Entre lágrimas de orgullo: Montserrat del Castillo habló de las críticas, su divorcio y su hijo
La conocida presentadora de televisión Montserrat del Castillo reveló detalles de su vida a los que nunca antes se había referido, durante el pódcast de Johanna Villalobos. La modelo, entre lágrimas, no de dolor, sino de orgullo, habló de cómo ha salido adelante tras momentos complicados como las críticas por su pasado, el divorcio que enfrentó y su etapa actual como madre.
Montserrat y Johanna se conocieron en VM Latino; sin embargo, por diferentes roces que tuvieron cuando eran jóvenes no mantenían una relación amistosa. Incluso, entre risas, reconocieron que nunca imaginaron que, años después, podrían conversar con la cordialidad y el respeto que ahora comparten.
Del Castillo explicó que llegó a ese canal "en el peor momento de su vida" y en una etapa en la que figuras como Yiyo, Choché y Jair Cruz ya se marchaban hacia otras oportunidades laborales. En ese entonces, Villalobos criticó su forma de vestir, considerada demasiado extravagante, lo que evidenciaba sus diferencias en cuanto a estilo. Esa crítica marcó la mala relación que sostuvieron durante años.
Una joven que llegó a la televisión
Montserrat contó que cuando ingresó al canal musical acababa de salir de una relación de codependencia y de un círculo de violencia "muy feo". No tenía dinero para llevar terapia y sus padres atravesaban dificultades familiares.
A esas circunstancias se sumó la necesidad de abandonar la universidad para trabajar, con el fin de que su hermana menor pudiera continuar con sus estudios superiores.
La comunicadora detalló que fue difícil no tener una buena relación con una compañera de trabajo como Johanna. Con el tiempo, comprendió que las mujeres no deben verse como competencia, pues cada una puede estar atravesando situaciones desconocidas.
Durante el pódcast, Johanna relató que, tiempo después, ya fuera de VM Latino, se encontró con Montserrat en un evento y quiso disculparse. No obstante, cuando le pidió a "Montse" hablar en privado, recibió un "no" como respuesta, pues ella no quería conversar en ese momento.
Su forma de ser
Montserrat reconoció que durante mucho tiempo cuestionó su forma de ser y de vestir, porque muchos la tildaban de "extravagante". Incluso, llegó a pensar que "no era cool". Sin embargo, se dio cuenta de que esa era su manera de "brillar".
Recordó que disfrutó experiencias como modelar o proyectar una imagen "sexy" en ciertas franjas horarias de televisión, aunque aclaró que ya no le interesa ese tipo de exposición.
Una transición hacia la madurez
La presentadora relató que su llegada al programa De boca en boca fue complicada, pues le costó adaptarse al cambio de un contenido "fiestero" a uno "familiar".
Asimismo, trabajar junto a figuras de amplia trayectoria televisiva como Mauricio Hoffmann o Bismarck Méndez la hacía cuestionarse sobre su capacidad.
Aseguró que tuvo que enfrentar la madurez y dejar atrás cosas que le gustaban, pero que ya no le aportaban en esa nueva etapa. No obstante, afirmó que no se arrepiente de lo que hizo, porque hoy se da a respetar.
Su familia y su origen
Del Castillo contó que tiene una hermana menor que es arquitecta y que pronto se casará, por lo que ahora están planeando la boda.
Entre lágrimas, se emocionó al recordar lo que su hermana ha logrado, tras superar muchos desafíos para alcanzar sus sueños.
También destacó su propia trayectoria, pues considera que cada persona debe reconocer su esfuerzo para valorar todo lo que ha avanzado.
Creció en San Sebastián y enfrentó situaciones difíciles, pero fue clara en que las oportunidades "uno las tiene que pelear".
"No soy de relaciones pasajeras"
La modelo confesó que es una persona muy enamorada, lo que la ha llevado a mantener relaciones sentimentales largas. "No soy de relaciones pasajeras", aseguró.
También comentó que la vida "que le inventan" muchas veces parece más interesante que la que realmente lleva.
No obstante, admitió que sufrió por las insinuaciones sobre su vida amorosa y, en más de una ocasión, tuvo que "tragarse" el dolor para salir sonriente frente a las cámaras.
Las críticas a su imagen
Montserrat recordó que, cuando era joven, se inyectó los labios para "verse más bonita", pero una persona inescrupulosa le aplicó biopolímeros. Esto provocó una deformación en su rostro.
Vivió con culpa y rencor hacia esa persona durante mucho tiempo y le costó encontrar un médico que pudiera revertir el daño. En la cirugía le tuvieron que abrir toda la boca porque los biopolímeros habían migrado por su rostro.
Entre lágrimas, relató que pasó un año sin mostrar el rostro y que no sabe cómo logró salir adelante de esa situación. También cuestionó a quienes la atacaron por decisiones del pasado.
Señaló que muchos comentarios le dolieron, especialmente los que aseguraban que "se operaba cada semana", lo cual desmintió categóricamente.
Cuando era joven no valoraba mi belleza y solo veía lo que me faltaba. Nunca voy a entender por qué era tan infeliz en mi piel; no me daba cuenta de lo extraordinaria que era, reflexionó.
Un cambio en su vida
Del Castillo afirmó que un accidente de tránsito fue el punto en que Dios intervino para cambiar su vida. Reveló que incluso llegó a pensar en "tomar una decisión incorrecta", pues no sabía qué camino seguir.
A partir de entonces, se centró en hacer cosas que la llenaran de orgullo, como concluir su carrera universitaria.
Luego, convertirse en madre fue el cambio más grande. "El amor tan grande que siento por mi hijo y el que él me da, no lo cambio por nada", expresó.
Reconoció que la maternidad la hizo muy feliz, aunque también la llevó a salir de su zona de confort y a ponerse en un segundo plano. "La maternidad es un sacrificio de amor", sostuvo.
El divorcio
Finalmente, Montserrat habló de su divorcio con Jhona Monroy, al que calificó como un fracaso personal.
Explicó que siempre quiso construir una familia, pero todo se "desmoronó" el año pasado. Tras cinco años de matrimonio, concluyó que "apartarse también es querer".
Irme a tiempo es lo más difícil que he hecho en mi vida, aseguró.
Aunque siempre soñó con casarse, reconoció que la separación fue una decepción. "El luto que yo he vivido ha sido como el de un fracaso; sin embargo, siento que era lo mejor. Irse por la puerta de adelante es lo más loable y leal que se puede hacer, con uno mismo y con la otra persona", explicó.