Trabajadores independientes naufragan entre escasos ingresos y panorama incierto
Decoradora floral pasó de tener agenda llena a sobrevivir de ahorros para viaje
(CRHoy.com). A diferencia de los asalariados del sector público o de la empresa privada, los trabajadores independientes están acostumbrados a jugarse el pellejo cada quincena para sobrevivir.
Muchos de ellos, transformados en pequeños o medianos empresarios, aprendieron a medir el pulso de la incertidumbre y se convirtieron en expertos en hacer malabares para domar el dificultoso camino de ser un emprendedor.
Esa experticia en descifrar las épocas de incertidumbre quedó totalmente desarmada con la sorpresiva aparición de la pandemia del COVID-19. Nadie estaba preparado para esto y pocos tienen la llave que abra la puerta a conocer un futuro inmediato más certero.
Según datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), a inicios de junio 60 mil personas estaban con contratos laborales suspendidos y más de 140 mil recibiendo la mitad de los salarios en razón de las jornadas laborales reducidas.
El panorama es más sombrío si se toma en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) estimó el desempleo en un 15.7% a finales de mayo de este año. Esa cifra representó un incremento cercano al 3%, en comparación con el mismo período de 2019.
Según esa misma entidad, entre enero y marzo de este año, de más de 541 mil trabajadores independientes poco más de 270 mil dijo reportar ingresos menores a 1 salario mínimo (cerca de 400 mil colones).
Un caso es el de Ana Jara, quien tiene más de 5 años de operar un negocio capitalino dedicado a la decoración floral para bodas y eventos. Pasó de tener un 2020 prometedor a vivir en una pesadilla que parece interminable: la gran cantidad de cancelaciones de eventos programados trastornó sus proyecciones financieras y tuvo que echar mano de un ahorro que hizo durante más de 1 año para un viaje.
Pese a que Jara es positiva en medio de la crisis, reconoce que los impactos de la pandemia no pasarán de un día para otro y apuesta a rediseñar la estrategia comercial del negocio al menos para conseguir ingresos "frescos" que le permitan satisfacer las necesidades más básicas. Incluso, para ella es claro que el tipo de negocio no será el mismo y cambiará drásticamente.
Sabe que la reanudación de actividades sociales no se resolverá pronto en razón de las condiciones de la emergencia sanitaria.
"Cuando estalló la bomba, esa misma semana que se oficializó la pandemia, tenía 2 eventos. Las clientas siguieron el proceso, pero en los días previos llamaron a cancelar totalmente. Ya teníamos las flores cortadas y las cosechas listas. Desde ahí se empezó a ver la cancelación. Por ejemplo, la segunda semana de la pandemia (inicios de abril) movimos 17 bodas para este trimestre. Con llamadas de clientes desesperados, desilusionados y sin certeza de lo que iba a pasar", describió Jara, quien explicó que algunas actividades reprogramadas para los próximos meses no han sido canceladas, pero vaticina más reprogramaciones o cancelaciones en el camino.
Las repercusiones no se quedan solo en el negocio de Jara, el cual pasó a prácticamente tener una operación nula. Al menos entre 4 o 5 personas le ayudaban en los montajes de los eventos, involucrados en asuntos que iban desde el transporte hasta el armado. Según su punto de vista, los impactos de la crisis los ponen frente a una realidad en la que tendrán que ajustar la manera en cómo se ha trabajado históricamente. Con actividades menos populosas y más austeras.
"Hay que ver cómo sobrevivimos de aquí a que aparezca una vacuna. Parte de las cosas que me salvaron es que yo tenía un ahorro fuerte porque me iba de viaje para una celebración. Ese ahorro fuerte, hecho durante casi año y medio, es lo que me está salvando ahorita. Estoy sobreviviendo y pagando las cuentas básicas como el agua, la electricidad y otros gastos básicos. Hay que adaptarse para seguir comiendo", citó Jara, quien dijo que en semanas recientes se alió con otra emprendedora y, en conjunto con un vivero, ofrecen conos florales con otros productos comestibles.
Urge consenso
Una situación similar a la de Ana la vive Mijail Alpízar, quien tiene más de 20 años de organizar eventos sociales familiares o corporativos para empresa. En particular, este 2020 lucía como uno de los mejores años, con gran cantidad de actividades en el cronograma, pero el coronavirus se entrometió con otros planes.
En principio, Alpízar apuntaba que el tema de cancelaciones y posposiciones sería cosa de los primeros 3 meses de la emergencia sanitaria. Sin embargo, con el paso de los días cayó en cuenta que la reactivación no será sencilla.
Bajo su óptica las empresas (la mayoría pequeñas o medianas) que se dedican a estas actividades –con grandes encadenamientos- tienen la capacidad de aplicar protocolos sanitarios en conjunto con el Ministerio de Salud para cuando la reapertura sea posible. Pero, al mismo tiempo, tiene claro que la pelota no está solo en sus pies y dependerá de otros actores involucrados.
"A hoy teníamos 30 eventos programados, contando el mes de diciembre. He suspendido como 24 eventos y quedan 6 que podrían realizarse en los últimos meses del año. Necesitamos que el gobierno nos dé apoyo y apertura. Estamos claros que hay que respetar los lineamientos sanitarios, pero necesitamos que ellos nos escuchen y crean que estamos preparados para hacer esto", citó Alpízar.
El organizador, esposo y padre de 2 niñas, asegura que ser ordenado y contar con ahorros ha sido fundamental para enfrentar la emergencia. No obstante, apunta a que existen otras personas que están en apuros y merecen alternativas para conseguir el sustento diario.
"Cada semana que pasa tenemos menos ingresos y podrían existir empresas que, sin los permisos respectivos, realicen actividades para sobrevivir y provoquen focos de contaminación (…) No hay un plan, idea o estrategia. Si sos ordenado, podés sobrevivir varios meses. Pero, si no lo sos, rápidamente tendrás un problema de liquidez y ahí es donde estamos teniendo muchas empresas en las que no hay recurso y gente sin comer", concluyó Alpízar.
Este lunes 22 de junio se reportaron 64 casos nuevos de COVID-19 para un total de 2.277 en todo el país. Con 1.043 pacientes recuperados y 12 fallecidos. Según Daniel Salas, ministro de Salud, el crecimiento de casos registrado en días recientes tiene al país a las puertas del contagio comunitario.
*La foto de portada de esta nota es cortesía de Ana Jara, tomada por Emotion Weddings Photographers


