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Informe: Dólar cayó a los niveles de 2005: ¿Qué significa para hogares, empresas y el país?

Por Alexánder Ramírez | 10 de Dic. 2025 | 11:59 am

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

La reciente caída del tipo de cambio a niveles no vistos desde 2005 constituye un fenómeno de gran relevancia para la economía costarricense.

Según un informe del Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), este comportamiento afecta de manera diferenciada a los hogares, las empresas y el Gobierno, generando tanto ganadores como perdedores.

En este informe se analiza cómo se determina el tipo de cambio, cuáles han sido los factores que han impulsado la apreciación del colón frente al dólar estadounidense en los últimos días y cuáles son las implicaciones de esta tendencia sobre la competitividad, el poder adquisitivo y la estabilidad macroeconómica del país.

¿Cómo se determina el tipo de cambio?

Desde 2015, Costa Rica opera bajo un régimen de flotación administrada, en el que el precio del dólar se determina por la interacción entre la oferta y la demanda de divisas. El Banco Central de Costa Rica (BCCR) interviene únicamente para evitar fluctuaciones abruptas que puedan afectar la estabilidad macroeconómica.

Una forma sencilla de comprender este mecanismo es mediante un ejemplo cotidiano: el precio del tomate. Cuando la oferta de tomates supera la demanda, el precio tiende a bajar; pero cuando la oferta es insuficiente frente a la demanda, el precio aumenta. Lo mismo ocurre con el tipo de cambio:

  • Si la oferta de dólares supera la demanda, el tipo de cambio baja.
  • Si la demanda supera la oferta, el tipo de cambio sube.

Comportamiento reciente del tipo de cambio

El tipo de cambio de referencia del BCCR para la venta del dólar se ubicó en ¢491,54 el 7 de diciembre de 2025, mientras que el precio de referencia para la compra fue de ¢485,15. La última vez que el tipo de cambio de venta se aproximó a ¢491 por dólar fue en octubre de 2005; es decir, en los últimos días el valor del dólar alcanzó niveles similares a los registrados hace veinte años.

La caída del tipo de cambio observada en las últimas dos semanas —cercana a ¢8— responde principalmente al fuerte aumento en la oferta de dólares en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex), impulsado, en gran medida, por la venta de divisas de empresas que requieren colones para cubrir el pago de aguinaldos y otras obligaciones típicas de fin de año.

Entre el 1.º de enero y el 25 de noviembre de 2025, el dólar acumulaba una disminución del 2,52 %. Sin embargo, la caída se profundizó durante la última semana de noviembre y la primera de diciembre. En términos acumulados, del 1.º de enero al 7 de diciembre de 2025, el colón se ha apreciado un 4,13 % frente al dólar.

En el Monex, el jueves 4 de diciembre de 2025 se registró un tipo de cambio promedio ponderado de ¢488,06, el nivel más bajo desde la creación de este mercado el 6 de diciembre de 2007, cuando el promedio fue de ¢497,80.

Ante la intensidad de esta caída —de carácter estacional y típica del cierre de año—, el BCCR intervino comprando divisas para moderar el movimiento. Sin estas intervenciones, el tipo de cambio habría descendido aún más. Entre el 21 de noviembre y el 4 de diciembre, la entidad monetaria adquirió $329,9 millones en el Monex, destacando la compra del 24 de noviembre por $114,9 millones, la mayor intervención en un solo día desde la creación de este mercado.

Ganadores y perdedores

La apreciación del colón genera impactos diferenciados entre los hogares, las empresas y el sector público.

Ganadores

a) Importadores: cuando el dólar baja, las empresas importadoras necesitan menos colones para comprar cada dólar, por lo que traer productos del exterior se vuelve más barato. Esto también reduce los costos de producción para actividades que dependen de insumos importados. Además, en sectores donde hay poca competencia, si las empresas no trasladan estos ahorros a los consumidores, pueden aumentar sus márgenes de ganancia aprovechando el menor costo de las importaciones.

b) Consumidores finales: cuando el dólar baja, los productos importados se abaratan. Esto puede reflejarse en precios menores para combustibles, electrodomésticos, vehículos, tecnología y otros bienes provenientes del exterior, lo que alivia el gasto de los hogares.

c) Deudores en dólares con ingresos en colones: al bajar el tipo de cambio, las cuotas de los préstamos en dólares se reducen en colones, lo que libera parte del presupuesto mensual.

Por ejemplo, si una persona tiene un crédito en dólares con una cuota mensual de $1.000, el 1.º de enero de 2023 debía desembolsar ¢601.990 (tipo de cambio de referencia para la venta: ¢601,99). Para el 7 de diciembre, la misma cuota equivaldría a ¢491.540 (tipo de cambio: ¢491,54), lo que representa un ahorro de ¢110.450 respecto a lo que pagaba a inicios de 2023.

d) Empresas con ingresos en colones y deudas en dólares: cuando el dólar baja, estas empresas necesitan menos colones para cubrir sus obligaciones crediticias. Esto reduce su carga financiera y libera recursos para necesidades operativas o de inversión.

e) Personas que viajan al exterior: la caída del tipo de cambio abarata los gastos en dólares, por lo que viajar, estudiar o comprar en el extranjero resulta menos costoso en colones.

f) Gobierno: cuando el dólar baja, el Gobierno necesita menos colones para pagar la deuda que mantiene en esa moneda. Esto reduce temporalmente el costo del servicio de la deuda y permite disponer de más recursos para otras obligaciones presupuestarias o evitar nuevo endeudamiento.

Perdedores

a) Exportadores: cuando el dólar baja, los productos costarricenses se encarecen en relación con los de otros países, lo que dificulta la competencia internacional. Además, por cada dólar generado, reciben menos colones al convertirlo.

b) Sector turístico: cuando el dólar baja, viajar a Costa Rica se vuelve relativamente más caro para los turistas extranjeros, ya que su moneda rinde menos en el país. A esto se suma que los negocios que cobran en dólares reciben menos colones al convertir esos ingresos.

c) Empresas que compiten con bienes importados más baratos: cuando el colón se aprecia, los productos importados se vuelven relativamente más económicos que los nacionales, lo que afecta las ventas de las empresas locales y presiona sus márgenes de ganancia.

d) Personas con ingresos en dólares: quienes reciben remesas, salarios o transferencias en esa moneda obtienen menos colones al cambiarlos, lo que reduce su poder adquisitivo.

e) Gobierno: dado que los impuestos se pagan en colones, cuando el tipo de cambio baja, las personas y empresas que reciben ingresos en dólares aportan menos. Además, disminuye la recaudación de tributos asociados al comercio exterior —como el IVA y el impuesto selectivo de consumo—, que se calculan sobre valores expresados en colones. En conjunto, la apreciación del colón tiende a reducir los ingresos tributarios.

Efectos de mediano y largo plazo

  • Pérdida de competitividad: si el colón permanece muy apreciado durante un periodo prolongado, las empresas pueden enfrentar dificultades para colocar sus productos y verse obligadas a reducir su producción o incluso retirarse del mercado, lo que impacta la economía y el empleo.
  • Enfermedad holandesa: una apreciación fuerte y sostenida de la moneda local puede debilitar la base productiva nacional debido a la pérdida de competitividad frente a bienes externos más baratos. Este fenómeno se le conoce como enfermedad holandesa.
  • Un ganador puede convertirse en perdedor: los beneficios de un tipo de cambio bajo —como importaciones más baratas o menores cuotas crediticias— se diluyen si la persona pierde su empleo por la menor competitividad del sector en el que trabaja.
  • Efecto rebote: los precios suelen bajar lentamente cuando el tipo de cambio disminuye, pero aumentan con rapidez cuando repunta. Un ajuste brusco podría afectar de manera significativa a hogares y empresas.
  • Endeudamiento en dólares: asumir deudas en dólares cuando los ingresos se reciben en colones implica un riesgo elevado. Un repunte futuro del tipo de cambio podría encarecer las cuotas y el saldo adeudado. Por ejemplo, si una persona adquiere hoy un crédito en dólares con una cuota mensual de $1.000, deberá pagar ¢491.540. Si el tipo de cambio aumenta un 10 % (hasta ¢540,69), la cuota subiría ¢49.154.

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