¿Es joven y le falla la memoria? Médicos piden no ignorarlo

Cada vez más personas jóvenes están siendo diagnosticadas con trastornos cognitivos, una situación poco habitual que ha despertado la atención de especialistas. Aunque muchos de los casos se deben a causas reversibles, los médicos insisten en no subestimar los síntomas.
Además, recomiendan acudir a valoración profesional cuando estos interfieren con la vida laboral o personal. Una consulta oportuna puede revelar problemas tratables. Algunos de estos, que pueden provocar fallas en la memoria, son:
- Deficiencias vitamínicas.
- Trastornos tiroideos.
- Alteraciones del estado de ánimo
- Trastornos del sueño.
Detectar estas condiciones a tiempo aumenta las posibilidades de intervención y recuperación.
La doctora Paola Rodríguez, médica residente de neurología, señaló que el diagnóstico en personas jóvenes puede ser particularmente complejo.
"Los primeros síntomas suelen ser sutiles y con frecuencia se atribuyen a estrés, falta de sueño o ansiedad. El desafío para el médico es sospechar que ese olvido no es solo pasajero y pedir las pruebas necesarias; sólo así podemos diferenciar causas reversibles de procesos neurológicos que requieren un manejo más especializado", explica la Dra. Rodríguez Porras.
Según la especialista, la dificultad radica en que los síntomas iniciales son inespecíficos y, además, persiste la idea de que los problemas de memoria son propios de la vejez.
En cuanto a los tratamientos disponibles, Rodríguez aclaró que en los últimos años se aprobaron medicamentos dirigidos a etapas tempranas del Alzheimer. Agregó que no son curativos ni fácilmente accesibles, y están indicados únicamente en casos muy concretos.
Por eso destacó la importancia de las intervenciones no farmacológicas, como la musicoterapia, la arteterapia, la actividad física, la estimulación cognitiva y las terapias grupales, las cuales pueden mejorar la reserva cognitiva, la comunicación y el bienestar emocional, incluso en fases avanzadas.
El impacto de un trastorno cognitivo en una persona joven puede ser profundo: pérdida del rendimiento laboral, afectación de la autonomía, carga emocional y repercusiones económicas para el individuo y su familia.
La recomendación médica es clara: buscar ayuda cuando los olvidos o la falta de concentración afecten el desempeño cotidiano o marquen un cambio evidente en la vida del paciente. Actuar temprano no es alarmismo, advierten los especialistas, es prevención.