La deuda de la humanidad con los senos de la mujer es impagable.
La mitología lo tuvo muy presente desde que incluyó entre sus diosas favoritas a Artemisa con sus múltiples mamas evocando la fertilidad.
En nuestro tiempo, las tetas al aire libre se han convertido en el estandarte de millones de mujeres para sublevarse contra el imperio machista y exigir el respeto a sus derechos.
En marzo de 2011, cuando una culebra murió intoxicada tras morder los pechos de la modelo israelí Orit Fox en pleno programa de televisión, los que aún dudaban del poderío de estos quedaron advertidos.
Y esto lo saben muy bien las chicas socialités tipo Paris Hilton, Lady Gaga, Kate Moss, Kim Kardashian y Paulina Rubio, entre muchas otras, quienes por accidente o no, a menudo suelen recordarnos de lo que son capaces sus pechos al viento.
No obstante, nada como el accidente con la teta derecha de la famosa Janet Jackson cuando en febrero del 2004 actuaba en medio de vistosas coreografías en el Super Bowl junto a Justin Timberlake.
Este, en un movimiento que nadie sabe hasta ahora si fue deliberado o accidental, hizo que la teta derecha quedara por un segundo expuesta al mundo.
Y fue gracias a ese “Pezongate”, como se le llamó, que nació, ni más ni menos, Youtube.
¿Qué ocurrió? Al igual que muchas personas, Jawed Karim, un emprendedor germano-bangladeshí, se sintió frustrado de no poder ver el instante del pecho salido debido a la falta de plataformas idóneas para convertir videos libremente en Internet.
Ante eso, y en un arrebato de ansiedad, no tardó en unirse a un par de socios más para fundar el sitio web donde él y la sociedad global pudieran compartir los videos sin perderse momentos como el de la Jackson quien, para variar, se sacó la rifa al convertirse en víctima de la moralina de los norteamericanos, para risa y mofa de los europeos.