Economía circular: ¿Moda o tendencia? ¿Cómo aplicarla en la industria inmobiliaria?
Mucho se habla acerca de este término y aunque algunas empresas o sectores puedan adoptar principios de la economía circular por razones de marketing o imagen, el concepto en sí es una tendencia global impulsada por razones económicas, ecológicas y regulatorias. Las regulaciones medioambientales más estrictas, las demandas de los consumidores por productos sostenibles y la creciente evidencia de que los recursos finitos están en declive han consolidado a la economía circular como una estrategia esencial para el futuro.
Si bien es cierto este término ha sido objeto de debate en los últimos años e incluso algunos podrían percibirla como una moda pasajera debido a su creciente popularidad en discusiones ambientales y empresariales; más que una moda, es una tendencia a largo plazo basada en una necesidad urgente: la transición hacia un modelo económico más sostenible.
La economía circular es un modelo económico que busca reducir el desperdicio y maximizar el uso de recursos a través de la reutilización, reciclaje y regeneración. En la industria inmobiliaria por ejemplo, este enfoque puede ser clave para promover un desarrollo más sostenible, particularmente en un país como Costa Rica, que ha sido pionero en la protección ambiental y las energías renovables. De manera que, aplicar la economía circular en el sector inmobiliario puede ayudar a enfrentar retos como el aumento de los costos de materiales, el cambio climático y la escasez de recursos naturales, entre otros.
Uno de los pilares de la economía circular es la utilización de materiales reciclados y sostenibles en la construcción. En lugar de depender de materiales vírgenes que requieren altos niveles de extracción y energía, las constructoras en Costa Rica pueden optar por el uso de materiales reciclados como hormigón reciclado, acero reutilizado y madera certificada. Además, la inclusión de técnicas de construcción modular permite la reutilización de estructuras y la reducción de residuos en obra.
Otro aspecto clave de la economía circular es la renovación y rehabilitación de espacios abandonados o infrautilizados. En lugar de construir nuevas estructuras, el rediseño y adaptación de edificios existentes puede minimizar el impacto ambiental. Por ejemplo, transformar antiguas fábricas o edificios en desuso en viviendas o espacios comerciales permite extender su vida útil y reduce la necesidad de nuevas construcciones.
La economía circular también se enfoca en la optimización del uso de recursos naturales. Esto incluye la implementación de tecnologías eficientes en el uso de energía, como paneles solares y sistemas de agua de lluvia. Costa Rica ya es un referente mundial en el uso de energías limpias, y el sector inmobiliario puede capitalizar esta ventaja al integrar fuentes de energía renovable en proyectos de construcción, reduciendo tanto los costos operativos como el impacto ambiental.
En áreas de desarrollo turístico, como las zonas costeras por ejemplo, aplicar principios de economía circular en los proyectos inmobiliarios puede tener un impacto positivo tanto en la preservación del entorno natural como en la creación de valor para las comunidades locales. Incorporar prácticas como la gestión eficiente de residuos, el uso de materiales locales y sostenibles, y el diseño de proyectos que respeten la biodiversidad son ejemplos de cómo la industria puede alinearse con los objetivos de desarrollo sostenible.
Para que la economía circular en la industria inmobiliaria prospere en Costa Rica, es esencial generar alianzas público-privadas. El gobierno juega un rol importante y podría ofrecer incentivos fiscales para proyectos que sigan principios de economía circular, como por ejemplo la reducción de impuestos para desarrollos que utilicen materiales reciclados o energías renovables. Al mismo tiempo, las empresas privadas pueden liderar con la innovación en sus proyectos, demostrando que la sostenibilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano.
Implementar este enfoque requiere compromiso e innovación, pero el impacto positivo en el medio ambiente y la economía local lo hacen una inversión que vale la pena.
Director General, RC Inmobiliaria