José Leitón: las pruebas que forjaron a un triunfador

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"Si usted va a muerte conmigo, yo voy a muerte con usted". Esa frase marca la vida de José Leitón. La vida del jugador herediano no ha sido fácil. Hoy -orgulloso con su medalla de campeón en el pecho- se abre con CRHoy.com para contarnos su historia de vida.

Nunca le niega una sonrisa a nadie. Sus singulares anécdotas podrían llenar un libro. Leitón es un ejemplo de superación y fortaleza. No conoció a su padre, pues murió de leucemia cuando él apenas tenía un año. Su mamá se convirtió en su mayor tesoro.

El futbolista florense vive con una familia que le abrió los brazos. Leitón no está acostumbrado a ser el centro de atención de las cámaras. Las solicitudes de entrevista se multiplicaron tras levantar el cetro 26 con el Team. ¡Cómo no! Fue pieza vital en el equipo de Hernán Medford.

No le importó el baldazo que estaba cayendo en la Trinidad de Moravia. Recibió a CRHoy.com. Con cierto nerviosismo empezó la entrevista. "Soy primerizo en esto", dijo entre risas, pero su historia es digna de contar.

Su mamá: su vida

El primer salario que recibió José -jugando con el Uruguay de Coronado- fueron 80 mil colones. Con una felicidad indescriptible llegó donde su mamá para darle la mitad. La invitó a comer un cantonés… En un abrir y cerrar de ojos el dinero se les fue. Leitón cumplió su objetivo: provocar una sonrisa en el rostro de su madre.

Doña Marielos Rodríguez no estuvo el domingo pasado en el Saprissa, tampoco fue al Rosabal Cordero con la multitud, pero lo recibió con brazos abiertos en la casa. El abrazo entre los 2 no pudo ser más emotivo. "Se me eriza la piel, yo le puse la medalla de campeón a mi mamá, porque ella es mi campeona", contó.

[quote] Cuando se me quemó mi casa, me regalaron un catre. Ese catre es donde duermo ahorita"[/quote]

Días difíciles

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Aquellos días en los que José jugaba con chancletas en un precario formaron a un hombre que nunca se rinde. Con una bicicleta y apenas 17 años se presentó a las pruebas en el Uruguay de Coronado en el 2011. Carlos Watson le abrió las puertas del equipo porque vio talento en él.

Salió del equipo lechero y al verse sin trabajo se fue para Sarchí a ser acomodador en un supermercado. Una noche llegó la noticia que cambió su vida. La casa de su mamá -en Moravia- se había quemado. Leitón lo perdió todo. Desde su ropa hasta los preciados tacos.

Buscando opciones; pasó por Puntarenas al mando de Walter "Paté" Centeno y luego regresó al Uruguay, donde el año pasado vivió el amargo descenso del club. Su buen desempeño convenció al Herediano, equipo que le dio una oportunidad. "Cuando Saprissa nos celebró en la cara -en diciembre- me arrodillé y dije: 'El otro torneo lo vamos a lograr'. Y gracias a Dios se dio", contó.

[quote] Steven Bryce y Alejandro Sequeira me ayudaron mucho. Una vez -en el lugar donde yo me corto el pelo- me topé a Sequeira. Cuando salí le pagué el corte sin que él se diera cuenta. Lo hice porque me gusta darle a la gente algo de lo que me han dado"[/quote]

"Soy un herediano más, somos una familia"

"Cuando llegué y Yendrick Ruiz me habló, yo no lo podía creer. Lo que sentí desde el primer día es algo difícil de explicar. Hoy soy un herediano más, somos una familia". Así se expresó Leitón sobre su equipo.

Hernán Medford lo aconseja. Leo González y Randall Azofeifa se convirtieron en hermanos mayores. Ahora solo piensa en el bicampeonato y en seguir creciendo. Como hombre soñador, piensa en la Selección Nacional y ¿por qué no? en una experiencia en el extranjero.

Su objetivo es mejorar para dar siempre lo mejor a su mamá y su familia. "Yo siempre que puedo, trato de devolverle a la gente lo mucho que me han dado", afirmó. Con esfuerzo, Leitón logró comprar su primer carro hace apenas unas semanas y hoy disfruta con total merecimiento de unas anheladas vacaciones junto a su novia. ¡El campeón va por más!