Expertos aseguran que inversión responsable fortalece la salud mental de los costarricenses
La inversión responsable no solo fortalece la salud financiera, sino que también aporta tranquilidad mental y emocional a las personas a lo largo de su vida.
Así lo aseguraron expertos de Mercado de Valores en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, celebrado este viernes.
Recordaron que contar con herramientas para aumentar el patrimonio brinda mayor seguridad frente a la inflación, claridad en la planificación del futuro y confianza para enfrentar imprevistos.
Aunque el 54 % de los costarricenses ahorra en cuentas bancarias, apenas un 7 % invierte en productos financieros formales, como fondos de inversión, certificados o acciones, según la Encuesta de Capacidades Financieras de Costa Rica 2023, elaborada por la Oficina del Consumidor Financiero (OCF).
Este panorama evidencia la necesidad de impulsar una mayor educación e inclusión financiera.
Al depender únicamente del ahorro tradicional, las personas ven cómo su dinero pierde valor frente a la inflación y sienten que sus esfuerzos económicos no se traducen en progreso. Esta percepción de estancamiento afecta la autoestima financiera y genera frustración, impactando la salud mental.
Silvia Jiménez, directora comercial de Mercado de Valores, explicó que invertir no solo es una decisión financiera, sino también un acto de autocuidado.
"Invertir es mucho más que colocar recursos en un fondo o en un certificado. Es una manera de tomar control del futuro. Cuando una persona siente que tiene herramientas para construir su patrimonio, gana claridad, propósito y, sobre todo, paz mental".
El bienestar financiero es una dimensión integral del bienestar general, que se compone de lo físico, lo emocional y lo mental. No se trata únicamente de tener dinero, sino de alinear las decisiones financieras con los valores y prioridades personales.
Según Jiménez, construir bienestar financiero implica tres pilares: educación, valores y prioridades. La educación brinda el conocimiento necesario para tomar decisiones informadas; los valores personales orientan esas metas hacia lo que realmente importa; y las prioridades permiten establecer un rumbo claro en el uso de los recursos.
Bajo esta visión, cada gasto, ahorro o inversión se convierte en una herramienta para vivir con mayor estabilidad y coherencia con los propios objetivos de vida.