¡Saprissa ahogó el rugido del León!
El resultado beneficia a los morados; no así a los locales
Liga Deportiva Alajuelense vivió una fiesta. Misma que se apagó en el cierre del partido. Manudos y morados igualaron este sábado 1-1 en el Clásico Nacional 320 del fútbol costarricense. Un punto que beneficia a los morados pero no a los erizos.
La afición manuda cumplió, como es la costumbre. Los rojinegros son el mejor activo de la institución eriza y una vez más llenaron el Morera Soto. Realmente saben montar su fiesta; a pesar de la falta de títulos en los últimos 5 años.
Con el pitazo inicial llegó la acción en cancha. El ímpetu de los locales fue controlado por los morados rápidamente. Emoción en las gradas, imprecisión en el terreno de juego. En solo 8 minutos el central Juan Gabriel Calderón mostró la primera tarjeta amarilla a Henry Figueroa.
El volumen de juego fue de los manudos, sin embargo, les pesa no tener a un delantero con colmillo. El joven de 18 años Ricardo Espinoza entregó alma, pero le costó ser una pieza que pesara en el compromiso… salió de cambio al descanso. Por su parte, los tibaseños se vieron imprecisos. Randy Chirino no le cumplió a "Paté" Centeno.
Hacia el cierre de la primera mitad los manudos se sintieron con más confianza. Después de 30 minutos llegaron por fin 2 remates directos para los de casa. Uno tras un error de Briceño que agarró el balón fuera del área y el otro tras un remate que retuvo de forma efectiva el arquero morado.
Sabor amargó el Morera
Llegó el descanso. La tensión se mantenía en las gradas. Los primeros minutos de la inicial desataron el ¡uy! en las gradas. Primero Rubilio Castillo con un cabezazo que atajó Mauricio Vargas en la línea y poco después un penal para la Liga que desperdició Ariel Lassiter el estrellar la bola en el palo.
Una lesión más aquejó a Alajuelense. Kenner Gutiérrez salió de variante por Freddy Álvarez. En el Saprissa "Paté" mandó a cancha a Marvin Angulo en lugar de un limitado Chirino, a quien le costó mucho el trámite del compromiso. Empezaron las variantes tácticas, también la tensión en los jugadores.
La claridad faltó en ambas escuadras. Y la emoción tuvo una pausa por culpa de la propia barra manuda. A falta de 15 minutos para el final prendieron las bengalas y el estadio se cubrió de un humo color rojo. De inmediato el central detuvo el encuentro hasta que mejorara la visibilidad.
Hubo un antes y un después del parón. Se repusieron 10 minutos y Alajuelense abrió el marcador por medio de Barlon Sequeira. Reclamo morado porque Allen Guevara se llevó el balón con el brazo. El central no lo vio y gol manudo. ¡Todo era fiesta! Excepto para los morados que incluso vieron como Kevin Briceño salió expulsado y en su lugar atajó Juan Gabriel Guzmán los últimos minutos.
Pero el Saprissa revivió. Tras una falta de tiro libre, Marvin Angulo tomó la pelota, nervios en ambos conjuntos. El 10 morado sabe cómo hacer daño y con un magistral cobro silenció por completo el Morera Soto.