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Bad Bunny más allá del prejuicio

Es fácil decir "No me gusta Bad Bunny" cuando no se le ha puesto atención. A horas de los dos conciertos históricos que dará en el Estadio Nacional, repasemos las cifras, los salseros, las colaboraciones globales y hasta las universidades que cuentan otra historia: la de un artista validado más allá del reguetón.

Por Víctor Fernández G. | 5 de Dic. 2025 | 12:19 pm


Hoy, viernes 5 de diciembre, Bad Bunny se presenta en el Estadio Nacional. Mañana repetirá. Dos fechas, viernes y sábado, que romperán un récord histórico: 45.000 personas por noche, la mayor convocatoria que Costa Rica haya visto para un solo artista. En un país acostumbrado a opinar de todo, muchas veces sin detenerse a observar, este es quizá el momento indicado para revisar qué hay detrás del fenómeno Bad Bunny.

Lo que sigue no es defensa a ciegas ni evangelización urbana. Es un repaso —con datos, voces y contexto— de por qué un artista que algunos descartan de antemano es, en realidad, una de las figuras culturales más influyentes de su generación.

Bad Bunny en los números

En el 2016 este puertorriqueño comenzó una carrera discográfica que, en menos de diez años, lo llevó a convertirse en uno de los artistas más escuchados del planeta. Estas cifras explican por qué las dos noches de hoy y mañana serán históricas:

• Tres álbumes en el número uno del Billboard 200: El Último Tour del Mundo (2020), Un Verano Sin Ti (2022) y Debí Tirar Más Fotos (2025).
El Último Tour del Mundo fue el primer disco íntegramente en español en alcanzar el #1 del Billboard 200.
• Ganador de tres premios Grammy.
• Ganador de doce Latin Grammy, incluido Álbum del Año 2025.
• 137.5 mil millones de reproducciones en plataformas de audio on-demand.
• 78.6 millones de oyentes mensuales en Spotify.
• 43.6 mil millones de vistas acumuladas en YouTube.
• Más de 119 millones de ventas equivalentes de álbumes (EAS).

No es cuestión de gustos: estos números miden alcance cultural, económico y mediático.

Bad Bunny y la salsa: legitimidad, no capricho

Una de las críticas habituales es que "Bad Bunny no es salsero". Es cierto. Pero su relación con la salsa no se basa en poses ni modas.

Durante su residencia No Me Quiero Ir de Aquí, en Puerto Rico, Bad Bunny invitó —en noches distintas— a tres pilares del género: Rubén Blades, Gilberto Santa Rosa y Marc Anthony. Tres generaciones. Tres validaciones que no se regalan.

Rubén Blades fue directo:
"Me alegra ver esta evolución… Benito lo hizo de una manera reflexiva y respetuosa."

Gilberto Santa Rosa, tras sonear con él, dijo lo esencial:
"La música es universal. Cuando se trabaja con respeto, todo fluye."

Marc Anthony cerró una de las noches. Que Marc suba al escenario es, por sí solo, una afirmación: no canta con cualquiera.

A eso se suman dos instituciones del género:

Willie Colón le escribió:
"Lo hiciste de una manera reflexiva y respetuosa… Puerto Rico y la salsa necesitan un impulso."

Willie Rosario remarcó el impacto generacional:
"Ha traído a sus fanáticos jóvenes a escuchar salsa y levantar el interés de bailarla."

Y desde El Gran Combo se ha reconocido el rol de Bad Bunny para reactivar conversaciones sobre la salsa en audiencias en las que ese  género musical no estaba presente.

Nada de esto se parece a un coqueteo superficial. Es un puente entre generaciones, tradición y contemporaneidad.

Bad Bunny y el pop global

Bad Bunny no llegó al pop mundial "por accidente". Sus colaboraciones lo colocan en una órbita reservada para muy pocos artistas latinos.

Gorillaz / Damon Albarn
Damon Albarn lo invitó al disco Cracker Island (2023). La canción Tormenta se grabó entre Jamaica y Los Ángeles.

Drake
MÍA (2018) fue uno de los primeros crossovers masivos entre el trap latino y el mercado anglo.

Cardi B
En I Like It (2018), que llegó al #1 del Billboard Hot 100, Bad Bunny forma parte de una de las fusiones más exitosas entre hip-hop estadounidense y sonido latino.

Julieta Venegas
En Lo Siento BB:/ (2021), Bad Bunny puso a dialogar generaciones y sensibilidades que no suelen cruzarse en el mainstream.

Snoop Dogg
Apareció como protagonista en el video de Hoy Cobré (2020) y ha dicho públicamente que Bad Bunny es "uno de los artistas más auténticos de su generación".

Jennifer Lopez
Colaboraron en Te Gusté (2018) y en 2025 lanzaron Noches de Nueva York. JLo lo describió como "uno de los artistas más importantes del mundo".

Madonna
En el 2024 se viralizó bailando una canción de Bad Bunny: un gesto pequeño, sí, pero simbólico viniendo de una figura que define la historia del pop.

Jay-Z
Fue Jay-Z quien lo llamó personalmente para ofrecerle el show de medio tiempo del Super Bowl 2026.

Todos estos nombres dicen algo: Bad Bunny no orbita el pop global, forma parte de él.

Bad Bunny y las universidades

Quizá el dato que más incomoda a quienes lo subestiman: Bad Bunny ya es un objeto de estudio académico.

Y no en cursos marginales, sino en universidades de primer nivel en Estados Unidos:

Yale University
Curso "Bad Bunny: estética y política musical". Examina lenguaje, discurso cultural y debates sobre Puerto Rico y la diáspora.

Harvard University
Curso "Resistencia cultural en el Caribe", que incluye análisis de letras y videos como ejemplos de comentario social contemporáneo.

Brown University
Sociolingüística del español caribeño: usa canciones de Bad Bunny para estudiar registro, variación, code-switching y fonética urbana.

Wellesley College
Curso "Bad Bunny: Race, Gender, and Empire in Reggaetón". Historia, género, poder y colonialidad vistas desde su obra.

Loyola Marymount University
Curso "Bad Bunny and Resistance in Puerto Rico". Identidad, resistencia política, historia colonial.

Emory University
Curso de Latinx Studies: reggaetón, colonialismo, raza y género a partir de su trabajo más reciente.

University of Florida
Estudios Latinoamericanos: unidades dedicadas a género, identidad y cultura pop a partir del fenómeno Bad Bunny.

University of Texas at Austin
Curso "Reggaetón y política cultural", con un módulo completo sobre su obra.

San Diego State University
Curso "Bad Bunny and Representation": masculinidad latina, medios y representación.

En todas, la conclusión es la misma: su obra es relevante para entender identidad, lenguaje, política cultural y la experiencia latina contemporánea.

Lo que veremos hoy y mañana

Costa Rica tendrá frente a sí no solo al artista más escuchado del planeta, sino a un fenómeno cultural completo: una figura que dialoga con la salsa, con el pop global, con la academia, con la identidad latina y con las tensiones de una generación.

No hay obligación de que le guste. Pero sí vale observarlo con rigor: pocas veces un artista latino ha generado una conversación tan amplia, tan diversa y tan profunda.

Y hoy esa conversación se escuchará en el Estadio Nacional.

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