Tipo de cambio, caída en visitación e inseguridad amenazan temporada alta del turismo
La apreciación del colón, la creciente inseguridad y la caída en la visitación amenazan la temporada alta del turismo en Costa Rica, la cual comenzó en noviembre y se extenderá hasta la Semana Santa de 2026.
La Cámara Nacional de Turismo (Canatur), la Cámara de Turismo Guanacasteca (Caturgua), la Cámara Costarricense de Hoteles (CCH) y la Asociación Costarricense de Operadores de Turismo (ACOT) expresan su preocupación por la creciente pérdida de competitividad, la estabilidad financiera de las empresas turísticas y el impacto en el empleo, producto de un tipo de cambio en niveles que no se observaban desde hace 20 años, el aumento de la delincuencia y la disminución en la visitación registrada a lo largo de este año.
La directora ejecutiva de Canatur, Shirley Calvo, explicó que durante estos meses de mayor afluencia de turistas las empresas enfrentan incrementos naturales en sus gastos, contratación de personal temporal, mayores consumos de servicios básicos, reforzamiento de operaciones, mantenimiento y adquisición de insumos para garantizar la calidad del servicio.
Sin embargo, estos costos se pagan en colones, mientras que una parte significativa de los ingresos del sector ingresa en dólares.
Un criterio similar expuso Caturgua, organización que aseguró que la apreciación sostenida del colón está provocando cierres de operaciones, reducción de planillas y pérdida de competitividad del país frente a otros destinos internacionales.
De acuerdo con datos de Caturgua, la reducción del tipo de cambio —de ¢645 en 2022 a ¢515 en 2024, y rondando los ¢505 a inicios de diciembre de 2025— implica que los dólares que ingresan al país se convierten en menos colones para las empresas y comunidades locales.
"Esto perjudica especialmente a pequeños emprendimientos como guías turísticos, transportistas, artesanos, restaurantes y hospedajes", señaló.
Por su parte, Flora Ayub, directora ejecutiva de la CCH, afirmó que el sector de alojamiento enfrenta una suma de presiones por diversos factores que hacen que operar sea cada vez más complejo y que el país pierda competitividad frente a otros destinos.
"El valor actual del tipo de cambio, el aumento en los costos operativos y otros factores que están afectando la percepción y la experiencia de los visitantes, tales como la seguridad ciudadana, el estado de las carreteras y las limitaciones en infraestructura pública clave", mencionó.
El sector sostiene que el manejo de la política cambiaria que ha hecho el Banco Central de Costa Rica (BCCR) ha encarecido al país frente a otros destinos con los que compite directamente, como México, República Dominicana, Colombia y Panamá, donde los costos relativos son más bajos y existe un mayor apoyo a los sectores ligados al turismo.
Impacto en el empleo
Caturgua detalló que el sector turístico genera alrededor de 180.000 empleos directos y más de 540.000 indirectos en Costa Rica, con una alta participación de mujeres en zonas rurales y costeras, lo que lo convierte en uno de los principales motores socioeconómicos del país.
Sin embargo, advirtió que la política cambiaria está afectando gravemente la estabilidad de miles de familias que dependen de actividades vinculadas al turismo.
La organización señaló que, al comparar el tercer trimestre de 2024 con el mismo periodo de 2025, se evidencia una pérdida de 22.170 empleos en turismo, producto principalmente de dos factores:
- El incremento de costos operativos por la apreciación del colón.
- La disminución de la visitación turística este año.
Aunque la visitación de turistas a Costa Rica creció un 5,9 % en octubre pasado, el balance acumulado en los primeros 10 meses de 2025 continuó siendo negativo: -1,6 %, según los datos más recientes del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Empresas en riesgo
Datos de Canatur indican que más del 85 % de las empresas turísticas del país son micro, pequeñas y medianas: emprendimientos familiares, hoteles de menos de 20 habitaciones, restaurantes, transportistas turísticos, guías, tour operadores pequeños y proveedores locales.
La temporada alta representa un periodo decisivo para sostener la operación de las empresas turísticas en todo el país, especialmente de las mipymes.
Sin embargo, el diferencial cambiario, sumado al incremento en tarifas de servicios públicos, cargas sociales y costos laborales, ha reducido los márgenes de operación en un momento crítico para la llegada de turistas, alegó Ayub, de la CCH.
También la ACOT expresó su preocupación por las consecuencias que la apreciación sostenida del colón está generando en la actividad turística.
"El tipo de cambio se mantiene hoy en niveles mínimos de casi dos décadas —entre ¢485 y ¢492 por dólar—, lo que ha provocado una reducción superior al 30 % en los ingresos en colones de las empresas turísticas. Mientras tanto, los costos locales continúan elevados o al alza: salarios, cargas sociales, impuestos, mantenimiento, combustibles y servicios esenciales. Esta combinación está estrangulando los márgenes operativos, limitando la inversión en calidad e innovación y poniendo en riesgo miles de empleos formales en las comunidades que dependen del turismo", detalló.
A esto los empresarios suman el impacto que generan las recientes alertas internacionales sobre seguridad en Costa Rica, que no solo afectan la imagen del país, sino que también inciden directamente en la toma de decisiones de los viajeros.
Por otra parte, persiste un rezago en infraestructura, con obras pendientes, rutas deterioradas y cierres frecuentes que afectan la movilidad de los turistas.
