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¡Al fin! San José empieza a querer rascar los cielos

A los millennials les gusta y les conviene vivir en edificios.

Por Patricia León-Coto | 23 de Oct. 2016 | 7:34 am
banco nacional

Hasta el 2011, el edificio del Banco Nacional fue el más alto del país.

Si por algo no se distingue nuestra ciudad capital es por tener rascacielos. Tradicionalmente, a los ticos nos ha gustado vivir a ras de suelo, apegados a un pedacito de jardín. Pero las cosas están cambiando para gusto y placer de las generaciones jóvenes, esos famosos millennialls, que no superan los 35 años.

Ha llegado la fiebre por la construcción de edificios altos –para habitación, oficinas y comercio-, opina el director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, Olman Vargas.

Ciudad de Panamá

Nuestra querida capital dista mucho de lucir como ciudad de Panamá. Foto PLeón

Durante casi tres décadas, el único edificio alto que hubo en Costa Rica fue el Banco Nacional, construido en 1982 con 21 pisos, azotea y helipuerto. Hoy la edificación más alta es Torres Colón #2, con 102 metros y 29 pisos.

Para el gusto de los millennials

En las municipalidades de San José, Escazú, Santa Ana, Heredia, Montes de Oca y Curridabat se están recibiendo proyectos para levantar ese tipo de edificaciones dirigidas a los millennials, afirman expertos que ven con buenos ojos que nuestras ciudades crezcan verticalmente.

Por ejemplo, en San José, en este año se han anunciado dos megaproyectos con alturas superiores a los 150 metros, eso significa más de 40 pisos.  Uno de ellos, de la firma H. Solís, llamado Sabana Capital, será para habitación y desarrollo de comercios y tendrá 42 pisos. El otro, Torre 40, fue presentado como un edificio para oficinas y, una vez concluido, constará de 41 pisos.

Por el momento, ninguno de los dos proyectos se ha presentado a la Municipalidad de San José, según afirmó el arquitecto Royeé Álvarez, del departamento de Gestión Urbana de ese ayuntamiento.

Pero hay otros en plena ejecución por parte de empresas desarrolladoras; uno de ellos es Latitud Los Yoses, ubicado en el punto de arranque del bulevar Los Yoses.

Por su parte, la empresa Kirebe levanta un proyecto llamado Trí 0, en Barrio Luján, unas cuantas cuadras al sur de la Corte Suprema de Justicia. Se trata de tres torres de 23 pisos cada una.

En Circunvalación, a la altura de San Sebastián, se ejecuta el proyecto Bambú Eco Urbano, con tres torres para residencias y locales comerciales.

En el caso de San José, donde más se observa el desarrollo vertical en etapa constructiva es en la Sabana y Rohrmoser.

No muy grandes y de varios precios

Las unidades habitacionales tienen diversos tamaños, pero las más comunes se sitúan entre los 60 m2 y 100 m2 incluidos uno o dos estacionamientos. Los precios van, en muchos casos, desde $80 mil hasta casi $400 mil, dependiendo del tamaño y de las necesidades de quienes desean ser propietarios o inquilinos.

La mayor parte de estos proyectos son de uso mixto, pues son habitacionales y también alojan comercio. Además, como incentivo se ofrecen piscinas, gimnasios y otras áreas de socialización. Son las llamadas “amenidades”.

Crecimiento

vista de San José

La Municipalidad de San José ha estimulado la construcción vertical.

El ayuntamiento capitalino otorgó, a mediados de la década pasada, incentivos para la construcción de edificios con el fin de repoblar San José.

Esto motivó que entre el 2004 y el 2008 la industria de la construcción tuviera un gran apogeo, pero la recesión que vivió el mundo en el 2008 provocó que a partir del 2009 se registrara una caída gigantesca del 40%.

La situación parece que ha variado. El director ejecutivo del Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos  afirma que el sector de la construcción presenta un crecimiento claro y sostenido.

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Un poco más cauteloso, José Luis Salinas, miembro de la Cámara Costarricense de la Construcción y gerente del Grupo Inmobiliario del Parque, no cree que haya un nuevo boom pero sí un cambio importante de la construcción horizontal a la vertical, en parte debido a que las nuevas generaciones “están buscando más seguridad, más comodidad y cercanía con sus sitios de trabajo”.

Para Salinas, hay importantes proyectos en oferta en el sector este de San José; “nuestra empresa construyó Latitud Dent, ubicado en las cercanías del Mall San Pedro, ahora hacemos la torre más alta del sector este, Latitud Yoses, y vienen más proyectos que ojalá se puedan construir”.

Tanto Salinas como Vargas coinciden en que este tipo de desarrollo está destinado especialmente a sectores medios y altos de la población y concretamente a los millennials, personas que viven solas o bien en pareja y si acaso tienen un hijo.

También coinciden en las ventajas de adquirir una propiedad en la altura: el alto costo de la tierra; la seguridad y, finalmente, se acomoda muy bien al presupuesto de las personas jóvenes y las parejas nuevas con solo un hijo.

Pareciera que el temor que tenían los costarricenses de vivir en edificios altos debido a la alta actividad sísmica se está esfumando.

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