Detrás de los “chinamos”: Familias completas trabajan en estos oficios
Ambos señalan que la inseguridad es uno de los mayores problemas
(CRHoy.com) Juguetes, collares, pulseras, gorras y billeteras, son algunos de los artículos que las personas pueden adquirir en los diferentes "chinamos" cuando visitan las ferias y fiestas patronales que se celebran en todo el país.
Sin embargo, son pocas las veces en que se da a conocer la historia del comerciante que está detrás de ese producto.
CRHoy.com conversó con 2 chinameros con historias completamente diferentes y narraron cómo es el día a día de las personas que se dedican a la venta de artículo en los pequeños locales temporales.
En familia
Octavio Guevara es un artesano nicaragüense que se ha dedicado por varios años ha recorrer el país para vender su mercadería.
El oriundo de Managua, capital del país vecino, conversó con CRHoy.com y contó un poco de cómo es vivir entre "chinamos".
Guevara contó que él tomó la decisión de alquilar puestos en distintas fiestas patronales para vender su mercadería hace 16 años, debido a que "la Municipalidad lo molesta a uno por estar andando en las calles" y que poco a poco se fue insertando cada vez más en este tipo de mercadería.
Además, explicó que, al ser un trabajador independiente, debe estar al tanto de cuando se realizan las diversas actividades festivas a nivel nacional, por lo que está pendiente de los anuncios de fiestas patronales a través de las publicaciones en la red social Facebook, así como lo que se promociona en las noticias y es allí donde se moviliza.
Ante la pregunta sobre qué era lo más difícil de trabajar en los "chinamos", Guevara no dudó en decir que el reto más difícil es comenzar, porque se debe invertir para la mercadería y para, entre otras cosas, costear el alquiler de los puestos que ronda entre los 300 y 400 mil colones por una cantidad específica de días.
Lo más difícil ha sido el comienzo porque usted sabe que aquí nadie ayuda a nadie, vendrán oportunidades de comenzar y usted tiene que tener un efectivo porque si no, no puedes comenzar a trabajar. Por ejemplo, si el puesto cuesta 300 mil colones, tienes que dar (por adelantado) 150 mil colones, porque si no, no puedes armar.
Entonces tienes que tener un menudo y en veces se nos hace difícil, en veces no tenemos plata y hay que pagar casa, el agua, la luz, el colegio de las chiquillas y entonces se dificulta, dijo el artesano.
Además, el vecino de la capital mencionó que un factor determinante que influye en las ventas es el clima y que, la lluvia "espanta a los clientes".
El padre de 3 hijos se caracteriza por estar siempre acompañado de su familia, ya que sus hijos también le ayudan cuando no están estudiando en el colegio o escuela.
Y el laborar al lado de su familia, le ha dejado historias que recuerda entre risas:
Sin embargo, es consciente de que, al estar en lugares desconocidos y con mercadería, no está ajeno a ser víctima del hampa y que ya en una ocasión, personas ingresaron a su "chinamo" para hurtar sus ganancias.
"En Zapote una vez me robaron todo y entonces si uno no tiene un menudito se la ve fea, usted sabe que nadie ayuda a nadie", agregó Octavio.
Y reveló que, recientemente estuvo cerca de ser nuevamente víctima de robo, pero que tuvo la suerte de que los sujetos no lograran realizar su cometido.
"Hay que estar cuidando que no se metan, toda la noche hay que estar pendiente, de hecho el sábado anterior (15 de octubre) se nos metieron a robar, a Dios gracias que aquí un muchacho que se queda en la noche estaba espabilado, en todas si no imagínate, nos hubieran robado todo, porque es difícil otra vez comenzar", mencionó Guevara.
"Uno está acostumbrado a esto"
Otro de los chinameros que conversó con este medio fue Ballardo Santos, un nicaragüense oriundo del municipio de Estelí, quién es contratado por la persona que alquila el espacio para que comercialice los productos.
Santos es vecino de Nicoya en Guanacaste en donde vive junto a su pareja y lleva 32 años de vivir en Costa Rica.
Además, le contó a este medio que lleva 7 años en los "chinamos", pero que desde antes estaba muy cerca de las fiestas patronales en distintos sectores del país.
"Yo trabajaba antes en los carruseles y ahí lo conocía (al jefe). Me había retirado de esto y lo volví a contactar y me dio la oportunidad de volver a trabajar con esto y ahí ando de encargado del chinamo de tiliches y he estado por toda parte del país", mencionó Santos.
El comerciante menciona que a él, su jefe le informa en que "chinamo" debe estar y que él se traslada. A pesar de que afirmó conocer "prácticamente todo el país" realizando esta actividad, señaló que usualmente se encuentra en las actividades que se realizan en los sectores de Guanacaste y la Zona Sur.
"No queda de otra, ya uno está viejo, de cuarenta y resto de años y si uno quiere buscan trabajo en una empresa o una fábrica no le van a dar trabajo a uno a menos que uno sea preparado de estudio", mencionó Ballardo.
Cuando hay una fiesta patronal, Santos sale de su casa y se traslada hasta el punto de su trabajo, sin embargo, lo hace solo, porque su pareja "no está acostumbrada", entonces duerme en una colchoneta que mantiene en el puesto.
Entre las dificultades más comunes que deben enfrentar los chinameros todos los días, explicó que está la incomodidad para "ir a los baños, lo que es ir a bañarse y hacer las necesidades personales", así como la inseguridad.
Sin embargo, concluyó que trabajar en "chinamos" e interactuar con las personas, es algo que le gusta hacer y más sumado que "uno está acostumbrado a esto".