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Elecciones en Bolivia: el fin de dos décadas del MAS y el inicio de un nuevo rumbo

Por Gustavo Arias | 17 de Ago. 2025 | 6:41 am

Este domingo, Bolivia acude a las urnas en unas elecciones presidenciales que podrían transformar de manera decisiva el rumbo político y económico del país.

Por primera vez en casi dos décadas, el Movimiento al Socialismo (MAS) está cerca de perder en las urnas.

Los sondeos apuntan a que ningún candidato alcanzará la victoria en primera vuelta, pero el país se encamina hacia un cambio profundo.

La encrucijada

Durante 20 años, el MAS —primero con Evo Morales y luego con Luis Arce— controló la presidencia y buena parte de las instituciones del Estado. Ese ciclo enfrenta su mayor amenaza. La crisis económica, el desgaste de sus líderes y la pérdida de apoyo en bastiones rurales han abierto espacio a dos figuras opositoras que hoy encabezan las encuestas.

La votación llega en un momento crítico: inflación en niveles no vistos en cuatro décadas, escasez de combustible y harina, reservas internacionales en mínimos y creciente tensión social. El próximo gobierno deberá estabilizar la economía, muy probablemente con un enfoque distinto al del MAS.

Los dos que dominan la carrera

  • Samuel Doria Medina: empresario y político, lidera la alianza Unidad. Defiende un programa liberal que incluye recorte de subsidios en sus primeros 100 días, atracción de inversión privada y apertura hacia organismos internacionales como el FMI. Su principal respaldo proviene del sector empresarial y de las ciudades. Registra cerca del 21% en intención de voto.
  • Jorge "Tuto" Quiroga: expresidente entre 2001 y 2002, encabeza la alianza Libre, de tendencia conservadora-liberal. Plantea un ajuste económico acompañado de reformas institucionales y un mayor acercamiento a socios internacionales. Mantiene un apoyo cercano al 20%, prácticamente empatado con Doria Medina.

Segunda vuelta, casi segura

En Bolivia, un candidato necesita más del 50% de los votos, o al menos el 40% con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo, para ganar en primera ronda. Ninguno de los favoritos se acerca a esas cifras.

Las encuestas muestran un empate técnico y una diferencia mínima, lo que hace casi inevitable un balotaje en octubre. El voto de los indecisos y de quienes apoyan a candidatos menores será decisivo.

Los temas que marcaron la campaña

  • Crisis económica: inflación histórica, desabastecimiento de combustibles y reservas internacionales casi agotadas.
  • Debate sobre el modelo económico: ante la fuerte intervención estatal del MAS, la oposición propuso recortes, liberalización y apertura a capital extranjero.
  • Voto nulo como protesta: Evo Morales, inhabilitado, impulsó anular el voto para cuestionar la legitimidad del proceso.

Evo Morales: fuera, pero presente

Aunque su nombre no figure en la papeleta, Evo Morales sigue siendo un actor central. Un fallo judicial le impide competir, pero lidera la campaña por el voto nulo, que busca debilitar la legitimidad de la elección.

Su influencia se mantiene en comunidades rurales e indígenas, aunque su base comienza a fragmentarse. Las encuestas calculan el voto nulo en torno al 13%.

Un giro inevitable

Gane quien gane, Bolivia se encamina a una transformación profunda.

  • Fin del ciclo del MAS: después de dos décadas, el partido que dominó la política nacional perdería el control del Ejecutivo.
  • Viraje económico: el próximo gobierno se apartará del modelo estatista para aplicar ajustes y abrir la economía a capital y crédito externos.
  • Nuevo mapa político: una oposición reforzada tomará las riendas con la promesa de tejer alianzas internacionales y reconfigurar el poder interno.
  • Tensión en el horizonte: las reformas y recortes podrían avivar la protesta social en un país ya golpeado por la crisis.

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