Expertos de EE. UU. recomiendan no hacer vuelos turísticos tras caída de avioneta
En accidente aéreo murieron 12 personas.
El accidente en el que murieron 12 personas el 31 de diciembre anterior en Guanacaste, encendió las alarmas y puso sobre la mesa el peligro al que se exponen quienes viajen en vuelos turísticos privados.
Así lo expresó James Hall, ex jefe de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (National Transportation Safety Board, NTSB por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, durante una entrevista con Fox News, en la que recomendó no utilizar estos servicios.
"Estos vuelos turísticos privados no tienen el tipo de supervisión y regulación que tenemos con la aviación comercial en los Estados Unidos. El turista promedio no podrá tomar una determinación sobre la seguridad de estos vuelos", afirmó el especialista.
Pero Hall no fue el único que habló al respecto; Deborah Hersman, ex miembro de la misma junta considera que es difícil para los turistas saber qué tipo de servicios van a utilizar.
"Cuando vamos a otros países, hay muy poca transparencia en lo que respecta al tipo de servicio que recibimos y es realmente difícil para cualquier persona en ese país, hacer una investigación. La declaración de que la ignorancia es felicidad, no se aplica aquí", aseguró la mujer.
Según la publicación, el vuelo de Nature Air fue reservado por una compañía de viajes llamada Backroads, con sede en California, pero no es la única. La empresa Austin Adventures también utiliza a la compañía tica para paquetes vacacionales, de acuerdo con el reportaje de Fox.
Más dudas
La experiencia de los pilotos, el mantenimiento de las aeronaves y el historial de seguridad de la empresa son otras preocupaciones planteadas por la experta, quien habló además de la importancia de capacitaciones a los funcionarios.
Los especialistas también afirmaron en la entrevista que es necesario que los motores se desmonten, se inspeccionen y se reemplacen después de 3.600 horas de funcionamiento, pues las principales fallas están allí.
Ladd Sanger, abogado de varias familias involucradas en accidentes aéreos, aseguró que en su experiencia, ha visto aeronaves de este tipo colapsar con 5.400 y 6.000 millas de funcionamiento, entre las cuales destaca una con Nature Air en el año 2005, de acuerdo con la publicación.
La NTSB es una organización independiente del Gobierno estadounidense que se dedica a la investigación de accidentes de aviación civil, carreteras, marinos, oleoductos y ferrocarriles de ese país. Expertos de esa institución están apoyando a los especialistas costarricenses en determinar las causas del accidente de la avioneta Cessna C-208B.
De momento, las autoridades manejan 3 hipótesis: la influencia de fuertes vientos, una falla mecánica o un error humano.
La aeronave, que cubría el vuelo 5C144 de Nature Air, se desplazaba entre Nandayure y el aeropuerto internacional Juan Santamaría. Sin embargo, por motivos aún desconocidos, se desplomó a eso del mediodía en el cerro Bejuco, cerca de la pista de donde despegó.
En el lugar murieron 12 personas, el piloto y la copiloto, ambos costarricenses, así como 10 ciudadanos estadounidenses.
La avioneta siniestrada era una Cessna 208B Grand Caravan, la cual tenía 1 mes de estar en el país y había superado todos los controles operativos necesarios para volar.
Las víctimas fueron identificadas como Bruce Steinberg; su esposa Irene y sus hijos: Matthew (13 años), William (18 años) y Zachary (19 años).
Además, en el percance murieron Amanda Rae Geissler, Mitchell y Leslie Levin Weiss, Hanna Mae Weiss (19 años) y Ari Mosses Weis (16 años), así como el piloto Juan Manuel Retana Chinchilla y la copiloto Emma Ramos Calderón, de nacionalidad costarricense.