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Reportaje Especial

Estos hermanos hablan con el corazón: las palabras sobran

Síndrome denominado Usher atacó a esta familia

Por Johel Solano | 5 de Ago. 2017 | 12:02 am

El amor es la única explicación para poder entender la historia de los hermanos Ramírez Varela. Un síndrome denominado Usher hizo que desde niños Ligia, Gilbert, Mayra y Trinidad perdieran su capacidad auditiva.

Tampoco pudieron hablar y con el pasar de los años fueron perdiendo la vista.

Todo ello ocurrió antes de que tuvieran 30 años, por lo que quedaron al cuido de su mamá en su casa de habitación ubicada en Agua Caliente de Cartago.

Así fue hasta el año 2002 cuando la madre falleció y su hermana Mayela se convirtió en el ángel guardian de esta familia. 

Esta heroína decidió entregarse al 100% a sus hermanos. Ella prefiere permanecer lejos de las cámaras y los micrófonos porque, para ella, los protagonistas son sus hermanos.

Doña Mayela asegura que el inicio fue lo más complicado. ¿Cómo voy a cuidar a 4 hermanos?, se preguntó muchas veces.

Pero asegura que le pidió sabiduría y fuerzas a Dios para cumplir con la misión. Hoy clama por salud para poder enterrar a cada uno de ellos y que ninguno quede sin protección.

Las lágrimas brotan de sus ojos cada vez que habla del tema. Ella no quiere que ninguno de sus hermanos quede desamparado.

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Ellos son como hijos para doña Mayela y todos se comunican con el corazón. No son necesarias las palabras ni los sonidos para interpretar el lenguaje del amor.

Basta acercarse a cada uno de ellos, tocarles las manos y la reacción será inmediata: un abrazo inolvidable.

Tejidos de amor

La más joven de esta familia es Mayra, quien aprendió a tejer de joven. Ahora ella teje bolsos, manteles, bufandas y gorros.

Los artículos los vende en su casa para ayudar económicamente en en la casa.

Ella asiste 3 veces por semana al Caipad de Paraíso donde comparte con sus compañeros y se ha convertido en la mano derecha de Mayela.

Esta familia ha logrado salir adelante y alcanzar la felicidad con pequeños gestos de cariño.

Son pocas las personas que han comprado los productos hechos por Mayra, pero ella no se cansa de tejer.

Los Ramírez Varela señalan que muchos ángeles los visitan y los ayudan en un camino que no ha sido fácil pero que decidieron recorrer con una sonrisa.

Cada día Mayela hace sus plegarias y toma valor para seguir adelante.

Ella le recomienda a todos los ticos seguir adelante y no abandonar a sus familiares.

"¿Yo no entiendo cómo hay personas que no pueden cuidar a sus papás? Ellos no son una carga, son una bendición y se debe luchar", comentó.

En caso de querer colaborar con esta familia se puede comunicar con ellos al teléfono 2552-7213.

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