El poder de la danza quedó demostrado en el Teatro Nacional

La obra se llama "El ladrón de diamantes". Se presentó dos veces seguidas este martes en el Teatro Nacional, en el centro de San José.

Nueve bailarines profesionales tomaron el escenario guiados por el coreógrafo Gustavo Hernández, de la Compañía de Danza Universitaria, de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Pero además estaban sobre el escenario ocho niños sordos que estudian en la Escuela Fernando Centeno Güell. 

"Es un espectáculo para demostrar que la danza es una herramienta para que estos niños se vean a lo interno (…) hace que se sientan más seguros de ellos, que conozcan su entorno, que se den cuenta de que son capaces", dijo Carolina Valenzuela, productora de la Compañía de la UCR.

Se trata de un proyecto universitario llamado "Mi cuerpo, mi voz" y pretendía explotar en estos niños su expresión corporal como medio de comunicación. Hernández trabajó con el equipo durante seis meses antes de que llegaran al escenario.

Inicialmente este espectáculo se iba a presentar hasta el 2018, pero las autoridades del Ministerio de Educación Pública (MEP) pidieron que se presentara este martes 21 de noviembre en dos ocasiones, una a las 10:00 a.m. y otra a las 12:10 p.m., como parte del programa Teatro al Mediodía. 

A la primera función asistieron unos 500 niños de escuelas cercanas al centro de San José, mientras que a la de la tarde 355 personas que visitan el teatro los martes durante el almuerzo. 

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