Dulces promesas: El emprendimiento que salvó a una familia de la crisis de la pandemia
Su sueño ahora es abrir un local y poder dar empleo
La pandemia del COVID-19 irrumpió en nuestro país en 2020, enviando a las personas al confinamiento por meses y provocando que las autoridades interpusieran severas medidas restrictivas para evitar la propagación del virus.
Con esto, miles de empresas sufrieron un impacto económico, provocando que algunas incluso cerraran o desaparecieran.
Un caso similar ocurrió con Chung Lein y su familia en la provincia de Limón, a los que un emprendimiento los salvó en medio de la desesperación del despido.
Según cuenta, sus padres se quedaron sin empleo y la empresa en la que ella trabajaba desapareció, por lo que no le quedó más remedio que dedicarse de lleno a "Dulces Promesas" su empresa.
"Dios todo lo tiene bajo control porque antes de que me despidieran yo ya estaba trabajando en esto (en su emprendimiento) los fines de semana, entonces ya tenía algunos clientes. Cuando me despidieron dije ‘no queda más remedio que dedicarme a esto'. Luego, cuando despidieron a mis papás, esto nos ayudó", empezó diciendo.
Lein reconoce que al inicio tenía un poco de temor, pero las circunstancias la hicieran llenarse de ánimo y valentía para entrarle con todo a su negocio.
De esa manera, "Dulces Promesas" empezó a tomar más forma y actualmente es uno de los negocios que endulza el paladar de los caribeños.
"Es un esfuerzo familiar. El año de la pandemia fue excelente porque hubo mucho trabajo, pero al año siguiente fue muy complicado. Nos costó levantar, pero nos hemos mantenido", agregó.
Hoy, este negocio familiar liderado por Lein, y su hermana menor, es de los preferidos en la zona Atlántica para fiestas y diferentes actividades donde el sabor de "Dulces Promesas" es degustado por los invitados.
Como todo emprendimiento, las cosas no han sido del todo fáciles y ha habido días en los que, reconoce, ha querido dejar todo tirado por las dificultades.
"El primer año siempre lloraba, porque era algo nuevo y me frustraba mucho si algo no me quedaba bien. Ahora no, soluciono rápido porque uno va tomando práctica, pero al inicio decía ‘no, no sirvo para esto, mejor me voy a trabajar a una tienda o algo así'. Pero desde pequeña vi a mis papás trabajar en lo propio y al final eso también influyó para sacar fuerzas y seguir", contó.
De hecho, esta emprendedora limonense, asegura que liderar una empresa no solo ayuda en la parte económica, sino también en la parte personal, ya que afirma que ella ya no es la misma de cuando tomó valor y se dedicó a ello.
"Nos volvemos más empáticos, más sociables, más conscientes. Emprender es muy difícil, a veces cuando la gente quiere emprender y no lo hace por necesidad, no sabe en lo que se mete. Uno piensa que va a poner un negocio y le va a ir superbién, pero hay momentos muy difíciles, es trabajar con las uñas", señaló.
Para ella esto ha sido todo un reto, el darle a los clientes buena calidad que les ha permitido posicionarse entre los preferidos de la zona y ganar más clientes.
Dulces Promesas empezó vendiendo tres leches los fines de semana, y así fue agregando otros postres, hasta que empezó a vender pasteles. Hoy innova hasta con productos para mascotas con una línea para pets.
Actualmente, su emprendimiento lo desarrolla en su propia casa, pero su sueño es llegar a abrir un propio espacio y convertirlo en cafetería. Además, de poder contratar personal y así colaborar a darle empleo a otros limonenses.
Si usted desea conocer los servicios que este emprendimiento brinda, puede contactarlos al número 8699-5516 o en las redes sociales que aparecen con el mismo nombre: Dulces Promesas.