Estudio: Así es el acercamiento de los adultos mayores a la tecnología
Octubre es el mes del adulto mayor y también de la ciberseguridad, momento para recordar la relación entre esta población y la seguridad informática.
La Asociación Gerontológica Costarricense, (Ageco) desarrolló el primer estudio en el país para analizar el uso, acceso y motivación de las personas mayores hacia las tecnologías de la información y comunicación (TICs), análisis realizado desde el proceso de Incidencia y Vigilancia de Derechos Humanos de Ageco.
La investigación determinó que solo un 1% de los entrevistados realizan asociaciones negativas con las TICs, haciendo alusión a la inseguridad (estafas) y la falta de habilidades para utilizarlas, mientras que 3 de cada 10 personas no usuarias no logran hacer alguna asociación con el término, mostrando desconocimiento del tema.
“Partiendo de esto, a nivel integral, la percepción de las TICs se muestra positiva, destacándose su relevancia en la actualización constante, la búsqueda de la información, el uso de servicios a distancia y el aprovechamiento para una vida digna”, indica el reporte.
En general el estudio analizó el uso de las tecnologías y las motivaciones para su empleo; las características del relacionamiento con la tecnología según género y la relación del envejecimiento activo y de los derechos humanos con el uso de las tecnologías.
La investigación refleja las necesidades de inclusión de las personas adultas mayores, el tiempo de uso de las herramientas y dispositivos tecnológicos y características de uso por género, entre otros.
Entre los hallazgos encontrados destaca que los adultos mayores utilizan computadores, tabletas, televisores y celulares. A su vez, atienden procesos de compras, interacción social, recreación, salud, educación y formación, trámites bancarios, generación de ingresos en microemprendimientos y búsqueda de empleo a través de la tecnología.
Las aplicaciones más utilizadas por las personas mayores para recreación son Facebook, Instagram y WhatsApp, también YouTube y Netflix.
Asimismo, se identifican usos relacionados con plataformas como bolsas de empleo, aprendizaje en línea, administración del dinero, entre otras.
Por otro lado, el nivel socioeconómico, la escolaridad y la edad influyen en el uso de la tecnología. Los mayores usuarios de las TICs son personas entre los 60 y 69 años y a mayor edad menos personas usuarias emplean estas herramientas.
De igual manera se observa que el uso de TICs es mayor en personas con un mejor nivel socioeconómico y educativo. En el caso de la población no usuaria muestra una proporción significativamente mayor de personas adultas mayores sin estudio o con algún grado de primaria.
“Este estudio es único en su género en el país y desde el 2022 ha servido para que las personas adultas mayores, sus familias y las redes de apoyo conformadas por organizaciones y el Estado, tomen conciencia de la importancia de cerrar la brecha digital. Permite identificar distintas acciones para transformar la participación de las personas mayores.
La ciencia puede brindar además de conocimiento, ideas, apoyos y acciones para establecer alternativas para una mejor vivencia del envejecimiento en entornos vitales", mencionó Fabián Trejos, gerente general de Ageco.
Vida activa y tecnología
El reporte también menciona que el acceso a las TICs facilita la vivencia del envejecimiento activo, al permitir hacer efectivos derechos como el de la participación, información, autonomía y educación; favorece las relaciones sociales entre pares e intergeneracionales; además del desarrollo de las personas según sus necesidades y deseos.
Para el acceso hacia las tecnologías de la información y la comunicación median las condiciones económicas, el acceso a educación (nivel educativo), el género, entre otras.
En lo que respecta a la ubicación dentro del país, 4 de cada 10 usuarios de TICs son de San José, mientras que las personas no usuarias de TICs presentan una proporción significativamente mayor de residentes de Guanacaste y Puntarenas.
Enfoque de género
De acuerdo con la investigación, las mujeres jefas de hogar presentan proporciones significativamente mayores en ocupaciones menos calificadas, trabajos informales o en desempleo, tanto en su ocupación actual como en la que tenían antes de pensionarse, con respecto a los hombres.
Aunado a esto, 8 de cada 10 usuarios de TICs se clasifican con el nivel socioeconómico más bajo y con mayorías en escolaridades de primaria y secundaria, lo cual podría estar reflejando una brecha ocupacional, económica y educativa entre las jefaturas masculinas y femeninas dentro de esta población.
Las mujeres, por su parte, son más asiduas a comprender las TICs con asistencia de otras personas como familiares y si deben hacerlo por su cuenta, prefieren acudir a instituciones como Ageco o lugares destinados a la enseñanza.
Según el análisis, los hombres no piden ayuda y prefieren inspeccionar los aparatos o medios por sí mismos o consultar tutoriales de Internet o libros.
Además, presentan un uso significativamente más alto de servicios virtuales de medicina y aplicaciones bancarias para la administración del dinero; usan las TICs principalmente por razones laborales.
Romper mitos
La investigación refleja una relación entre las condiciones de vida de las personas mayores y el acceso a derechos humanos y la posibilidad que tienen las personas de participar, incluirse y cuestionar mediante el uso de las tecnologías.
“El tema de la brecha digital es complejo y requiere de una perspectiva integral para que pueda acortarse.
Permitió medir aspectos de interés como el acceso a la seguridad social, el derecho de acceso a la justicia, al trabajo, a la salud, el derecho a la reunión y a la asociación; el derecho a la recreación, a la libertad de expresión y acceso a la información, el derecho a la cultura y a la educación”, explica el documento.
Finalmente, una de las autoras se refirió a los mitos que existen en torno al uso de las herramientas tecnológicas por parte de esta población.
“Los resultados de esta investigación evidencian que tenemos muchos mitos que derribar y estrategias por construir, que las personas adultas mayores sí son usuarias de las nuevas tecnologías y que estas herramientas se están convirtiendo en parte integral de su diario vivir.
Como sociedad debemos facilitar el acceso a estas herramientas para esta población”, señaló Rita González, gestora del Programa de Investigación y Documentación de Ageco.