española.
Del baloncesto al fútbol
Comenzó jugando baloncesto con el Colegio Calazans, en segunda división. Más tarde, mientras estudiaba Educación Física en la Universidad de Costa Rica y jugaba fútbol en segunda división con Durpanel-San Blas, conoció a Wino Khnor, el entrenador del equipo Asturias, con sede en Puntarenas, quien lo invitó a jugar con esa divisa del baloncesto nacional.
En esos días practicaba los dos deportes.
Con el Durpanel resultó goleador del torneo, por lo que hizo una prueba con el cuadro puntarenense de primera división, a las órdenes del argentino Omar Muraco.
Dejó el básquet para jugar dos temporadas con el equipo porteño. "El primer año me convertí en subgoleador del torneo mayor de fútbol de la primera división", recuerda satisfecho.
De allí saltó a Saprissa, que dirigía en ese entonces Walter Elizondo. Con la escuadra morada jugó 10 temporadas y obtuvo los campeonatos de 1982, 1988 y 1989.
Uno de los momentos más recordados de Guimaraes en Saprissa fue la anotación con la que "la S" se adjudicó el campeonato de 1982 en la final ante su ex-equipo, el Municipal Puntarenas (1-0).
De allí saltó a Turrialba y jugó un torneo con ese equipo, para retirarse definitivamente como jugador, a los 32 años de edad.
Italia 90
Capítulo aparte merece el Campeonato Mundial Italia 90. Alexandre nunca podrá olvidar esa experiencia, donde le sirvió de cabeza el balón a Hernán Medford para que anotara el gol que le dio a Costa Rica la victoria frente a Suecia. El narrador Pilo Obando se desgalilló y el país entero se volvió loco. Aquella vivencia le sirvió para escribir el libro "La Gran Fiesta".
"Para este grupo –afirma- Italia 90 fue como una graduación en Harvard. Ese torneo mundial nos marcó a casi todos de diferentes maneras".
Comentarista y técnico
Al finalizar su labor como futbolista, a los 32 años, se inició como comentarista de fútbol en Canal 7, y paralelamente nació su pasión por ser director técnico. Viajó a Europa y tomó cursos intensivos en Alemania, Francia, Italia y España (de allí los 5 idiomas que maneja: portugués, español, alemán, francés e italiano).
A su regreso se encargó de las ligas menores de Saprissa, y se convirtió más tarde en el asistente del uruguayo Carlos Linares, técnico del club morado.
Luego lo fichó como técnico el primer equipo de Belén, "que aspiraba a no descender" y al que llevó al cuarto lugar del torneo nacional. Eso le valió que lo contratara el Club Sport Herediano, al cual hizo subcampeón. Y de allí saltó a Saprissa, ahora sí como técnico, para regalarle a los morados dos campeonatos consecutivos, en 1998 y 1999.
Vino luego su experiencia internacional. Dirigió al Comunicaciones de Guatemala, al Irapuato y a los Dorados de Sinaloa, en México, al Wasl y al Al Dhafra de Emiratos Árabes Unidos y al Tinjin Teda de China. Actualmente, es DT de Mumbai, en la India.
Guima está convencido de que si fuera de esas personas que conceden un valor determinante al triunfo o la derrota nunca habría aceptado trabajar como técnico. "Si de ganar o perder dependiera mi ritmo existencial, jamás hubiera trabajado en esto", asegura.
Con la selección nacional y el aztecazo
En enero del año 2001, fue llamado de emergencia para intentar clasificar a la Sele para el Mundial del 2002, cosechando en Miami una decisiva victoria sobre Guatemala por 5-2.
Clasificó a Costa Rica con un impresionante récord de 23 puntos, derrotando de camino a México en el Estadio Azteca: la primera vez que los mexicanos perdían un encuentro en su patio.
En el Mundial del 2002 le ganó a China, empató con Turquía y perdió con Brasil, campeón del mundo en ese entonces, en un encuentro calificado de vibrante. Aun así, Costa Rica quedó eliminada por promedio de goles.
Cuatro años más tarde clasificó a Costa Rica para el Mundial de Alemania, donde perdió sus tres juegos frente a los anfitriones, Ecuador y Polonia.
Tremenda y electrizante ruta futbolística. Y asegura que aún falta…