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¿Qué podemos esperar de los aranceles de EE. UU. en Costa Rica?

Se prevé desaceleración económica, inflación y depreciación del colón

Por Alexánder Ramírez | 11 de Abr. 2025 | 9:06 am

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

Las medidas arancelarias ordenadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debilitarían el crecimiento económico de Costa Rica, generarían un encarecimiento temporal y podrían provocar una depreciación del colón frente al dólar este año.

Así lo señala un informe reciente elaborado por el economista José Luis Arce, director de la firma consultora Análisis & Estrategia, tras el anuncio de Estados Unidos de imponer un arancel adicional del 10 % a las exportaciones costarricenses que ingresen a ese país.

El ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar, confirmó este jueves que dicha medida se mantiene vigente en una orden ejecutiva de Trump recientemente publicada.

Según Arce, a diferencia de lo que se pensaba inicialmente, cuando Trump anunció el "Liberation Day", el jueves 2 de abril, ahora pueden vislumbrarse efectos tanto directos como indirectos de la política arancelaria estadounidense:

  • Efectos directos: los productos costarricenses serán un 10 % más caros en el mercado estadounidense.
  • Efectos indirectos: los aranceles —que, básicamente, son un impuesto a las importaciones— disminuirán la demanda de productos costarricenses en Estados Unidos debido al aumento en su precio.

Si bien ambos efectos suenan más que lógicos, el problema es lo que ambas situaciones pueden generar en los encadenamientos productivos a nivel local, pues muchas empresas que no puedan enfrentar las menores ventas a precios más elevados pueden verse en problemas para mantenerse a flote y con ello los empleos que generan.

Aunque el ritmo de crecimiento económico de Costa Rica se recuperó a finales de 2024 y se mantiene alrededor del 4 %, el shock arancelario externo anticipa un escenario de desaceleración en los próximos meses.

"El impacto más intenso va a estar, básicamente, concentrado en la actividad económica local, en la medida en que la demanda externa —que es la que impulsa, por ejemplo, a los sectores exportadores de bienes y servicios, especialmente bienes y turismo— se vea disminuida por la reducción del ingreso que implica la política arancelaria en Estados Unidos y por la contracción en la demanda de las empresas estadounidenses", explica el economista.

Inflación

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

Según el análisis, los escenarios de proyección iniciales ya mostraban que la inflación retornaría este año a valores positivos cercanos al límite inferior del rango meta establecido (entre 2 % y 4 %) por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).

Adicionalmente,  el impacto del shock externo adverso provocado por los aranceles estadounidenses sobre los precios a nivel internacional y, además, una mayor depreciación del colón, conduciría a un mayor ritmo inflacionario local. No obstante, el efecto recesivo sobre los precios de las materias primas sería un factor que lo compense.

"Habría un aumento en el nivel de precios global y eso, probablemente, afectaría la inflación doméstica, pero ese impacto sería transitorio (…) Lo que estamos anticipando es un efecto más pequeño y transitorio sobre la inflación y un efecto más significativo sobre el crecimiento económico en los próximos 24 meses en el caso de Costa Rica", subraya Arce.

Tipo de cambio

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

El economista sostiene en su análisis que el Banco Central probablemente se mantendrá expectante por un tiempo más y que los efectos de las medidas de Trump tardarían algún tiempo en manifestarse.

En este escenario, una política monetaria restrictiva parece poco probable y, por el contrario, podría relajarse.

"Como corresponde en el caso de un régimen cambiario flexible, un shock externo adverso conduciría a una depreciación nominal y real de la moneda local, en un contexto gradual y ordenado, por tratarse de un shock de naturaleza real, no financiera, y por la intervención de la autoridad monetaria", detalla.

Comenta que es muy probable que el colón se deprecie tanto en términos nominales como reales, aunque no de manera caótica.

El estudio indica que, en los últimos días —presumiblemente debido a la incertidumbre generada por las medidas de Trump—, la demanda de divisas ha aumentado ante los intermediarios cambiarios (ventanillas) y que, además, el Gobierno Central continuó demandando montos significativos de divisas que, en principio, fueron provistos por el BCCR a partir de sus reservas monetarias internacionales netas.

"Debemos prepararnos para una desaceleración de la economía, un impacto más moderado y transitorio sobre los precios, y un escenario de depreciación real un poco mayor de la moneda que, en un régimen de tipo de cambio flexible, es lo que debe suceder ante un shock de esta naturaleza", pronostica Arce.

Tasas de interés

Imagen con fines ilustrativos. (CRH).

El analista recuerda que las tasas de interés en moneda local alcanzaron mínimos en 2024. De aquí en adelante, el ajuste en las condiciones financieras dependerá de las reacciones del Banco Central ante el shock externo.

Esto se debe, en parte, a que las condiciones externas ponen a las autoridades monetarias globales y locales en una encrucijada: ¿Cómo enfrentar el aumento de los precios y el efecto recesivo del shock externo adverso?

Otro factor clave para la determinación de las tasas de interés en moneda local es el comportamiento de las expectativas de inflación y la depreciación del colón.

"Lo más probable es que ambas se aceleren moderadamente en el futuro, presionando al alza los rendimientos y las tasas de interés en colones", prevé.

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