Oportunidades y desafíos ¿Hacia dónde marcha la economía de Guanacaste con respecto al turismo?
El turismo en Guanacaste ha generado numerosas oportunidades de empleo y beneficios económicos. Sin embargo, también ha traído efectos negativos que afectan a la población guanacasteca, incluyendo desigualdades económicas, el deterioro de los recursos naturales y la escasez de agua. Estos problemas son especialmente perjudiciales para aquellos que no participan directamente en la actividad turística y para el medio ambiente. Por ello, es crucial analizar hacia dónde se dirige Guanacaste en esta situación.
Desde mi perspectiva, las desigualdades han aumentado debido a las repercusiones del turismo. Aunque el sector turístico se ha convertido en la principal fuente de ingresos en la provincia, muchas comunidades que aún dependen de la agricultura no se benefician equitativamente. Este fenómeno ha creado una "economía de dos velocidades", donde el crecimiento económico del turismo contrasta con la estancada situación de otros sectores. Aunque el turismo genera empleo, la brecha entre los trabajadores en este sector y aquellos en otras áreas se ha ampliado, contribuyendo a la desigualdad económica. Es importante destacar que, a pesar de los beneficios del turismo, gran parte de las ganancias directas se destina a inversores extranjeros, quienes dominan la industria en las costas.
Además, la gestión de los recursos naturales y la preservación del medio ambiente se han convertido en un desafío significativo debido al turismo masivo. En lugares populares como Tamarindo y Playas del Coco, la demanda de agua ha superado la capacidad de las instalaciones locales, generando problemas de suministro y contaminación. La presión del turismo ha llevado a la destrucción de hábitats y a la fragmentación del territorio, afectando la biodiversidad. Asimismo, la creciente construcción costera ha acelerado la erosión y la degradación del entorno marino, comprometiendo aún más la calidad de vida de los residentes y la salud del ecosistema.
El aumento de la demanda de agua por parte del sector turístico ha generado escasez para las comunidades locales y tensiones sobre el uso del recurso. Muchos hoteles y restaurantes requieren grandes cantidades de agua, y la infraestructura existente a menudo no está preparada para soportar esta presión.
En conclusión, el turismo masivo en Guanacaste ha contribuido a un creciente cambio en la desigualdad económica y ambiental. Aunque muchos se benefician de este sector, aquellos que dependen de la agricultura y otras actividades se quedan atrás, enfrentando desafíos en su calidad de vida y poder adquisitivo. Por lo tanto, es fundamental cuestionarnos: ¿estamos avanzando hacia un desarrollo sostenible con respecto al turismo que beneficie a todos, o estamos favoreciendo a unos pocos que controlan el sector turístico?
Estudiante de economía Universidad Nacional