Estudio: Tasas de interés para créditos siguen sin disminuciones significativas
Las tasas activas, aquellas que los bancos cobran a los deudores por los créditos que otorgan, no responden de manera uniforme a los movimientos de la Tasa de Política Monetaria (TPM), un indicador de referencia que fija el Banco Central de Costa Rica (BCCR) para las demás tasas del sistema financiero.
Así lo concluye un reciente análisis del Observatorio Económico y Social (OES) de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA), que abarca el periodo de enero de 2023 a septiembre de 2025.
Según el estudio, el comportamiento de las tasas activas depende del tipo de crédito y del intermediario financiero.
"Entre enero de 2023 y setiembre de 2025, algunas tasas disminuyeron levemente, mientras que otras incluso aumentaron", señala el informe.
También indica que las reducciones en la TPM acordadas por el BCCR se han reflejado con mayor claridad en las tasas pasivas, las que se pagan por depósitos, que en las tasas activas de los créditos, lo que revela una transmisión parcial y heterogénea de la política monetaria.
Con el fin de contener la elevada inflación registrada durante gran parte de 2022 e inicios de 2023, el BCCR incrementó de forma gradual la TPM hasta situarla en 9 % en octubre de 2022, nivel que se mantuvo vigente hasta el 15 de marzo de 2023.
A partir de esa fecha, la autoridad monetaria inició un proceso de reducción, acumulando un recorte de 5,25 puntos porcentuales, de manera que al cierre de septiembre de 2025 la TPM se ubicó en 3,5 % anual.
A pesar de que la TPM alcanzó el 9 %, la Tasa Básica Pasiva (TBP) —promedio ponderado de las tasas de interés brutas de captación, tanto a plazo como a la vista en colones— registró un máximo de 6,69 % en febrero de 2023 y posteriormente descendió de manera gradual hasta situarse en 3,9 % en septiembre de 2025, lo que representó una reducción acumulada de 2,64 puntos porcentuales.
Esto evidencia que, aunque la TBP sigue la tendencia de la TPM, sus variaciones no son proporcionales y normalmente reaccionan con cierto nivel de rezago. En enero de 2023, la TBP se ubicaba 2,5 puntos porcentuales por debajo de la TPM; en contraste, actualmente la relación se ha invertido, con una TBP de 3,9 % frente a una TPM de 3,5 %.
Alta variabilidad
De acuerdo con el análisis, las tasas de interés activas en colones (para créditos) presentan dinámicas particulares. Muestran una alta variabilidad según el intermediario financiero y el tipo de crédito, y no necesariamente siguen los movimientos de la TPM.
Para analizar el comportamiento de las tasas activas se emplea como referencia la Tasa Activa Negociada (TAN), que corresponde al promedio ponderado de las tasas de interés en colones de todas las operaciones de crédito formalizadas durante la semana o el mes previo por los intermediarios financieros.
Esta tasa es calculada por el BCCR con periodicidad semanal y mensual, diferenciada en 14 actividades económicas y por grupo de intermediario financiero.
El estudio incluye el comportamiento de las tasas activas para créditos en colones destinados a consumo, vivienda y servicios, que en conjunto representan el 76 % del total de créditos otorgados por el sistema financiero al sector privado al 30 de junio de 2025.
De este total, el crédito para consumo concentra un 33,4 %, el de vivienda un 26 % y el de servicios un 16,3 %.
El comportamiento de las tasas analizadas corresponde a créditos nuevos formalizados en cada periodo de referencia para el cálculo de la TAN.
Crédito para consumo
Las tasas de interés de los créditos de consumo sin tarjetas no muestran un comportamiento alineado ni con la TPM ni con la TBP.
Al analizar su evolución entre enero de 2023 y septiembre de 2025, se observan diferencias significativas según el tipo de intermediario:
- Bancos públicos: las tasas se han mantenido prácticamente sin variaciones, reflejando un elevado grado de estabilidad durante el periodo analizado.
- Bancos privados: registraron una disminución de 4,9 p. p., aunque aún se mantienen 4 p. p. por encima del promedio de los bancos públicos. En enero de 2023, la brecha era de 9,6 p. p., también mayor en los privados.
- Mutuales: redujeron sus tasas en 4,2 p. p. y actualmente presentan niveles incluso 1 p. p. por debajo de los bancos públicos.
- Financieras: mostraron una tendencia al alza durante 2023 y 2024, alcanzando tasas cercanas al 40 %. Posteriormente descendieron y actualmente se ubican en torno al 32 %, similar al nivel observado en enero de 2023.
Crédito para vivienda
En el caso del crédito para vivienda, los bancos públicos presentan las tasas más bajas, con un promedio cercano al 7,5 %. Entre enero de 2023 y septiembre de 2025, estas oscilaron entre 7,2 % y 9,1 %.
Las mutuales mantuvieron tasas en torno al 9 % entre enero de 2023 y enero de 2024; sin embargo, a partir de febrero de 2024 redujeron cerca de 1 p. p., estabilizándose alrededor del 8,3 %.
Por su parte, las cooperativas redujeron sus tasas en 1 p. p. durante el periodo analizado, aunque actualmente son las que registran los niveles más altos en este segmento, con un promedio de 9,4 %.
En cuanto a los bancos privados, entre enero de 2023 y agosto de 2024 mostraron una marcada volatilidad, con tasas que fluctuaron entre un mínimo de 7,9 % y un máximo de 12,5 %. Desde setiembre de 2024 se han estabilizado alrededor del 8 %. En el periodo comprendido entre enero de 2023 y setiembre de 2025, fueron los que registraron la mayor reducción, con una disminución de 3,7 p. p.
Crédito para servicios
En este segmento, los bancos públicos ofrecen las tasas más bajas, en torno al 7,3 %, seguidos por las mutuales con 8,4 %, los bancos privados con 9,1 % y, en el extremo opuesto, las cooperativas, cuyas tasas más que duplican las de los bancos públicos, alcanzando el 16,3 %.
Entre enero de 2023 y septiembre de 2025, las tasas se redujeron en los bancos públicos, privados y mutuales; en contraste, las cooperativas registraron un incremento de 0,9 p. p.
¿Qué se espera?
La reciente reducción de la TPM a 3,5 % sugería un escenario de tasas pasivas a la baja y activas estables, en línea con la tendencia observada desde 2023.
Esta expectativa se veía reforzada por el comportamiento de la inflación, que se ha mantenido negativa en los últimos cuatro meses, y por la disminución de las presiones inflacionarias derivadas de los costos internacionales de materias primas, el precio del petróleo y la estabilidad cambiaria.
Sin embargo, el análisis advierte que la no autorización legislativa al Ministerio de Hacienda para emitir $2.000 millones en los mercados internacionales (2025-2026) incrementa la presión de financiamiento interno del Gobierno. Este factor podría provocar un aumento en las tasas de interés locales y generar un "desacople" entre la orientación de la política monetaria y las condiciones efectivas del mercado de crédito.
Además, el hecho de que la inflación interanual se haya mantenido en terreno negativo implica que las tasas de interés reales se ubican por encima de las nominales, configurando de por sí un entorno crediticio restrictivo. En este contexto, cualquier presión adicional al alza sobre las tasas nominales —derivada del mayor financiamiento del Gobierno en el mercado local— reforzaría ese sesgo restrictivo, encareciendo aún más el costo real del dinero para hogares y empresas.