Banco Central anuncia IBAN, como sustituto de las cuentas clientes
A partir del próximo 22 de enero, el Banco Central de Costa Rica comenzará el proceso de adopción del IBAN, un formato de cuentas bancarias que sustituirá las cuentas clientes.
Según la entidad, el nuevo formato permitirá disminuir los errores al procesar pagos entrantes y salientes en las entidades financieras, ya que la cuenta de cada cliente es única en todo el mundo e incorpora códigos verificadores que permiten tener certeza de que su estructura es la correcta.
El nuevo estándar afectará las infraestructuras tecnológicas de las entidades financieras y del Sistema Nacional de Pagos Electrónicos (Sinpe), proceso que también experimentarán los sistemas tecnológicos de las entidades Públicas conectadas al Sinpe.
Con el IBAN, cada cliente bancario en Costa Rica tendrá una cuenta universal de un formato utilizado en casi 70 países –incluidos todos los del continente europeo–, con la cual se podrán realizar operaciones de pago dentro de un mismo banco; pagos entre dos bancos nacionales; y envíos de dinero desde y hacia bancos internacionales.
“Es un proyecto que se une a otros esfuerzos recientes, como la creación de las Cuentas de Expediente Simplificado (CES) y Sinpe Móvil, dos servicios que han tenido una gran aceptación por parte de los clientes y entidades bancarias”, dijo Eduardo Prado, gerente del Banco Central.
Proceso de cambio
El cambio de las codificaciones de cuenta actuales al IBAN se realizará en dos grandes etapas.
La primera de ellas iniciará este domingo 22 de enero con la desconexión, por un lapso de 12 horas, del servicio de Sinpe y los sistemas tecnológicos de las entidades financieras.
Desde las 00:00 horas y hasta el mediodía, personal del Banco Central y del resto de entidades estarán aplicando los cambios en las plataformas, por lo que durante esas horas no será posible hacer uso de SINPE. Una vez que finalice esa tarea, los servicios digitales para transferencias y pagos funcionarán con normalidad.
En esta primera etapa los clientes bancarios no se verán afectados ni se modificará la manera en cómo utilizan los servicios financieros, sea de forma física o en aplicaciones digitales.
La segunda etapa del cambio a IBAN está cumpliéndose al cierre del 2018, cuando se espera que todas las entidades hayan reemplazado sus cuentas propias por el IBAN y que los sistemas informáticos que utilizan sus clientes se encuentren actualizados.
En esa etapa, cada entidad financiera será la que informe a sus clientes sobre cuándo y cómo se procederá con los cambios, algo que se espera inicie en el mediano plazo.
Cuando el IBAN esté en pleno funcionamiento, un cliente podrá recibir y enviar dinero desde prácticamente cualquier lugar del mundo.