El suicidio es un problema de salud pública que afecta en su mayoría a jóvenes
Hay canales de ayuda
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el suicidio es la tercera causa de muerte a nivel mundial, y la incidencia se da generalmente en jóvenes entre 19 y 24 años, por lo que debe ser considerada una situación prioritaria de salud pública.
Datos de la Dirección Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud indican que, del 2019 al 2023, se registraron 6.526 intentos de suicidio en personas de 15 a 35 años. Entre el año 2019 y 2020 se dio un descenso del 38% pasando de 1.744 casos a 1.072 casos. Además, hubo un alza continua hasta el año 2023 observándose que los intentos de suicidio en estos años se duplicaron.
La distribución de los intentos de suicidio de las personas entre 15 a 35 años, muestra que entre los 15 y 19 años se registran más intentos de suicidio, seguido del grupo de 20 a 24 años.
Según la OPS, en 2019, el suicidio a nivel regional representó: 97.339 muertes, 74.918 en hombres y 22.421 en mujeres. El número de muertes por suicidio aumentó un 56%, de 62.401 muertes en 2000 a 97.339 muertes en 2019.
La tasa bruta de mortalidad por suicidio estimada fue de 9,64 muertes por 100 mil habitantes, un aumento del 28% con respecto al nivel de 2000 (7,53 muertes por 100.000 habitantes).
Es prevenible
De acuerdo con Álvaro Solano, director de la Escuela de Psicología de la Universidad Fidélitas, el suicidio es prevenible con políticas públicas que prioricen la salud mental y emocional de las personas, se promuevan estilos de vida saludable y se aborden, de forma inmediata y eficaz, las diferentes situaciones relacionadas con este flagelo.
Esta situación tan compleja debe abordarse de una forma multidisciplinaria, identificando los factores de riesgo en las comunidades, en las familias y en las personas, comenzando por mapear y reconocer las carencias, tanto en el sistema de salud, como a nivel económico y social, que afecta de diferentes formas a las personas.
Para prevenir el riesgo de suicidio deben potenciarse los factores protectores. En los centros educativos se deben fomentar iniciativas y crear espacios de ocio y recreación, así como dinámicas que generen pertenencia en las personas estudiantes para que, en momentos clave o críticos, ellos logren identificar dónde pueden acercarse a conversar o pedir ayuda, comentó Solano.
¿Cómo ayudar a una persona que está pensando en el suicidio?
Christian Murillo, docente de psicología, brindó algunos consejos sobre como manejar la situación cuando se identifica a una persona con riesgo de suicidio:
- Escuche con atención, contenga emocionalmente: la gente debe comprender que es muy importante escuchar activamente cuando una persona se nos acerca y manifiesta tristeza y desesperanza.
- Refiera a la persona a un profesional de la salud mental. Si el caso lo amerita, acompáñela al centro de salud más cercano.
- La prevención radica en fortalecer la resiliencia, poder encontrar espacios sanos para expresar emociones, sentimientos y preocupaciones.
- Es importante fortalecer las redes de apoyo y reconocer que necesitamos ayuda.
- Nunca descalifique una persona que le expresa una necesidad afectiva, todos respondemos de manera diferente ante las diversas situaciones de la vida.
- Preste atención a los cambios significativos que podría estar evidenciando su condición.
- Es importante identificar siempre qué situaciones nos anclan a la vida. Por ejemplo: nuestra familia, nuestros hijos e hijas, sueños, metas, anhelos.
- Evite que la persona tenga acceso a instrumentos que le permitan autolesionarse.
Existen varias entidades que escuchan y brindan su apoyo a personas que pasan por momentos difíciles a nivel emocional.
Algunas de ellas son la plataforma telefónica de emergencia 9-1-1, Línea ‘Aquí estoy' del Ministerio de Educación Pública (MEP) en coordinación con el Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica, Línea de Ayuda para Niños y Adolescentes del PANI mediante la línea telefónica 1147, La Piedad-Línea 800 Amanece, entre otras.