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Retiro total de pensión complementaria: ¿Por qué no es una buena política pública?

Por Alexánder Ramírez | 25 de Dic. 2025 | 4:10 am

Ronulfo Jiménez, economista. (CRH).

El retiro total de los fondos del Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC) en un solo tracto "no es una buena política pública", ya que debilita el sistema de pensiones, traslada riesgos financieros a las personas afiliadas y compromete la sostenibilidad económica en la vejez.

Así lo aseguró el economista Ronulfo Jiménez, asesor de la comisión legislativa que redactó la Ley de Protección al Trabajador a inicios de la década del 2000.

La afirmación la hizo en momentos en que en la Asamblea Legislativa se tramitan distintos proyectos de ley que promueven el retiro total del ROPC.

Jiménez, quien es experto en pensiones e investigador especializado en empleo, pobreza y distribución del ingreso, explicó que el origen del sistema de pensiones en Costa Rica responde a un esquema multipilar integrado por el régimen básico —como el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) o el de la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (Jupema)—, el régimen complementario (ROPC) y la pensión voluntaria. En conjunto, estos conforman la pensión que actualmente reciben los trabajadores.

Añadió que nunca, en su diseño original, se pensó crear el ROPC para ser entregado en un solo tracto al momento de pensionarse.

"El retiro del ROPC en un solo tracto no es una buena política, porque lo que se ha visto en otros países es que las personas lo gastan muy rápido y quienes lo ahorran no obtienen rendimientos adecuados, de forma tal que llegan al final de su vida sin recursos para poder enfrentar los retos de la vejez", explicó.

Según señaló, esto provocaría que en el futuro el IVM tenga que aumentar aún más las contribuciones, elevar la edad de retiro o bien reducir el monto de la pensión.

"Estaríamos socavando el futuro del sistema de pensiones, pero, más importante aún, estaríamos socavando el futuro económico de los adultos mayores", dijo.

El experto mencionó el caso de Perú, donde las autoridades legislativas aprobaron un octavo retiro de los fondos de pensiones complementarias.

De acuerdo con los estudios disponibles, a los dos años del primer retiro, el 13 % de los afiliados había consumido la totalidad de sus recursos; un 12 % mantenía los fondos en cuentas bancarias a la vista, sin generar ningún tipo de rendimiento; un 15 % los había ahorrado activamente, aunque obteniendo rendimientos inferiores a los que recibían cuando los recursos se invertían dentro del sistema previsional; mientras que el 50 % restante presentaba una combinación de estos destinos, al haber gastado una parte del dinero y mantenido otra en cuentas bancarias o inversiones de bajo rendimiento.

Ante afirmaciones que sostienen que en Costa Rica ese escenario no se repetiría, Jiménez fue enfático en señalar que no existen razones técnicas ni empíricas para pensar que el país sería una excepción.

Aseguró que los resultados observados en Perú responden a patrones de comportamiento humano ampliamente documentados y no a condiciones particulares de ese país.

El especialista subrayó que, desde la economía del comportamiento, existen sesgos bien documentados —como la preferencia por el consumo inmediato, la miopía frente al futuro y el exceso de optimismo— que llevan a subestimar los riesgos de quedarse sin ingresos en la vejez.

Estos sesgos hacen que las personas valoren más el beneficio presente que la seguridad futura, aun cuando ello implique un deterioro significativo de su bienestar a largo plazo.

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