Error dejó estancado proyecto para reconstrucción de gradería sur del Lito Pérez
Exalcalde municipal asegura que no tiene responsabilidad
Entre el 2016-2017, la Municipalidad de Puntarenas recibió una partida de ¢200 millones por parte del Instituto Costarricense del Deporte (Icoder) para que este municipio pudiera reparar la gradería sur del estadio Lito Pérez.
En ese momento el alcalde del cantón central de Puntarenas era Randall Chavarría, quien hoy aspira a volver a este cargo por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
El actual alcalde municipal, Wilber Madriz Arguedas, explicó que la Municipalidad invirtió ¢10 millones para los estudios de suelo con una empresa privada.
Luego se hizo una licitación a una empresa constructora que señaló que había un error en los estudios de suelo, ya que los cimientos no podían estar a 6 metros, sino que deberían llegar a los 12 metros.
Este mal cálculo hizo que la empresa constructora no pudiera continuar las obras que ya había cotizado un trabajo con diseños distintos.
"Además, la municipalidad había adquirido en Alemania unas 'basas helicoidales' de 6 meses, pero al ser de 12 las que se requerían, esas no sirvieron. Esa inversión creo que fue ¢89 millones. Basas que están ahí tiradas, botadas, dinero del pueblo que quedó ahí tirado", explicó el actual alcalde.
Madriz agregó que la falta de presupuesto, ya que faltan como ¢100 millones para poder concluir la obra, impidió continuar.
Salva responsabilidad
Consultado sobre el tema, el exalcalde Chavarría niega su responsabilidad en el asunto.
Insiste que no existe ninguna denuncia en la Fiscalía en su contra y que los informes de auditoría interna no lo vinculan con la situación.
Se le preguntó cuál fue su actuación sobre el caso.
Chavarría indicó que él licitó los diseños y luego la construcción.
"La empresa que hizo los diseños los hizo mal. Primero arrojaban que alcanzaba con ¢200 millones, cuando la empresa contratada se dio cuenta de que los diseños tenían un error, me consultan a mí qué se podía hacer", comentó.
Agregó que él pidió a esta empresa volver a hacer los diseños, sin ningún costo adicional por un tema de garantía.
"Cuando entregan los nuevos diseños, ya la obra había iniciado y resulta que los nuevos diseños arrojan que la obra ocupaba ¢300 millones para terminarla. Si vos sos el alcalde y no tenés la plata para pagarle a la empresa, ¿qué podés hacer?", señaló Chavarría.
Indicó que en esa situación se detuvo la obra y se liquidaron los gastos.
Asegura que él intentó buscar más plata, pero que luego terminó su periodo.
Chavarría enfatiza que la auditoría interna le saca de cualquier responsabilidad.
Icoder pidió los recursos
El actual alcalde municipal explicó que el Icoder solicitó el regreso de los ¢200 millones más ¢40 millones de intereses.
Tras una negociación, Madriz logró devolver los ¢200 millones, con una partida del presupuesto y los intereses que se generaron de ese dinero.
Se calcula que el arreglo de la gradería hoy ronda los ¢400 millones.