Experta aborda mitos y realidades sobre medicamentos para tratar la obesidad
El tratamiento de la obesidad con medicamentos sigue siendo un tema rodeado de tabúes. Aunque no es común que se converse abiertamente al respecto, lo cierto es que esta alternativa puede representar un valioso apoyo para quienes buscan combatir la obesidad de manera integral y con respaldo médico.
Costa Rica, ocupa el tercer lugar en obesidad a nivel centroamericano y se posiciona en el quinto lugar en Latinoamérica, según datos del Atlas Mundial de la Obesidad para 2025. La doctora María del Pilar Navas, especialista en ginecología, obstetricia y obesidad aborda con franqueza la importancia de tratar estos temas con responsabilidad y destaca que, con el acompañamiento adecuado, es posible derribar los mitos que rodean el uso de medicamentos para tratar esta condición.
Cabe resaltar que la obesidad debe ser comprendida como una enfermedad. E incluso fue declarada como "enfermedad crónica de importancia de salud pública", el pasado 8 de enero, por el Ministerio de Salud. A menudo, se asocia erróneamente con la falta de cuidado personal, cuando en realidad se trata de un padecimiento crónico que implica factores biológicos, genéticos, emocionales y sociales.
Navas enfatiza que, si una persona decide incorporar medicamentos como parte de su plan para bajar de peso, debe acudir a un médico especialista que le brinde un acompañamiento profesional. Solo así se garantizará que los medicamentos sean prescritos adecuadamente y que el tratamiento sea seguro y efectivo.
Muchas personas que recurren a este tipo de tratamientos desconocen los efectos reales que estos medicamentos pueden tener sobre su cuerpo. Algunos buscan resultados rápidos, sin comprender que se trata de un proceso gradual que requiere compromiso y paciencia. Además, la doctora recalca que los medicamentos deben ir acompañados de cambios en el estilo de vida, incluyendo una alimentación saludable, actividad física regular y una adecuada higiene del sueño (dormir las horas necesarias, evitar el uso del celular antes de acostarse y levantarse temprano).
También es fundamental que los pacientes conozcan los tipos de medicamentos disponibles, los cuales pueden ser de administración oral o mediante inyecciones subcutáneas en el abdomen u otras zonas del cuerpo. Cada uno actúa de forma distinta y puede generar diversos efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran el aumento de la sensación de saciedad, la disminución de la motilidad intestinal, náuseas, distensión abdominal y alteraciones en el hábito defecatorio.
Respecto a quienes desean utilizar estos medicamentos sin cumplir con los criterios médicos —por ejemplo, personas que no padecen obesidad—, la doctora Navas advierte que no es recomendable. En esos casos, lo ideal es mantener una rutina saludable basada en el ejercicio, una dieta equilibrada y buenos hábitos.
Sobre la reganancia de peso —término que se refiere al aumento de peso tras haberlo perdido—, la especialista aclara que es un fenómeno común y que no debe interpretarse como un fracaso. Lo importante es mantenerse adherido al tratamiento, con el apoyo de terapias y un estilo de vida saludable que favorezca la sostenibilidad del progreso alcanzado.
Como mensaje final, la doctora Navas insiste en que lo más importante para quienes consideran iniciar un tratamiento contra la obesidad es buscar el acompañamiento adecuado. La falta de orientación profesional no solo podría impedir ver los resultados deseados, sino incluso poner en riesgo la salud del paciente.
