Desconocimiento, ignorancia o miedo: ¿Por qué se niegan a vacunarse contra el COVID-19?
La vacuna no va a evitar que se enferme, pero sí que el daño sea mayor.

Imagen del FB de Melvin Núñez.
(CRHoy.com) El 11 de agosto anterior, el diputado de Restauración Nacional, Melvin Núñez dijo claramente que no creía en las vacunas contra el COVID-19 y que no se aplicaría las dosis. Hoy, con diabetes e hipertensión se encuentra luchando por su vida internado en un hospital, por falta de oxígeno, a causa del virus.
Como este legislador, hay muchas personas en el país y alrededor del mundo que se niegan a aplicarse las vacunas porque no se han informado sobre su efectividad, porque creen en cadenas de redes sociales o porque se dejan llevar por comentarios de amigos o conocidos, entre otras cosas.
Lo peor es que se quejan que la pandemia no termina o que extrañan su vida de antes. Por ello, los expertos son claros: para salir de esto, es necesario alcanzar la inmunidad de rebaño y si todos se vacunan, es más fácil.
Las infectólogas, María Luisa Ávila y Olga Arguedas concuerdan que lo que hay es desinformación y que, no se puede creer en los mitos e inventos de la gente.
Si usted quiere construir una casa, no llama a un médico para que se la haga. Si usted está preocupada por su salud, no va donde un abogado o un arquitecto que le diga cómo manejar su salud y ese es el error que la gente comete. He visto seguidores de muchas personas que no son profesionales en ciencias de la salud y que opinan como si supieran muchísimo del tema.
La exministra de Salud reconoce que hay personas que tienen dudas muy razonables contra la vacunación, pero que para eso pueden acercarse a los profesionales adecuados o a los medios oficiales e informarse, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otras.
"La gran mayoría de mitos son falsos y por tomar una mala decisión –dejándose llevar por información errónea- se podría comprometer no solamente su salud y su vida, sino la de las personas que quiere. Muchas veces es más fácil creer en una nota falsa que la presentan fácil de entender. Quizás muchas veces los trabajadores en salud cometemos el error de no dar la información de manera más clara", indicó.
Ávila ejemplificó el tema de las vacunas con el de un cinturón de seguridad, ese dispositivo que es tan importante cuando nos subimos a un carro.
"Ese cinturón no va a evitar que uno choque o que alguien lo choque. Lo mismo pasa con la vacunas. No le va a evitar que se enferme, pero -al igual que el cinturón- le reduce el riesgo de morir y de tener lesiones graves, entonces aquellos que dicen ‘¿Para qué me voy a vacunar si igual nos da COVID?' Porque a los vacunados les va mejor y eso es lo que hay que recordar", explicó.
Por su parte, la doctora en Inmunología, Olga Arguedas reconoce que muchas veces las personas olvidan que las vacunas fueron diseñadas para prevenir una enfermedad y se concentran en aspectos negativos, con desinformación, pero no toman en cuenta que, si no se vacunan, afectan a quienes sí lo hicieron.
Los que hemos tomado la decisión de vacunarnos y de cuidarnos, vemos como una actitud agresiva o de falta de cuidado aquellas personas que no se quieren sumar a este esfuerzo colectivo, porque no le importamos los demás.
En el Hospital de Niños (HNN) la directora se ha encontrado con padres que no se han vacunado y que, cuando se les consulta, aseguran que tienen temor o dudas.
"Hay un grupo de personas que por más que les expliquen, no van a querer vacunarse porque no quieren entender, entonces yo digo ‘no gastemos la energía en ellas porque están cerradas a cualquier argumento'. Hay otro grupo que no entiende bien o que ha recibido información distorsionada o que está dudosa y a la cual hay personas que ejercen mucha influencia sobre ellos. Ese es el grupo de personas sobre el cual vale la pena hacer los máximos esfuerzos e insistirles", afirmó.
Arguedas dijo que es necesario entender a las personas que no se quieren vacunar, escucharlas y que expliquen cuáles son esas dudas que tienen. Luego, tratar de aportarles la información sólida de las fuentes oficiales, donde puedan constatar.
"Hay personas que no le tienen miedo a la vacuna, sino a la punzadita. Cuando tenemos a alguien así, a veces un amigo, un vecino o un familiar puede decirles ‘yo me ofrezco a acompañarte'. Esos son recursos muy importantes", recalcó.
¿Qué pensaría usted si una persona que no lo conoce envía un audio contando detalles sobre su vida? ¿Le molestaría? ¿Lo refutaría? Esta es una pregunta que debería hacerse cada vez que recibe un audio con informaciones sobre salud, vacunas o el coronavirus. Investigue, consulte y no se quede con la duda ni la molestia.