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Emil Zatopek, la “Locomotora humana”

Por Rodrigo Calvo | 17 de Ago. 2016 | 1:12 pm

Emil Zatopek4El deporte no lo es todo en las Olimpiadas, ya que es un evento propicio para que cada cuatro años se acerquen culturas y se den todo tipo de encuentros, tejiéndose incluso romances que concluyen a veces en boda. Sus sueños son de gloria olímpica, de medallas de cualquier metal, pero también de anhelos cargados de amor.

Una de las historias de corazón más recordadas, la protagonizó uno de los deportistas olímpicos más descollantes, el fondista checoslovaco Emil Zatopek, convertido en leyenda al ser el único corredor en concretar la proeza de ganar el oro en el maratón y los 5.000 y 10.000 metros, con récords olímpicos en los mismos, en sólo ocho días de una edición olímpica, la de Helsinki 1952.

A “La Locomotora Humana”, como se le conoció en su trayectoria deportiva, fue alcanzado por las flechas de Cupido. Cuando Zatopek partió a hacer su servicio militar en 1945, sus éxitos como atleta le sirvieron para ser el niño mimado del regimiento. De este modo conoció a Dana Zátopková, la hija de su coronel.imagen-Visa-300x250

La pareja parecía hecha el uno para el otro y se casaron en 1947. No en vano, habían venido al mundo el mismo día, el mismo mes y el mismo año, el 19 de setiembre de 1922; ella nacida con el nombre de Dana Ingrová, en la región checa de Moravia-Silesia, y él también en la misma zona, en la ciudad de Koprivnice.

Dana acompañó a Emil en el equipo de atletismo de la antigua Checoslovaquia, cuando ambos ya eran marido y mujer y participaron en los Juegos de 1948, en Londres, Inglaterra.

Allí, Zatopek obtuvo sus dos primeras medallas olímpicas, primero la de oro en los 10.000 metros, doblando en distancia a todos los corredores. También se colgó una de plata en los 5.000 metros.

Emil y Dana reaparecieron en la cita olímpica de 1952, en Helsinki, Finlandia. En dichas justas, los dos ganaron el mismo día medallas de oro para una orgullosa Checoslovaquia y las fotografías de la pareja abrazándose y dándose besos aparecieron en las páginas centrales de los periódicos de todo el mundo.

Hasta el equipo de relevos 4×400 metros de Jamaica participó en la fiesta, tras la victoria de Zatopek con ventaja de 700 metros en el maratón –prueba en la que debutaba–, al llevarle en volandas a través de la pista para encontrarse con su mujer.

Esa vez, Emil ganó la prueba de 5.000 metros planos, entre otras. Dana participaba en la prueba de jabalina y tomó esa medalla de oro de su marido y la deslizó en su bolsa de deporte. "Me traerá suerte", declaró en aquella oportunidad.

El primer lanzamiento de Dana fue 50,47 metros, que representó entonces un récord olímpico. Ella también consiguió la medalla de oro, en tanto que su esposo se apuntó también el triunfo en los 10.000 metros, en un resultado que lo confirmó como el único atleta de la historia que alcanzó la proeza de ganar en una sola Olimpiada las tres pruebas de fondo (5.000 m, 10.000 m y maratón).

Ambos retornaron a las Olimpiadas. Cuatro años más tarde, en Melbourne 1956, la edad de Zatopek (34 años) y una hernia le impidieron lograr otro éxito. Acabó sexto. Dos años después, Emil puso fin a su carrera como fondista de élite.

Mientras tanto, Dana reapareció en los Juegos de 1960, en Roma, Italia, se adjudicó la presea de plata en el lanzamiento de jabalina y dejó el deporte ese mismo año. En total, cinco preseas olímpicas fueron para Emil y dos para Dana.

Un estilo antagónico pero efectivo

Emil Zatopek fue un especialista en pruebas de fondo, que destacó en el atletismo por su forma de correr; algunos expertos dicen que nunca fue muy legítimo, un tanto agónico pero efectivo. Siempre daba la sensación de que iba al límite de sus posibilidades y que en cualquier momento se iba a desplomar del esfuerzo.

Pero, bajo ese estilo agónico, se escondía una máquina de devorar kilómetros a una velocidad sobrehumana, que le valió durante su carrera deportiva obtener cinco preseas olímpicas (cuatro oros y una plata), ganar 261 de sus 334 carreras, estar seis años imbatido y batir 28 récords mundiales en nueve especialidades distintas.

De estilo tosco y poco técnico, su potente zancada y enorme potencia le permitieron convertirse en un mito de las pistas. Él no tenía compasión para sus rivales y en sus entrenamientos seguía la teoría de que “no hay resultados sin esfuerzo”. Zatopek llegó a entrenarse kilómetros y kilómetros con pesadas botas de trabajo.

Destacó, principalmente, por la fuerza explosiva de sus piernas y por la resistencia de sus pulmones. Su forma de correr siempre se basó en la firmeza de su ritmo, el cual potenció con entrenamientos de distancias pequeñas para aumentar su velocidad.

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Aun así, su técnica no era muy depurada. De hecho, él mismo aceptó que "mi estilo está muy lejos de los grandes atletas". Pero lo que le hacía ser tan grande era su dedicación, ya que entrenaba en todo el año: 800 kilómetros al mes y 1.000 horas al año.

Lo curioso es que este checo se inició en el atletismo en 1941 por casualidad. El sexto de una familia de siete hermanos nacidos en el seno de una familia obrera era el empleado de una fábrica de calzado en la fábrica, cuando fue “invitado” a participar en la carrera anual de la compañía; medio lo obligaron a participar. Corrió a regañadientes y acabó segundo, lo que le motivó para intentarlo.

Saltó al primer plano del atletismo internacional en el Campeonato Europeo de 1946 en Oslo, Noruega, donde fue quinto en los 5.000 metros. Con ese cartel, importante, pero lejos del de las principales figuras, se presentó dos años después a su primera Olimpiadas

Zatopek aumentó, progresivamente, su leyenda en los Juegos entre Londres 1948 y Helsinki 1952, cuando batió cinco veces el récord mundial de los 10.000 metros, una vez el de las diez millas, dos el de los 20 kilómetros, otras dos el de la hora y una el de los 30 kilómetros. Así se plantó en sus segundos Juegos, en Helsinki 1952. Zatopek no sólo no defraudó, sino que se superó a sí mismo.

Héroe del pueblo, atleta del siglo

Una vez retirado del deporte, sus éxitos le hicieron pasar de ser un simple soldado del ejército a coronel. Era y es considerado por su pueblo como “un héroe nacional”, aunque era espiado y controlado hasta la sociedad por los comisarios del régimen comunista.Emil Zatopek5

Después cayó en la miseria en 1968, cuando apoyó, con valientes posicionamientos, el movimiento democrático del político y reformador Alexander Dubcek ante la invasión soviética.

Fallida la revolución, a Emil lo expulsaron del ejército y del Partido Comunista siendo degradado y obligado a trabajar en diversos oficios para poder sobrevivir, como lo hizo en una mina de uranio, la excavación de pozos y barrendero de residuos domiciliarios.

Las presiones de sus compatriotas, que seguían adorándole, acabaron dando sus frutos y en 1975, cuando Zatopek se retractó, el Gobierno le devolvió parte de su reconocimiento. Al ostentar añun su grado de coronel en el ejército, laboró en el archivo del Centro de Información de Deportes y como profesor de educación física.

Los Zatopek estuvieron felizmente casados hasta que "La Locomotora Checa" entró en la estación para su descanso eterno, la mañana del 22 de noviembre del 2000, justo después de su aniversario 53º de boda, con su fallecimiento en Praga a los 78 años, como consecuencia de un derrame cerebral.

Aquella noticia fue un golpe duro para Dana Zátopková, pero no ha decaído. Ella aún vive, a los 93 años, y se ha mantenido muy activa.

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Nombre: Emil Zátopek.

Apodos: “La Locotomora Humana” y “La Locomotora Checa”.

Nacimiento: 19 de setiembre de 1922, en Koprivnice, Checoslovaquia.

Fallecimiento: 22 de noviembre del 2000 (78 años), en Praga, República Checa.

Peso: 72 kilos. Estatura: 1,82 metros.

Pareja: Dana Zátopková (93 años).

Deporte: Atletismo. Debut deportivo: 1938.

Club: TJ Gottwaldov, Zlín, de Dukla Praga (Checoslovaquia).

Especialidades: Las carreras de larga distancia, 5.000 metros, 10.000 m y la Maratón.

Estadísticas: 261 victorias en 334 carreras, con 18 plusmarcas mundiales.

Retiro deportivo: 1958. –Juegos Olímpicos: 5 medallas (4 de oro, 1 de plata). Londres 1948: 10.000 metros (oro) y 5.000 metros (plata). Helsinki 1952: 5.000 metros (oro), 10.000 metros (oro) y Maratón (oro). Melbourne 1956: Maratón (sexto puesto). –Campeonatos de Europa: 4 medallas (3 de oro, 1 de bronce). Bruselas 1950: 5.000 metros (oro) y 10.000 metros (oro). Berna 1954: 10.000 metros (oro) y 5.000 metros (bronce). Reconocimientos: La Asociación Internacional “La Zapatilla de Oro” lo nombró el “Mejor Atleta del Siglo” (1997). Nombrado uno de los primeros 12 atletas que se instaló en el Salón de la Fama de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (2012). Una estatua de bronce de tamaño natural de Emil Zátopek figura en el Estadio de la Juventud en la ciudad checa de Zlín (2014).

La exitosa pareja, que brilló en las Olimpiadas, ha sido objeto de toda clase de reconocimientos y homenajes en su país y el mundo; uno de los más recientes fue el tributo de hace tres años para el “Atleta del Siglo XX”, en el 2013, cuando se inauguró un tren con el nombre de “Emil Zatopek”, para inmortalizar todavía más su sobrenombre de leyenda olímpica, el de “La Locomotora Humana”.

(*) Rodrigo Calvo Castro es periodista deportivo del sitio http://cronica.cr/

 

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